Resolví ir al parque de recreación de mi viejo barrio para ver una vez más la piscina donde le enseñara a nadar a Leidy. A pesar de los años el lugar sigue igual. Camino alrededor de la piscina vacía por limpieza, luego me siento en unas bancas cerca de allí y a mi mente comienzan a llegar todos los recuerdos. Recuerdo cuando Leidy iba a entrar al agua, estaba muy nerviosa. Recuerdo cómo me reía de aquella vez que iba a llorar por no ser capaz de aprender a nadar.
Pero en esta ocasión no siento que se me dibuja una sonrisa en los labios sino que me resbalan lágrimas por las mejillas. Leidy marcó mi vida por completo. Quisiera echarme sobre el pasto a llorar, llorar hasta más no poder. ¡Cómo quisiera que con simplemente llorar mi amiga Leidy regresara! Pero es cierto que con llorar no se soluciona nada.
La semana transcurrió en un abrir y cerrar de ojos y estamos a un día de las graduaciones. Leidy estaría muy feliz de recibir su diploma y su Mención de Honor. Pero ella no estará mañana en el evento.
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¡Hola a todas y todos! ¡Felices fiestas! Perdón por tanta demora pero sé que vale la pena. He estado trabajando en la corrección de esta historia y tuve que digitarla de nuevo (además, mi celular murió y utilizaba la aplicación para actualizar). Bueno, espero que hayan disfrutado del capítulo, el miércoles subiré uno nuevamente.
Bye.
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EL GATO NEGRO
ParanormalEra un día como cualquier otro: las vacaciones de enero, jugar con los amigos en la calle... Para Vanessa todo era normal. Hasta que vio doblar la esquina a un auto y un camión de mudanzas. Del auto se bajó una familia entre ellos, una niña de su mi...