BANG ll: Explosion of love.

«Familia»

Capítulo cincuenta y ocho.

Leah's POV.

—¡Justin!—exclamé asustada. Por Dios. Cerré mis ojos, sintiéndome mal al instante.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Mi ropa interior tenía una mancha de sangre, y no tenía que ser doctora para saber qué estando embarazada eso no es bueno.

—¡Justin!-grité por segunda vez, totalmente asustada. Justin abrió la puerta del baño y entró con cara de preocupación.

—¿Que pasó?—lucia agitado.

—Tengo sangre...—susurré. Él se acercó al instante, y observó.

Llevo sus manos a mi rostro y me miró preocupado. Se habia puesto pálido. Me tomó en brazos con rapidez y me llevo a la habitación.
Sacó otro par de ropa interior y me lo puse rápidamente. Abrió el closet y sacó un pantalón de chándal gris de él y me lo colocó.
Tomó su celular y se movió rápidamente por la habitación buscando cosas y echándolas a uno de mis bolsos para después tomarme en brazos.
Damon y Kendall estaban en el sofá mirando un programa de noticias australiano.
Kendall se levantó y miro a Justin.

—Voy al hospital. Dame las llaves.

Kendall tomó las llaves del auto de Gavin y se las pasó a Justin. Damon se levantó también y nos siguió hasta afuera. Justin me colocó en la parte delantera del auto y me aseguro con el cinturón.

Damon se acercó a la ventana.

—También vamos.—dijo. Justin asintió.

—Vale, rápido.

Los chicos se subieron en la parte de atrás con rapidez y Justin les explico rápidamente que era lo que pasaba.

De pronto, me doblé del dolor.
Era una puntada fuerte, como el dolor que te viene de una contracción durante el período. Pero Dios, mucho mucho las fuerte. Gemí y los ojos se me llenaron de lágrimas. El dolor era indescriptible, fuerte, casi animal.

—Por Dios, Justin me duele.—un par de lágrimas cayeron y mi esposo me miró preocupado.

—Respira cariño—susurró.

Gemí otra vez de dolor. Cruce mis brazos por encima de mi estómago y me apreté con fuerza. Dolía demasiado.

—¡Me duele mucho!—Damon desde atrás tomó una de mis manos y lo apreté con fuerza. Comenzó a respirar suavemente conmigo, inhalando y exhalando, para calmarme. Retorcí su mano intentando canalizar las puntadas pero era imposible. Justin estacionó con rápidez y se bajó dando un portazo. Corrió hacia dentro por una enfermera y Damon se bajó abriendo mi puerta y tomandome en brazos. Un chico con uniforme de enfermero llegó rápidamente con Justin al auto y Damon me colocó ahi. Él desconocido empujo la silla y avanzó con Justin hasta dentro.

Me llevaron por un pasillo blanco, hasta una sala para atender emergencias. Justin me tomó en brazos y me colocó en la camilla como el enfermero indicó. Este tomó mi presión, mi temperatura, y anotó en su tablero un pequeño diagnóstico de todo lo que me ocurría. Me dio entonces una pastilla de color amarillo y lo miré con desconfianza.

—Estoy embarazada.—susurré. Él sonrió y miro a Justin.

—Lo sé, su esposo me lo dijo. Tranquila, eso solo canalizará el dolor. No le hará daño a su bebé. El doctor vendrá en unos momentos.

—Gracias.—murmuró Justin. Me lleve la pastilla a la boca y Justin recibió la botella de agua y la abrió para mi.
A penas un par de minutos después el dolor fue desapareciendo de a poco. Un doctor medianamente joven entró luego y nos observó a ambos.