CAPITULO 10

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Me causa risa lo pensado aquella noche. Siento nostalgia de aquel día en que estuve tan cerca de Leidy, cuando la rescaté del río, y tan lejos que aún me hallaba de la respuesta. Cada vez que paso por allí recuerdo ese momento. Un momento el que estuve en esas aguas turbulentas y la voz de Leidy me llamaba dentro de mi cabeza, conduciéndome hacia ella a través de las muchas personas que no me permitían nadar con libertad.

No sabía, entonces, como había logrado encontrar a Leidy en el río en medio del caos de personas tratando de salvar su vida de unas aguas que arrastraban barro, ramas, ropa-no sé de dónde-y un olor fétido, de muerte mezclado con excremento.

Pero ahora que lo recuerdo con mayor tranquilidad, recostada en mi cama como siempre que busco reflexionar, en mi mente, cuando me hallaba en el agua, apareció la imagen del lugar donde se encontraba Leidy.

Ahora me prepararé para irme a dormir. Y al igual que esa noche, soñaré con mi extraña amiga Leidy. La niña que cambió mi vida.


EL GATO NEGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora