BANG ll: Explosion of love.

«Huida»

Capitulo cuarenta y cinco.

Justin's POV.

Me pregunté porque nuestras ideas siempre tenían que dejar la cagada en algún lado. Es decir, la palabra discreción simplemente no iba con nosotros. Ya eran las nueve con treinta, y nos habíamos pasado la tarde arreglando cada detalle del plan que llevaríamos a cabo. Y que probablemente, dejaría nuestra huella en este país.

Sólo esperaba no hacer explotar otro vehículo como lo hicimos al sacar a Ashton para evitar que fuera a la cárcel.

Hoy había tenido un día duro. Y lejos, lo más duro, había sido ir y ver como Leah abordaba un avión que nos separaría durante algún tiempo. Me dolía el estómago al pensar en cuanto tiempo sólo escucharía su voz por teléfono, sin ver su rostro. Y en que Mark, está en California. Eso era lo peor de todo.

Sentí unas manos en mis hombros, que me apretaron. Subí la mirada y me encontré con Damon algo distraído. Me soltó y se dio la vuelta por el sillón, hasta sentarse a mi lado.

—Extraño a Kendall. —dijo luego de un suspiro. Asentí lentamente, comprendiéndolo.

—Será poco tiempo—murmuré.

—¿Le dijiste a Leah la verdad de porque la enviabas con su madre? —me preguntó. Apreté mis manos en puños, pensando en la situación.

—No. No quería asustarla, y de todas maneras me resulta mejor que este en California. Sé que ahí no le podría pasar nada. —me pasé la mano por el cabello, sintiéndome frustrado—Si yo estoy lejos de ella es más... seguro.

—De repente se va a enterar. —me miró.

—No me digas que tú le contaste a Kendall. —llevé mis manos a mi cabeza. Si eso era así, Leah ya se había enterado de porque la hice alejarse de mí.

—No. —negó con su cabeza. —Pero ella podría enterarse de todas formas. Cuando volvamos a estar los cuatro, por ahí...—sonrió vagamente—les diremos la verdad. En Italia estaremos bien.

—Eso espero. —dije.

—¿Has sabido algo de Isaac? —preguntó—¿No nos ha buscado?

—Joder, no. Gracias al cielo que no. Con Jack ya tenemos suficiente. —pronuncié. Miré la hora, había pasado más o menos lo que calculaba que se demoraría el avión de Leah, así que tome mi celular para llamarla.

—¿Crees que él quiera dañar a Cassandra también?

Suspiré.

—¿Qué es esto? —pregunté—¿Un jodido cuestionario?

Damon soltó una carcajadas, haciéndome reír también.

—Sólo quiero saber, bastardo. —llevé mi mano hacia mi pecho.

—Esa palabra me dolió.

Él se rió de nuevo.

—Dime.

—Pues no lo sé. No creo. —dije, luego sonreí de lado. —¿Estás preocupado?

Agregué un tonito molestoso y levanté mis cejas.

—No. —dijo. —es nuestra amiga, eso es todo.

—Claramente es mi amiga—sonreí—no sé si la tuya, en realidad. Pienso que tus amigas solo pueden ser las chicas con las que no te has acostado. ¿Lo pillas? Por eso es que Cassandra y Kendall son mis amigas.