Había prometido a mi hermana menor, Sacha, que la llevaría al parque de juegos de mi barrio. Esa mañana me había despertado cerca de las diez de la mañana (¡Estaba de vacaciones!) y mi hermana no estaba por ningún lado. Fui a buscarla a su habitación y a juzgar por su orden supuse que había salido a jugar.
-Mamá, ¿dónde está Sacha?-le pregunté al bajar a desayunar.
-Está jugando con Leidy en el parque del barrio.
No lo podía creer. Mi hermanita menor estaba sola jugando con un ser extraño poseedor de poderes que podrían resultar destructivos. Pero no podía pensar eso de Leidy, ella no tenía la culpa de tener esos poderes y aunque fueran destructivos y peligrosos, Leidy nunca le haría daño a nadie y menos a mi hermana.
-Hola, ¿de qué hablan?
-De ti-me respondió Sacha-. Le contaba a Leidy que no haces otra cosa que comer y dormir y que no te preocupas por mí.
-Lo siento, Sacha, estaba muy cansada. Pero, ¿por qué no me llamaste?
-Te llamé, te grité y hasta te puse música con volumen y tú no te levantaste.
Leidy se reía al escuchar a mi hermanita pelear mientras seguía meciéndola. Yo ocupé el otro columpio y empecé a mecerme y mi mente por un momento me regresó a mi infancia cuando mi madre me llevaba al parque de juegos de algún barrio en el que viví cuando tenía la misma edad de Sacha.
- ¿Cuándo me perdonarás?
-Nunca-respondió y no dijo más.
Estaba acostumbrada a los berrinches de mi hermana pero me dolían en el alma cuando eran mi culpa pero nunca me ha gustado que alguien se moleste conmigo y más si se debe a que cometí un error.
-Sacha-intervino Leidy-, deberías perdonarla, ella te quiere mucho.
Mi hermana me miraba mientras Leidy la mecía.
-Está bien, te perdono pero sólo porque Leidy me dijo.
-Gracias-dije en tono de burla.
-Debe ser lindo tener una hermana menor-opinó Leidy.
Yo me levanté y cambié de lugar con Leidy para mecer a Sacha.
-Y no sabes cuánto-le dije en forma irónica.
- ¿Tú no tienes hermanos, Leidy?-preguntó mi hermana.
-Tengo una hermana mayor. ¿Te acuerdas de la chica que estaba viendo la televisión? Ella es mi hermana mayor, Sandra.
- ¿Tener hermanas mayores es lindo?-pregunté a Leidy.
-Para nada -respondieron Sacha y Leidy en coro.
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EL GATO NEGRO
ParanormalEra un día como cualquier otro: las vacaciones de enero, jugar con los amigos en la calle... Para Vanessa todo era normal. Hasta que vio doblar la esquina a un auto y un camión de mudanzas. Del auto se bajó una familia entre ellos, una niña de su mi...