«Impedimentos matrimoniales»

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Cincuenta y uno.


Leah's POV.

Me levanté a mitad de la noche. Kendall por fin se había quedado dormida, y Cass dormía también desde hace ya un rato. Me mordí el labio y me acomodé el cabello hacia un lado, tenía demasiado calor, Kendall era como una estufa y yo siempre fui friolenta.

Además, Kendall me tenía abrazada, y me daba más calor aún.

Calcé mis pantuflas, y tomé la tarjeta que abría nuestra suite. Dudé unos segundos, y tomé mi celular. Tecleé entonces un mensaje para Justin.

''¿Estás despierto?''

''Si, ¿por qué?''

''Abre la puerta''.

Me emocioné internamente y sonreí como una tonta. Me levanté y salí de la suite con cuidado de no despertar a las chicas. El pasillo que me separaba de la suite de Justin me daba escalofríos ahora siendo todo oscuro. Entonces vi cómo metros más allá su puerta se abría y él se recargaba a un costado, en el marco.

Corrí hasta allá en silencio y lo abracé por el cuello para posar mis labios sobre los suyos. Me devolvió el beso al instante, llevando sus manos a mi cintura.

—¿Los chicos están durmiendo? —susurré mientras entraba, con él detrás de mí.

—Si. —susurró devuelta.

—Quiero dormir contigo. —dije haciendo un puchero. Sonrió.

Justin cerró la puerta con cuidado y me guió hasta su cama. Los chicos estaban durmiendo. Damon estaba boca arriba, con un brazo sobre su cabeza, y con la mitad del cuerpo tapado. Fue al único que divisé. Justin abrió las tapas con cuidado y me metí, embriagándome con el aroma que ya su perfume había dejado en una de las almohadas.

Se acostó a mi lado y me abrazó, llevando mi cabeza a su pecho. Cerré mis ojos durante un segundo, y luego lo miré.

La cortina entre abierta de la gran ventana hacía que parte de las luces de la ciudad del pecado se colaran entre ellas e iluminaran magníficamente el rostro de mi prometido. Su rostro era fino y delicado, pero masculino a la vez. Sus ojos me miraron, y no pude evitar derretirme.

Seguía causando un efecto gigantesco en mí como el primer día.

Sus labios buscaron y los acepté gustosa, siguiendo el beso. Me encantaba estar así. Me encantaba que él fuera mío. Me encantan sus besos, sus caricias, sus mimos, y sus acciones. Me encantaba todo lo que viniera de él.

Cuando nos separamos besé su pecho. Pasé mis manos con suavidad por ahí, siguiendo el ritmo de las caricias que me hacían las yemas de sus dedos en mi cadera.

Subí mi rostro para mirarlo y sonreí. Tenía una pequeña sonrisa juguetona y sus ojos brillaban. Nos besamos de nuevo, pero esta vez gemí. Sus dientes habían atrapado mi labio inferior, y tiró de el con rudeza, como me gustaba. Sonrió en medio del beso, lo que me hizo sonreír a mí.

—¿Deseas seguir? —preguntó en un susurro que hizo que algo se quebrara en mi interior. Quería gemir de tan solo oír su voz ronca por la excitación. Me mordí el labio y miré a nuestro alrededor.

—Duermen. —agregó en voz baja.

—Si...—susurré cuando sus labios fueron a mi cuello. Comenzó a recorrer mi cuerpo con pequeños besos, alternándolos con pequeños mordiscos que no hacían más que encenderme más. Jadee en busca de aire, y se me salió un pequeño gemido cuando mordió con suavidad uno de mis pechos por encima de la tela.

BANG ll: Explosion of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora