BANG ll: Explosion of love.

«Isaac»

Capitulo treinta y cinco.

Justin's POV.

No podía sacar sus malditas palabras de mi cabeza. Isaac se había pasado apenas unos veinte minutos allí. A dos pasos de mis pies, con su mirada fría y sus brazos cruzados. Su cabello castaño bien peinado, y su ropa casual que constaba de una camisa azul claro y pantalones oscuros.

Nuestro dialogo había sido tenso.

Y ahora me encontraba asustado.

No habían muchas cosas que me asustaran. Tal vez morir así como así, o que Leah me dejase de repente eran las únicas que encabezaban la lista. E ir a la cárcel otra vez. Pero esta situación me asustaba.

El ''deberle'' algo a Isaac.

Eso pensaba él. Por mi parte, creí que el capítulo estaba cerrado. Es decir, hace ya mucho tiempo le había dicho que no quería trabajar para él. Quería salir de la mierda con las armas, tener un poco menos de riesgo en la maldita vida que llevaba, y con la que tenía que cargar todos los días, además de sentir menos culpa.

No quería seguir involucrado en cosas como las que él hacía.

En el tiempo en que hice lo que hice para él estuve bastante mal. La verdad es que, podía decir que Leah era la luz de mi vida. Había logrado que yo cambiara también por mí. Que quisiera salir por mi bien estar, porque al principio, sentía que lo hacía por ella. Me había enseñado a diferenciar lo que era bueno y lo malo. Aunque era difícil tomando en cuenta de que claramente, hace mucho tiempo, estaba inclinado, y sigo, hacia el lado oscuro.

Técnicamente Leah me había hecho encontrar el amor en un lugar sin esperanza.

No quería ni si quiera pensar en todo con lo que cargaba haciendo cosas para él. Era un chico perdido, sin vida, sin padres, creyente de que él dinero me daría una vida mejor.

Y lo hacía, pero claramente a un precio.

No quería volver a esas noches de insomnio en las que soñaba con los ojos de esas personas. Personas que quisieron dañarme alguna vez. Personas a las cuales les disparé, a las cuales yo dañé. Personas jodidas... personas inocentes. Definitivamente no quería volver a hacer algo así. No por inercia. No por obligación. No por su culpa.

Pero me había hecho sentir entre la espada y la pared. No quería volver a la cárcel de nuevo. No por asesinato.

Un nudo se instaló en mi garganta. Había matado a un par de personas mientras trabajaba con Isaac traficando armas, y buscando a los idiotas que se les ocurría involucrarse en un préstamo ilegal con él. Me había tenido que deshacer de ellos en el momento en que Isaac chasqueaba sus dedos.

No era como si le hubiera hecho daño al mundo con eso, pero estaba mal. Eso me perseguía. Carcomía mi cerebro. Intentaba... dejarlo a un lado ya. Ser mejor persona.

Leah me hacía desear ser mejor.

Por mí, y por ella.

—Quiero proponerte algo. —había dicho él.

—Escapaste de la cárcel. —lo interrumpí.

—Tú también. —me calló. —Que ahora estés libre legalmente no significa que no lo hiciste antes.

—¿Qué mierda quieres? —pregunté. —¿No tienes a quién más joder?

—Me debes muchas cosas maldito bastardo. Me vendiste como si nada para hacerme parar a la cárcel. Y como tú muy bien sabes, nadie se libra de pagarme.