I Naked Without You!

Recuerdos del primer encuentro.

Llegamos a la Torre Avengers, mi padre le había cambiado el nombre, tras la remodelacion. Ahora si había tomado en cuenta mis sugerencias; bueno algunas, muy pocas en realidad. En fin, llegamos y yo me fui  a mi recámara con todos mis amigos, dejando a los super héroes en la sala.

En el camino, me encontre con Hill, que al verme me dio un fuerte abrazo. Y saludo a mis amigos. Pude notar ciertas miradas entre ella y Ángel... hum! Mis antenitas detectan un futuro prometedor.

-Ya se lo que piensas.- Me dice al oído Rebecca.

- Y que crees.!-Le pregunto señalandolos.

- Su ropa es genial...- La miro frunciendo el ceño. -Y tambien me gusta para Ángel. Ambas reimosr y fuimos a ducharnos.

Ya listos, las chicas se pusieron alho de mi armario y yo le traje algo del armario de mi padre a Ángel. Ellos ya habían bajado a comer algo y yo todavía no me duchaba, solo estaba perdida en mis pensamientos viendo por la ventana. En eso Steve entra por la puerta.

- Hey! Ya vamos a cenar...-Me ve y se extraña. -En serio, todavía no te has cambiado.?- Se cruza de brazos.

- No se que ponerme.!- Señaló toda la ropa que había en mi cama y toda la que eataba en mi vestier. 

-Bueno en eso creo que yo... no te podre ayudar.- Se pasa la mano por el cabello. Yo sonrío y vuelvo aver por la ventana. Él se me acerca y me abraza.

- Recuerdas la primera vez que me viste.?- Sonrio al recordarlo.

- En mi defensa, no soy Rebecca.- Muevo de un lado al otro mi cabeza.

- No me refiero a ese día. Si no al día que chocamos corriendo en el Central Park.- Abri mi boca sorprendida.

Flash back.

Corría de lo más campante por el central, necesitaba despejar mi mente. Mi padre  habia dicho públicamente, que él era Iron Man. Ese hombre no esta cuerdo.

El y mi madre hicieron este estupido trato por mi bien. Ambos están locos. Yo estoy de lo mas feliz viendo a cuanto chico lindo me pasa por el lado corriendo y suena mi teléfono.

-Bueno.!- Era mi madre por encima vez.

-Has hablado con tu padre.-

-No! Para qué?.- me detuve y me agache toda agitada.

-Tori, este es un momento importante para el...-

- A ver ma' yo no estoy publicamente ligada con él, me da igual en aue momento esté.- le interrumpo.

- Victoria Lorena. Es tu padre y ya hemos hablado innumerable veces del tema. Prometeme que irás a verlo. - Pongo los ojos en blanco.

- Esta bien, te prometo que iré ral vez manana o la semana que viene...- Iba a devir algo pero le colgué.

Segui corriendo, sin prearae atención a la concrrsacion con mi madre.  En eso pasa por delante de mi, un niño corriendo con su perro y me enredó en su cadena y caigo de espalda, pero antes de llegar al suelo, me sostienen de los brazos y me levantan, en eso me veo envuelta en unos fuertes brazos y un tonificado pecho.

Levanto lentamente la mirada y ahí está, un chico sacado de la publicidad mas sexy de Calvin Klein y no me refiero a la de Justin Bieber. Era rubio, ojos azules era wow!!

Ambos nos quedamos viendo durante un rato, hasta que el niño de la correa que estaba entre mis piernas, empieza a halar de esta y ambos resbalamos y caimos uno sobre el otro. El encima mío.

El niño se zafa y sale corriendo con el endemoniado perro.

- Te encuentras bien.?-Dice el chico levantandose y dandome la mano para ayudarme.

- Si gracias por la atajada.- Le sonrío.

- De nada.- Voltea a otro lado...- Bueno yo me tengo que ir... -Dice pasando su mano por el cabello.

- Yo igual... eh! Gracias de nuevo...- Me despido con la mano y empiezo a caminar del lado contrario al de él. Casi por instinto volteo a su dirección y me encuentro que él también había volteado, le sonrío y nos perdemos entre el mar de gente.

Fin del flash back.

Me volteo y quedo al frente de Steve... Y me pongo a reir.

- Claro desde ese día, comenzaron mis sueños contigo y los demás.- Steve ladeo la cabeza sin entender.

- Si y a los pocos dias, empezaste a ir a la cafetería. Tú no me viste en ningún momento, bueno hasta la apuesta y yo te veía y todos los días.-

- En serio..?- Asintió. En eso me fui acercando y abrieron la puerta, interrumpiendo lo que de seguro seria, un genial momento romántico. Ambos nos separamos.

-Si, ya extrañaba estas interrupciones.-Ambos reimos. Elena nos veía raro.