BANG ll: Explosion of love.

«Juicio»

Capitulo veintinueve.

Decidí levantarme y salir al porche durante un rato. No podía seguir ahí adentro informándome sobre inminentes condenas que podrían llegarle a Justin, y a los chicos. De hecho, pensar en tenerlo más días lejos de mí me descomponía por completo. Mi cuerpo se estremecía con fuerza y entraba en desesperación.

Suspiré, mirando a mí alrededor. Era una tranquila y fresca noche de domingo. Mañana a primera hora era el juicio, y ya no quería pensar.

Nunca en el la vida me había visto envuelta en una situación así. Tampoco habría tenido que tener porqué. Se podría decir que mi vida había sido perfecta. Pero... de alguna manera, no se sentía así para mí. Ahora esta, giraba en torno a él. Sin él, nada parecía cobrar el sentido. Nada parecía ser real. Justin me hacía ver la vida de una forma diferente. Más alocada. Más... soñadora. Con él todo se reducía a la simpleza. Se sentía como ser libre. Si queríamos nos jugábamos, ni queríamos vivíamos aquí o vivíamos allá. Si la vida nos presentaba problemas se enfrentaban, y se superaban, como estábamos intentado procesar eso mismo en este momento.

Tomé otra respiración, convenciéndome de que debía calmarme. Sin que quisiera, tiritaba. Un movimiento aparentemente invisible, pero malditamente fuerte para mí. La sola idea de no tenerlo a mi lado me hacía sentir enferma.

-¿Nerviosa? -preguntó una voz tras mí.

André se sentó a mi lado, en la pequeña escalera, con un cigarrillo caro entremedio de sus labios. El brillo del fuego iluminó tenuemente su rostro durante un segundo. Le dio una calada para que se pudiera encender con facilidad y expulsó el humo.

-Fumar es malo para la salud. -murmuré.

-A tu novio no parece importarle. -comentó con una sonrisa, dándole una segunda calada.

Sonreí inconscientemente.

-Pues no-susurré.

-Hoy tuve un momento con él.

-¿Fuiste a...?-André asintió antes de que terminara de preguntar. Lo miré a los ojos, para asegurarme de que decía la verdad.

-Si. Lo visité y fumamos un cigarrillo. Hablamos sobre posibles acontecimientos de mañana por la mañana. Le aconsejé algunas cosas que podía decir si lo hacían testificar y también hablé con tus amigos. Estarán fuera. -dijo mirándome a los ojos. -Lo prometo.

-Gracias. -susurré. -Por todo. Por... hablar conmigo, con él, y tener listo todo tan rápido.

-Es mi trabajo, Leah-dijo con una sonrisa pequeña. -Creo que ya es tarde y tú deberías dormir un poco. Mañana será un día agitado.

Él se levantó y entró a la casa de Ashton. Me aparté el cabello de la cara y me levanté segundos después. André y Adrián tomaron sus cosas, y se fueron unos minutos después. A esa altura, los nervios me comían viva.

A las doce en punto, me acosté. Todos los recuerdos me envolvían, consumiéndome y arrastrándome al insomnio. Era increíble como todos mis sentimientos solo estaban con Justin. Además, no ayudaba el hecho de que por tercera noche, oía a Kendall sollozar en su habitación. No era la única afectada en todo esto, y claramente lo sabía. Las noches anteriores, me había levantado a abrazarla, y a tomarme un té con ella, pero esta noche no podía. Ni si quiera me podía mover. Me pregunté brevemente como estaba Justin en ese lugar.

No podía soportarlo.

La última vez que lo había visto, había sido hace seis días. La primera, última, y por lo tanto única visita que le pude hacer. No es que no quisiera verlo. Pero Adrián me pidió que no fuera para no tacharme más como contacto de Justin en la mente de Steve. No quería que él me tuviera presente en los lazos que había que unir.