«¡Diablos!»

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Capítulo sesenta y seis.
Aviso: Quedan pocos capitulos.

Justin's POV.

Damon me palmeó la espalda.

—Cuidate amigo.—me abrazó.—Iré a ayudarte con todo pasado mañana, lo prometo.

Asentí.

—Estate pendiente de Leah, ¿bien?—murmuré algo preocupado. No quería dejarla sola, pero era probablemente el único que podía hacerse cargo de todo esto. Gavin era un bastardo, pero sentía que si no lo hacía yo nadie más lo haría.

Damon asintió.

—Por supuesto. Ella estará bien hasta que su madre venga.

Todo era un lío. Damon había querido ir conmigo, pero no creíamos que después de no tener idea de lo ocurrido con Gavin fuera conveniente dejar a Leah y Ken solas. Tanto Cristianne como James, los padres de Leah, estaban fuera del país y me rehusaba a que se quedara bajo el cuidado de alguien que no fueran ellos o Damon.

Por supuesto, Leah no podía abordar un avión y viajar hacia Italia con ocho recién cumplidos meses de embarazo. Teniamos que parar esto, nuestro bebe no era de juguete. Allá en Italia me encontraría con Adam, Darían que había sido el primero en llegar y el resto del clan que trabajaba para Charlie Everson.

Me acerqué a mi esposa y entrelace mis dedos con los de ella. Leah me dio una mirada triste, y de primera fuente sabía que ella se estaba conteniendo para llorar. La abracé y besé suavemente, como si fuera la pieza más delicada del mundo.

—Te amo cariño.—susurró en mi oído.—Por favor ten cuidado.

—Yo te amo más.—susurré como siempre, mirándola de cerca y acariciando su cabello.

El llamado a mi vuelo dio un segundo llamado de atención y la solté para despedirme de Kendall. La abrace y revolví su cabello porque sabía que lo odiaba. Ella río y me abrazó de vuelta.

—Vuelve en una pieza.—me dijo. Leah la miró con los ojos abiertos.

—No jodas Ken.—musitó. Solté una risa.

—Hablan como si fuera a la guerra.—negué con mi cabeza.

—Uf, es que nunca se sabe.

—¡Kendall!—exclamó Damon ahora. Ella y yo nos reímos.

—Solo juego. Cuidate mucho, estos dos no serían nada sin ti.—me dijo más seria.

—Tú tampoco. Todos me necesitan.—dije guiñándole el ojo a Leah, que se había cruzado de brazos. Sonreí y le abracé otra vez con fuerza y le besé haciéndola reír.

—Te llamaré cuando mi vuelo aterrice, ¿bien?

Ella asintió.

No pude evitar besarla de nuevo. Otro llamado a abordar me hizo volver a realidad y comencé a caminar hacia la puerta de embarque. Miré hacia atrás un momento, suspiré, y le lancé un beso a Leah, sólo para poder ver esa espléndida sonrisa una vez más.

Serían un par de días que no estaría a su lado, pero se sentirían como meses. Estaba seguro.

Leah's POV.

Damon conducía tarareando una canción pegadiza que pasaban por la radio. Yo iba atrás, y Kendall también, a mi lado.

—¿Te sientes bien?—me preguntó mi amiga.

Negué.

—Apenas se fue hace veinte minutos y ya lo echo de menos. Soy una tonta.—negué con la cabeza. Por lo menos no había llorado. Las ganas que tuve de hacerlo cuando él se fue se me quitaron unos minutos después cuando me dije a mi misma que me tenía que controlar.
Pero me sentía rara. Completamente extraña. Era como si me faltara algo, más bien me faltaba todo. Sentía un vacío que por experiencia sabía que sólo Justin podía llenar.

BANG ll: Explosion of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora