Desconsolada.

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Luego de mi gran huida, llegue a mi apartamento, lo bueno es que quedaba en la 5ta avenida y estaba lejos del desastre. Al entrar a mi apartamento Pongo salió a recibirme. Pongo es mi perro, Elena se había enargado de él en mi ausencia.

Luego de revisar con la mirada mi hogar, sentí la necesidad de llorar, llorar sin que nadie me detuviera.

Creo que la descarga de adrenalina y la euforia, ya había desaparecido de mi cuerpo. Recordar todo lo que pasó, cada minuto de esa horrible escena, hacía que mi cuerpo temblara y que me derrumbara cada segundo.

En eso abrieron la puertan, sentí como me abrazaban; sin siquiera ver me aferre a su pecho.

- ¡Calmate ya estoy aquí.!- Era mi padre, Emilio.

Estuve asi, durante 1 hora. Él sabía perfectamente como calmarme. Me pasaba la mano por mis brazos acariciando cada parte. Eso me relajaba. Me acorde cuando me metía en su cama, por miedo a los truenos.

-Zair, me comentó lo que habia sucedido, así que agarre el primer vuelo.-

Mis padres se encontraban en Miami por unos dias de descanso y cuando se trata de descansar, no ven noticias.

- Fue horrible.-logre articular.

- Te dije que era peligroso, que no debías hacerlo. No sé que querias probarte.-

- Quería probar que era digna de mi...-No continúe y me aferre más a su abrazo.

- Eres eso y mucho más. Se bien lo que siempre haz sentido Tori. Y por más que tu madre te explicaba y tu te querias hacer la fuerte, se que no superas el hecho de que...- En eso tocaron la puerta.

- ¿Quieres que abra?-Mi padre se separó y me toco de la barbilla para que lo viera.

-Si..-Me levante y camine a mi cuarto.

Entré y me tumbe en la cama, muy rapido abrieron la puerta y dos cuerpos se acomodaron uno a cada lado. Eran mis amigas.

-Manita, te encuetras bien.- Era Elena.

-Vimos lo que sucedió, traté de llegar a la torre y un loco con complejo de Legolas me lo impidió.- Se quejo Rebecca. Ese era Clint.

- Estoy bien, solo quiero desaparecer por un tiempo y olvidar todo lo que paso.- Me aferre a la almohada.

- No quiero ser imprudente como Rebecca..-Dijo Elena...-Oye...- Se quejo Rebecca. Elena puso los ojos en blanco. -...Qué pasó exactamente. Y por qué estabas ahí.-

Le comenté todo a mis amigas, Elena me consolaba, sabía que estaba desecha. Rebecca escuchaba atenta el relato, abrazando la almohada.

-Te juro que ese Barton sabrá, que nadie puede golpear a una hermana de Rebecca Minardi.- Mi padre entró con 3 cajas de pizzas y los 4 nos pusimos a ver una película. Mi padre bromeaba y nos hacia recordar nuestras pijamadas de niñas, a las cuales siempre estaba con nosotras, a pesar que mi mamá se oponía.

Pronto me quedé dormida junto a mis amigas y mi padre. Mi cama era lo suficientemente grande para todos.

I Naked  Without You!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora