***Narra Ashley***
Una semana ha pasado desde aquel fatídico día para mí.
Puedo decir oficialmente que Zed me odia, pues, no me ha hablado desde entonces. Y Lindsay cada vez que tiene oportunidad me hace la vida a cuadritos, humillándome delante de todos. Pero intento hacer caso omiso ante sus comentarios, porque sé que Zack me quiere a mí por sobre todas las cosas.
Mi relación con Vanessa es cada vez mejor. Ayer me propuso ser la madrina de su bebé, a lo que acepté con una extensa sonrisa en mi rostro y con los ojos cristalinos. Se siente genial saber que un ser tan pequeñito llegará a tu vida para alegrarla y alejar lo amargo de ella.
Todo pasa por algo, no me cansaré de repetirlo.
Para seguir, Lindsay me compite vez que puede en clases; el profesor hace una pregunta, yo respondo y luego ella lo hace con una respuesta más elaborada que la mía, intentando dejarme en vergüenza, aunque son solo intentos fallidos por su parte.
El profesor nos dejó un trabajo hoy. Debemos defender un caso para poder pelear uno de los dos cupos que nos llevarán a uno de los casos más importantes que posee el profesor. Salvar a un inocente de las rejas, que fue injustamente acusado por los testigos, que evidentemente dieron vuelta su testimonio al ser interrogados por segunda vez.
- Y bien, ¿cómo vas con eso? – Me preguntó Zack a la vez que se acercaba a mi mesa con varios libros en sus manos.
- No lo sé, en verdad. – Encogí mis hombros, y me llevé ambas manos a mi cabeza para cerrar los ojos y respirar profundamente cansada. – Esto es un asco. – Admití aun sin moverme de mi posición.
- Debes relajarte. – Decía Zack dejando brutamente los libros sobre la mesa de la biblioteca. La encargada del lugar lo hizo callar, pues ese movimiento había hecho demasiado ruido para ella, a lo que solo me limité a sonreír y rodar los ojos.
- No puedo. Lo intento, pero es... imposible. – Volví a suspirar. – Debo tener listo esto para mañana, y las horas corren. Estoy pensando seriamente en renunciar. – Lo miré fijamente a sus ojos azules, para darme cuenta que él negaba con la cabeza en forma de negación.
Zack se sentó abruptamente en la silla del frente, ya que nos encontrábamos solos en nuestra mesa.
- La Ashley que yo conozco, no se rendiría tan fácil. – Asomó sus grandes manos y las cruzó sobre el mesón sonriéndome.
- Dile que vuelva, por favor. – Hice una mueca con mi comentario. – Pero es verdad... a veces creo que el profesor nos dio un caso que ni siquiera existe en la vida real... - Dirigí mi mirada directo a mi laptop y empecé a teclear por milésima vez lo mismo. - busco por Janett Cox, y no sale en los registros, lo mismo pasa con Paul Forks o Antonella Bios. – Bufé para cerrar la tapa de mi portable.
- Entiendo... pues, deberías empezar a buscar personalmente, ¿no? – Propuso con seriedad.
- Es una buena idea... - Admití.
Pero para cuando iba a continuar hablando, fui interrumpida por la persona más desagradable del mundo, ya saben a quién me refiero.
- Miren a quien tenemos por aquí. – Habló una voz chillona que se posaba frente de nosotros con libros en sus manos y su típica parada de 'Lady', noten el sarcasmo. – La inocente Ashley y mi bombom, Zack. – Se dirigió a él de forma... ¿Cómo decirlo para que no suene mal? ¡Oh, sí! Como una... - Podrías ayudarme a mí, en vez de a ella. – Me dirigió una mirada asesina, y se apoyó sobre la mesa, dejando en evidencia hasta lo que comió. Parece una verdadera cualquiera, intentando ligar con ¡MI NOVIO! –
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Nuevo comienzo | ZASHLEY ♥ [EN EDICIÓN]
Teen FictionAshley Tisdale, no es la típica chica presumida con mucho dinero y "popular" del instituto. Como toda adolescente desea disfrutar de su juventud y tener una buena convicencia con sus compañeros. Aunque no todo siempre suele ser perfecto. ¿Quién dijo...