I Naked Without You!

No dejaré que vuelvas a huir.

Estaba ida, era impresionante como los colores amarillo, rojo, naranja, se fundian en uno solo, haciendo iluminar el cielo de una forma maravillosa. Una voz , me sacó de mis pensamientos Shakespieranos.

- No había visto uno tan bello como este, desde que desperté.- Steve estaba a mi lado, viendo al horizonte.

- Genial.- No sabía que decir. Cada vez que estoy con este hombre, no se qué decir. Trate de arme la vuelta, pero este ya estaba frente mio y me tenía acorralada contra el puente.

- No huiras esta vez.- Estaba serio, con el ceño fruncido. No supe que responderle asi que me di la vuelta como pude dandole la espalda. Sentí como suspiro bruscamente.

- A la final, si eres digna Stark.- Solto en un suspiro. Sin voltear y ladee mi cabeza. - Eres indecifrable, temperamental, extremadamente terca y sobretodo...- Antes que terminara de hablar, me voltee y lo tenía frente a frente, a sólo milímetros. Gracias a mis botas de tacón alto, estaba casi a la altura de su hombro, pero como ahora se encontraba inclinado, quede cara a cara y así logré que dejara de hablar.

Nuestras respiraciones chocaban una con otra. Sin darme cuenta, tenia mis manos en su muy tonificado pecho. Estaba tan cerca y a este, no le parecía importarle. Pero desde luego....

- ¿Recuerdas que te prohibí encuentros románticos, hasta que cumplas los 70.?.- Llegó mi progenitor, ambos nos separamos de inmediato y disimuladamente. - ...Pero ahora que lo pienso Rogers, tú tienes 94. Asi que si puedes tener encuentros románticos...- Se burló. Steve se puso serio.

- Ya quisieras verte así a los 94 años Tony.- Ahora la que se burlaba era yo.

- Me veré mejor.- Respondió.

- Lo dudo.- Quise irme pero ambos me detuvieron. Es que acaso me tenían preparado una emboscada.

- Sé que hablaste con Romanoff y Barton. Le traistes presente a un alienigena y de paso abrazaste a Hill... Ahora la pregunta es... Cual era la pregunta Capitán.?...

Steve puso los ojos en blanco - Tori, qué pasó, por qué desaperiste, por qué no respondías nuestras llamadas...- Un Steve preocupado me tomaba de las manos.

- Respondía tus llamadas... Yo llamaba a su madre y me enteraba de todo.- Steve le dio una mala mirada.

- Es complicado.- Baje la vista. Este me tomo de la barbilla obligandome a verlo. - ¡Explícame.!- Sonrió. -Saben qué, yo mejor los dejo solos. Esto no me esta gustando. Mi hija, con un viejo de 94 años. ¿Acaso no te acuerdas que salió huyendo cuando te vio? El del problema eres tu Capitán helado.- Le dio unas palmadas en la espalda y luego me miró. - No creas que no sé, qué es lo que realmente te sucede y sabes lo que me molesta más... Que luego de todo por lo que hemos pasado; aún dudes de mí.- Se puso sus gafas de sol; sol que ya no había y se fue.

- ¿El problema es él o yo?- Pregunto Steve.

- Todo lo contrario...Soy yo.