BANG ll: Explosion of love.

«Locamente casados»

Capitulo cincuenta y tres.

Justin's POV.

Abrí mis ojos con cuidado, la luz me molestaba, y el calor que sentía de otro cuerpo junto al mío era sofocante. Mi cabeza palpitó, y cuando pude ver el desastre de nuestra habitación, sólo pude pensar una cosa;

Mierda.

—¿Qué hicimos anoche? —pregunté en un susurro.

Me caí de la cama debido al asombro. Esto era... inimaginable.

Había una mujer desnuda a mi lado. Completamente desnuda. Y más. Había otras cinco chicas en el mismo estado por toda la habitación, recostadas como si fuera su casa.

Me desesperé. ¿Enserio había engañado a Leah? No podía perdonarme haberme acostado con alguien así. Hasta que no me miré en el espejo de cuerpo entero, no noté que seguía con mis pantalones puestos, y la camisa desabrochada de la noche anterior. La desperté con rapidez, algo enojado. Esta abrió sus ojos y me dio una sonrisa.

—Hola guapo. —bostezó.

—¿Me acosté contigo anoche? —dije directa y fríamente.

—No, pero deberías haberlo hecho.

Fruncí el ceño.

—Me casaré hoy.

—Estamos en las Vegas cariño.

Cerré mis ojos.

—Vete, por favor.

Comencé a mover a los demás para que pronto despertaran. La habitación era un asco.

Las paredes estaban rayadas con un tipo de spray extraño. Por todos lados. Me tapé el rostro. Íbamos a tener que pagar los daños. Lámparas rotas, botellas de alcohol, los sillones girados, las camas deshechas, y un montón de vidrios rotos era solo una pequeña descripción de cómo estaba nuestra suite.

''Leah te amo''

Joder, ¿Cuándo escribí eso en la pared?

Adrián pasó por mi lado riéndose, tan sólo en bóxer. Un momento; ¿Por qué todos estaban en ropa interior y yo no?

Ya, eso era por lo menos algo bueno para mí, pero no dejaba de ser extraño. Había otras cosas que no lograba leer en la pared. Eran cosas poco entendibles, y con formas extrañas. De pronto, escuché algo como un grito ronco desde el baño.

Me quité la camiseta, sintiéndome más libre al hacerlo y avancé hasta allí. Solté una maldición al ver a Ashton.

—¡Mi cabello está rosa, cabrón! —gritó.

No pude evitarlo solté una carcajada.

Su cabello estaba rosa, y en su frente tenía escrito, ''soy gay''

—¿Eres gay? —pregunté. Abrió sus ojos, enojado. Casi echaba humo por las orejas. No pude evitar reírme aún más ante la situación.

—Ustedes fueron. —se exaltó. —¡me tiñeron el maldito cabello!

—Ya, ya—dije frunciendo el seño. —No grites, me duele la cabeza.

—¡Tengo el cabello rosa!

Ashton estaba a punto de llorar. No era un secreto que Ashton era un rubio teñido. Y no era un secreto tampoco que lo creíamos marica. Su rubio platinado no hacía más que afirmar la situación, y el hecho de que siempre estaba preocupado de cómo se veía su cabello, cuidándolo con productos que ni si quiera Leah usaba, me hacía dudar de su sexualidad hasta que lo veía meterle mano a alguna chica.