Justin se levantó de la cama velozmente y corrió hacia la puerta.
—¡Mierda!— Gritó al abrir la puerta. Una nube más potente de humo se hizo presente. Cerró con fuerza y corrió hasta la ventana. —¡Ven, rápido!— Le ordenó. Rosalyn estaba pasmada, con el cuerpo temblando.
—¡James debe estar en su habitación! ¡No podemos dejarlo!— Gritó ella, a punto de estallar en llanto. Justin negó con la cabeza y corrió hasta ella. La jaló del brazo hacia la ventana.
—¡No hay tiempo, tenemos que salir!— Gritó desesperado. Ella se resistía.
—¡NO VOY A DEJAR A MI HERMANO!— Se soltó de Justin y corrió a la puerta. Abrió rápidamente y se percató de que el pasillo estaba ardiendo en llamas. —¡NO, JAMES!— Gritó horrorizada. Quiso caminar al frente pero ya era imposible. No podía ver nada, el fuego estaba acabando con todo. Rompió en llanto descontroladamente. Estaba aterrorizada. Sintió como las manos de Justin la tomaban por la cintura y la cargaban, sin previo aviso. De pronto estaba de nuevo en la ventana de su habitación, pero ahora por afuera. Estaba hincada sobre la pequeña azotea del techo. Justin la sujetaba.
—Necesito que saltes, ¡Hazlo!— Ordenó él. Ella negó con la cabeza.
—¡No, está muy alto! ¡No me iré sin James!— Gritó ella envuelta en lágrimas y miedo. Justin volteó hacia atrás, el fuego se expandía ahora dentro del cuarto.
—¡No hay nada que podamos hacer ya! ¡No podemos volver!— Gritó Justin. La sujetó del rostro, mientras ella no podía parar de llorar. —¡El fuego está en toda la casa! ¿Lo entiendes? ¡Necesito que confíes en mí y saltes!— Exigió. Ambos empezaron a sentir un calor enorme en sus cuerpos. El fuego estaba acercándose. —¡Ahora!— Gritó él. Rosalyn tuvo que tomar la poca valentía que le quedaba... y lo hizo. Sabía que no tenía más opciones. Se soltó de Justin y saltó desde el segundo piso, cayendo sobre el césped del patio de atrás. Sintió que los pies y las piernas le dolieron horriblemente, durmiéndosele por completo. Pero seguramente ese dolor no se compararía con el del fuego en sus venas. Segundos después Justin cayó a su lado, pero él se levantó rápidamente. —¿Estás bien?— Le preguntó, pero no esperó su respuesta. —¡Vámonos!— Gritó. La tomó de la mano y la ayudó a levantarse. Ahora ambos corrieron hacia el patio de enfrente. Justo cuando iban llegando hacia la banqueta, una explosión dentro de la casa los tumbó sobre la acera. Después otra explosión, de mayor magnitud. El sonido retumbó fuertemente por toda el área, mientras un círculo de fuego se expandía en el aire. Pedazos de vidrio y otros artefactos volaron por toda la propiedad, y Justin solo pudo hacer una cosa. Cubrió a Rosalyn con todo su cuerpo y la abrazó, mientras ambos estaban recostados sobre el suelo.
-
Justin abrazaba fuertemente a Rosalyn contra su torso. Estaban de pié frente a la casa... o más bien, los restos de ella. Johán había llegado en cuanto le notificaron del accidente, estaba junto a algunos policías tratando de hayar la causa de esto. Esperando noticias sobre... James. Con esperanzas de algún milagro. Los bomberos hacían su trabajo duramente mientras el fuego continuaba consumiéndolo todo. Era pésimo. Era terrible la manera en que un incendio podía acabar con todo en un abrir y cerrar de ojos... todo lo que algún día fue su hogar, su familia, su lugar para estar bien, incluída la ropa, muebles, cosas de valor, recuerdos... todo simplemente se esfumó. Eran cenizas ahora. Negras y débiles cenizas.
—Tranquila— Le susurró Justin. —Vamos... vamos a estar bien— Prometió. Pero a pesar de todas sus confiables palabras de aliento, Rosalyn continuaba sollozando. Esto le dolía demasiado.
—La casa no me importa— Contestó ella. —Ni lo que se haya quemado... son cosas materiales que se pueden reemplazar, yo solo quiero ver a James— Se lamentó ella. —Quiero saber que está bien... quiero creer que salió de la casa antes de que esto ocurriera— Susurró con lágrimas en sus ojos.
—También yo muñeca, también yo...— Exclamó desolado.
-
—Entonces, ¿Qué dices?— Preguntó él con voz rígida y autoritaria. Puso el cigarrillo sobre sus labios e inhaló profundamente. Lo mantuvo en su boca un momento, lo observó fijamente y soltó la capa de humo cerca de su rostro, haciéndolo tocer. —También tendrás que aprender a fumar— Se burló.
—Yo...— Pensó un poco. Losnervios, el miedo y la curiosidad no eran un buen aliado ahora, estabanconsumiéndolo. —Acepto— Finalizó, con un fuerte suspiro.

ESTÁS LEYENDO
El Paso Final. 2temp
Novela JuvenilSinopsis. Él se había dado cuenta de que esto apenas iniciaba. Aunque todo estuviera en su contra, estaba decidido a hacerlo. Acabaría con todo de una vez por todas. Pero ahora, había un pequeño problema: No estaba solo. Si creía que su pasado había...