09. Improvisadamente

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Actualización 19.11.2018

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Todo había sido completamente extraño y realmente fascinante. Me encantaba pasar tiempo a solas con Ashley, sentir su dulce perfume calar entre lo más profundo de mí, y verla sonreír. Eso realmente me fascinaba. Sin embargo, ahora me encontraba observando el techo sin punto fijo, como si fuera lo más interesante.

Me crucé de brazos y me reacomodé en la cama. Observé de reojo la iluminación de la luna desde la ventana, reflejándose en la piscina con pequeñas ondas sobre las paredes.

Hacía minutos atrás habíamos terminado de charlar con Ashley, y la verdad es que no dejaba de pensar en que ella hubiese sido mi mejor amiga de la infancia, y yo no lo recordaba. Maldición. Pero, en caso que lo fuera, ¿de qué serviría? Digo, no sé si vuelva a ser todo como antes, ambos maduramos, no somos los mismos niños. Aunque tal vez podríamos hacer el intento de rearmar nuestra amistad, después de todo, siempre es bueno un nuevo comienzo.

Sonreí tontamente sabiendo que nadie más se encontraba conmigo, hasta que el sonar de la puerta de la habitación me hizo salir de mis pensamientos. Toc toc.

—¿Quién es? —grité sin mover un músculo de mi cuerpo, pero dándome cuenta de que nadie respondía, me levanté a regañadientes. Cogí la manilla de la puerta y antes de abrir observé el reloj de la pared.

Era la media hermana de Ashley.

—Vanessa...

—¿Estás ocupado? —lo único que me faltaba para completar la noche, seguir oyendo su chillona vocecilla.

—¿Tú qué crees? —suspiré pesadamente. —¿No crees que es demasiado tarde como para conversar? —me mantuve firme bajo el marco de la puerta. No iba a ser prudente dejarla entrar, mucho menos que luego se prestara para malos entendidos.

Vanessa no me importaba.

—No puedo dormir, y... quería conversar con alguien. Pero si no quieres... —tal vez se me dificultaba decir que no, y ese era un gran problema.

Lamí mis labios antes de decir lo que no quería, sin embargo, lo hice.

—Adelante... —inmediatamente una sonrisa se formó en sus labios. —¿Qué sucede?

—No sé —comenzó a observar la habitación con curiosidad—, no podía dormir y vine hasta acá —como si nos conociéramos de siempre, se recostó sobre la cama. —¿Me ayudas a dormir?

—Vanessa, yo... no creo que esto sea correcto —odiaba tener que negarme, de todos modos, eso no era nada malo. No dañábamos a nadie, o eso creía. Por lo que cerré la puerta. —Puede venir alguien y pensar algo que no es.

—Zac, por favor. Te juro que no te molestaré nunca más —sabía que eso no era cierto, pero de todos modos acepté.

—Bien —respondí cortante.

Nuevo comienzo | ZASHLEY ♥ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora