«Ciudad del pecado»

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Capitulo cincuenta.


Justin's POV.

Leah estuvo enojada conmigo durante cuatro días porque encontró esos malditos pedazos de pizza descomponiéndose en mi pequeña parte del closet.

¿Qué significó eso?

Cuatro días sin acción para mi amigo de toda la vida.

Ahora ya estábamos bien, durante esos días le regalé rosas y le compré chocolates.

Pero eso fue una mala idea. No hay que regalarle chocolates a alguien que está haciendo dieta. Estos pararon en la cabeza de Damon. Y digo que en la de él, porque cuando entré con rosas azules y chocolates, ella los arrojó a mi cabeza, pero los esquive. Me estaba haciendo experto en eso durante el último tiempo.

Leah había andado los últimos días con cambios hormonales terribles, llegando al punto en que lloró porque no se soportaba a sí misma. La idea de que tal vez estaba embarazada me golpeó tan fuerte como el zapato que me aventó cuando lo sugerí. Había agarrado el capricho de tirar cosas cuando se enojaba. Después de eso comprendí que estaba así porque casi no comía, y el tema de la boda la tenía en estado de éxtasis.

Estaba muy preocupada por eso.

Y lo entendía, yo estaba peor. Sólo que no lo demostraba, para no preocuparla.

La espera había acabado, y hoy era jueves. Nos casaríamos el sábado, y habían ocurrido tantas cosas malas que ya no sabía que podría arruinarnos más. Quería tomarme los altibajos con humor, pero al parecer Leah no tanto. Lo único que ahora la hacía reír en cuanto a los preparativos era cuando miraba las tres invitaciones que quedarían para el recuerdo, y recordaba en como Damon y yo les hicimos pipí encima a las originales.

Cuando terminé de acomodar mi cabello húmedo, salí del baño con una sonrisa nerviosa.

Eran las siete y media, y nuestro vuelo salía a las ocho. Los Ángeles y Las Vegas estaban relativamente cerca, por lo que habíamos decidido llegar justo a una cena de ensayo.

Charlie y Aline conocerían a los verdaderos padres de Leah, y a su madrastra con su padrastro, lo que me ponía nervioso. Me daba mucho, mucho miedo el encuentro entre las que eran nuestras familias.

Miré el culo de Leah y le di un azote al pasar. Estábamos terminando nuestras maletas. Ella se giró y me abrazó. Noté que tirito un poco, así que acaricié su espalda.

—Estoy...—se mordió el labio.

—¿Caliente? —levanté una ceja con una sonrisa. Se sonrojo y se rió, para golpearme el pecho con suavidad.

—Nerviosa. —completó. Sonreí.

—No lo estés muñeca. Todo saldrá bien.

—Vamos a casarnos. En las Vegas. —dijo nerviosa.

Asentí.

—¿No estás nervioso?

—Uhm, te mentiría si dijera que no, así que sí. —solté una pequeña risa. —Pero confió en que resultará bien.

—¿Y si no?

—¿Por qué habría un y si no?

—Porque hablamos de nosotros. Y de los chicos. Joder, hasta estará Ashton allí y...—la interrumpí.

—Ya. —solté una carcajada. —¿Piensas que lo arruinaremos?

—No...—dijo rápidamente. —Bueno, no lo sé.

BANG ll: Explosion of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora