— ¿Leidy será extraterrestre? No, por supuesto que no. Ese Raúl ya me llenó la cabeza de cucarachas. No puedo creer que esté pensando lo mismo que él. Para qué hablo con él sobre Leidy.
—Vanessa, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás hablando sola?
—Mamá, ya sabes que yo tengo la costumbre de acostarme en mi cama a hablar sola.
—Sí, ya lo sé pero no lo haces tan a menudo. Tampoco te dedicabas a hablar sola sobre tonterías.
—Mamá, yo aprovecho que hablo sola para hablar de tonterías—me sentí una tonta de verdad al hablar de tal tema con mi mamá quien decidió dejarme tranquila.
—Mami, ¿Vanessa se volvió loca? —preguntó mi hermana con voz inocente.
—No, hija, todavía no. Pero ya casi.
— ¡Mamá! —exclamé enojada y ella sólo rio mientras levantaba a mi hermana Sacha para llevarla a darse un baño.
Mi madre tenía razón. Yo casi no me dedicaba a hablar sobre lo que decía Raúl y más si se trataban de temas sin sentido. Me levanté de mi cama y salí a buscarlo porque habíamos convenido en jugar de nuevo video juegos al día siguiente, sábado.
Cuando salí, vi que él estaba sentado en la entrada de su casa. La puerta de Leidy estaba abierta y ella jugaba con su hermana ese juego de los naipes. Sería una buena oportunidad para saber de qué se trataba el juego pero hacía mucho que no pasaba tiempo con Raúl. Debía tomar una decisión.
—Hola Raúl—le dije.
—Vanessa, no quiero jugar contigo, era sólo un pretexto para hacerte venir. Quiero decirte algo. Vamos al parque.
Él se acercó a la banca en la cual me había quedado dormida el lunes de esa misma semana y retiró las hojas secas del árbol que nos cubría con su sombra. Raúl estaba inquieto, y me ponía nerviosa el sólo verlo caminar de un lado a otro.
—Vanessa—dijo deteniéndose por fin—, yo sé que te parece una loca idea que diga que Leidy es extraterrestre.
—Escúchame, Raúl, por si no recuerdas, yo también creo en extraterrestres pero todo lo que han dicho sobre ellos y los descubrimientos que prueban su inexistencia me crean dudas de sí existen o no.
—Y volviendo al tema sobre Leidy, ¿tú qué crees? ¿Qué es o no extraterrestre?
— No sé. Sólo creo que es extraña
—Me alegra que pensemos lo mismo, que estemos de acuerdo—dijo.
* * * * * * * *
Todo este misterio está acercando mucho a Raúl y a Vanessa. Tal vez esta historia tenga un toque romántico entre tantos sucesos extraños. ¿Tú crees que Raúl y Vanessa se gustan o se llegarán a gustar? Comparte tu comentario con tu respuesta y regálame un voto si el capítulo fue de tu agrado. Nos vemos.
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EL GATO NEGRO
ParanormalEra un día como cualquier otro: las vacaciones de enero, jugar con los amigos en la calle... Para Vanessa todo era normal. Hasta que vio doblar la esquina a un auto y un camión de mudanzas. Del auto se bajó una familia entre ellos, una niña de su mi...