Encuentros.

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Los rayos del sol entraban por una pequeña abertura de mi cortina. Como pude me estire, todavia me dolia un poco mi costado derecho. Tengo una cuenta pendiente con Clint.

Me levanté y fui a la cocina. En ella ya se encontraba mi nana Sarah haciendo café. Había llegado ayer, tras haberse enterado de lo acontecido. Ella es mi segunda madre.

-Tú padre volvió a llamar.- Dijo al verme entrar, se acercó a mi y me beso la frente.

- Qué loco... Si me vio anoche antes de irse...- Me dirigí al banquito de mi cocina y agarré una banana.

-Sabes que no me refiero a Emilio.- Colocó la taza frente mío.

- Ah..!-. Suspiré y le di un sorbo al café. Pronto, un recuerdo se vino a mi mente. La vez que conocí a Steve en la cafetería, sonreí bobamente al recordar lo nerviosa que me puse.

-También llamó un Capitán Robert... - Levante la cabeza y con la banana en mi boca y la vi extrañada... -..dijo que hoy a las 4:00pm en el Central Park, regresaría Gorh...Phorr...veía a todos lados, trataba de recordar el nombre.- ¡Thor! Dije suspirando. - Y el Capitán se llama Rogers. - Me levanté y me dirigí a mi cuarto con la taza de café. Me sente en mi ventanal y podía ver a lo lejos, la Torre Stark.

- Nana, ya regreso. Voy a pasear a Pongo.- Salí del apartamento con una franelilla blanca, un short a la cintura, sueter marrón y convers a juego. Extranamente observé, que la franelita que llevaba Pongo, era azul y tenia una estrella roja en el centro.

-¡Esa fue la Rebecca!.- Me queje esperando al ascensor. Cuando se abrieron las puerta de este, vaya sorpresa.

- ¡Estas viva!.- Una Natasha muy emocionada me veía y abrazaba. Junto a ella; venía Clint que al verme, bajo la mirada. A él tampoco le respondía la llamada.

-¡Hola!- Los saludé con la mano. Clint detenia las puertas de ascesor cada vez que intentaban cerrarse.

- ¿Entrarás o te vas a quedar ahí? Dijo la pelirroja.

Entre al ascesor, Clint jugaba con Pongo, ya que ambos se conocían.

- ¿Así que fans del Capitán América, ah traidor.?.- Le acariciaba la barriga a Pongo, este estaba patas arriba.

- Ahora me explicarás qué pasó, por qué desapareciste y de paso no respodías el tlf. Fury anda como loco, tratando de ubicarte. Esta preocupado por ti.- La mire extrañada. - Si es raro verlo así, pero dice que eras el punto ciego de nosotros, quién nos ponía en la raya y sacaba las sonrisas.- Fury dijo eso pensé

- ¿En serio?.- Ladee la cabeza.

-Y si vieras al Capitán, ese está peor. Llama a cada rato a Stark para saber de ti. Creo que Stark ya bloqueo sus llamadas. Por eso tuve que darle el teléfono de tú apartamento.- Al fin hablo Clint, pero sin mirarme.

- Si, llamó y hablo con mi nana.- No le di importancia. -¿Así que hoy se va Thor?- Se abrieron las puertas de ascensor y salimos, Clint me quitó la correa de Pongo, para él llevarlo.

-Si, ya con el Treserrapto podrán irse.- Sólo suspire un Ok. - Thor quiere saber si irás a despedirlo. Imagínatelo preguntando " La princesita Midgarniana vendrá a mi despedida" .- Trató de imitarlo y me lo imagine eso me causó gracias.

Llegamos a la puerta del edificio, para luego ponernos frente a frente.

-Todo el equipo va a estar ahí...- Dijo Natasha agarrandome por ambos brazos y obligandone a verla. -..Y tú eres parte del equipo. Así que te quiero ver en el Central Park, o te daré una paliza peor que la de Clint.- Este, abrió los ojos, me miró y pude ver la vergüenza en su mirada, el dolor por lo que me había hecho.

Nos despedimos. Pongo no se quería despegar de Clint, pero lo logré. En mi mente se creo una guerra, debería ir o no. Natasha había dicho que estaría todo el equipo. Tenía muchas ganas de ver a Bruce y a Hill; aunque ver a Hill me recordaría a Philps y todavía me dolía su muerte. Thor se convirtió en un buen amigo mientras estuvimos en el Helicarger, me contaba sobre Asgard y me encantaba sus historias. Me gustaría despedirme de él.

Como cosa del destino, Pongo se detuvo frente a una pastelería, recordé que a Thor, le gustan las donas y la nutella. Así que entre y compré muchísimas. Las personas me veían, seguro que pensaron que era bulímica, osea tan delgada y comía todo eso. Ya la disputa había terminado, iré al Central Park y que sea lo que Dios quiera.

Lo extraño de todo, era que no sabía por qué, pero lo que realmente me afectaba, era ver a mi padre y Steve.

I Naked  Without You!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora