I Naked Without You!

¿No pasa nada?

La tarde de chicas, no estuvo tan mal. Natasha es realmente divertida.

- Aja... ahora me gustaría una de vaqueros...- eso respondía cada vez que le decía que no había nada entre Steve y yo.

- Es en serio Nat...- Le doy un sorbo a mi café.

-Bueno yo he estado buscandole posibles citas. -Mi corazón dio un salto. Natasha me miró...- Pero mejor dejo de hacerlo o te dará un ataque y luego tu padre me mata...-

Asi seguimos hablando - Aja y tú? - Ya me tocaba. - Yo qué? - Responde como si nada.

-No te hagas.-Digo alzando una ceja.

-El amor no esta hecho para mí.

- Eso no es cierto...-Le reprochó. -El amor esta ahí para todos, lo qje nos pasa es que a veces, es difícil darnos cuenta o en ocasiones puede ser que no pertenezcas al mundo de esa otra persona. O en mi caso... han hecho jugo con mi media naranja...-

Natasha solto una carcajada. Todos los del restaurante nos quedaron viendo. Cuando de la nada en el televisor apareció una persecución de una camioneta negra. El semblante de Natasha le cambió.

- Nat, pasa algo.- Pregunté.

-Es Fury.- Me señala la pantalla; se levanta y me hace una seña para que salgamos. Obvio pagamos.

- Será mejor que te vayas a la casa de Steve.-! Me llevó arrastras a mi carro, sin explicaciones.

- Nat qué pasa?- No me dio respuesta.

- Estarás segura con Steve...- Se monto en su carro y ambas salimos.

Me encontraba estacionando frente al edificio de Steve. Lo llame pero no me respondió así que fui si avisar.

Entre al edificio, el portero me reconoció así que me dejo pasar sin problemas. Me subí al ascensor, estaba preocupada por Fury, ese me caía bien. Le hacía bromas diciendole que era una mezcla entre Will Smith y Jack Sparow. Ustedes seguro entenderán el chiste, él todavía no.

Se abrió la puerta del ascensor y camine por el pasillo ahí vi a Steve hablando de lo mas alegre con una rubia... ya va... le acaba de invitar un café.? Al verme sonrió yo estaba seria... es una paleta helada muy coqueta.

La rubia volteó y me miro mal. Osea que le pasa, ah claro, seguro le arruine su momento romántico...

- Tori.! Pasa algo..? - Se me acerca y toma mi mano. La rubia da un suspiro... jah! Sé que se frustró. - No se, dímelo tú.?.- le respondí levantando una ceja y viendo a la rubia.

-Vamos dentro...- Me hala hacia la puerta de su apartamento. Paso por el lado de la rubia cual diva y agitó mi cabello... digno de mi padre y Rebecca.

- Dejaste el estero encendido...- Dice la rubia antes de irse..

- Gracias, que descuidado soy...- Le sonríe y esta se va... Lo miro extrañada.

- Tú no eres descuidado..- Este me aleja de la puerta y coloca detrás de él...

- Si te digo que te quedes aquí, por primera vez, harás caso. - Me mira serio y asiento. No me quedaba de otra, sabía que algo pasaba.

Steve entró por la ventana, bueno eso pienso... me estaba comiendo las uñas, por qué se tarda tanto este hombre. Le pegué un golpe a la pared con mi cabeza de frustración y al fin abrió. Me miro extrañado, ya que me acariciaba mi frente del golpe que me dí, seguro tengo un chichón.

-Qué te pasó.? -Me paso sus dedos por mi frente.

- Se me atravesó la pared...- Solo cabeceo y me hizo señas que entrara, antes de cerrar vio a ambos lados y luego cerró.

Todo estaba oscuro y quise prender la luz, pero Steve me detuvo.

- Señorita Stark, es bueno volver a verla.- Un Fury totalmente herido yacía en el sofá. Quise acercarme , pero Steve me volvió a detener.

- Tenemos que curarlo.- Dije desesperada... En eso un silbido se escuchó y la ventana se rompió, Steve se colocó sobre mi protegiéndome. Fury cae al suelo.

-Oh por Dios...! - Me acerco corriendo, Sreve trata de detenerme pero fui mas rápida. Steve se coloca mi lado, mientras hago presión en la herida.

- No confíes en nadie.- Dice a Steve y le entrega algo. Luego me mira...- Tori aléjate de todo esto... Aléjala Steve. - Ambos nos quedamos viendo. En eso se oye un estruendo y adiós puerta de Steve. Entra la rubia teñida apuntando un arma... ok qué?

-Capitán Rogers, soy la agente 13 de SHIELD estoy para protegerlo...- Lanzo una risa corta... Cómo se le ocurre que ella puede proteger a Steve.

- Quién lo ordenó.-? Dice Steve desconcertado.

- Él.! .- Responde y señala a Fury inconsciente. Se acerca a éste y me aparta de su lado... ay la mato. Habla por el radio...

- Diles que voy en persecución del sospechoso.- Veo como Steve mira a la ventana. - Agente proteja a la señorita Stark...-

-Pero...!- interrumpió la teñida.

- Es una orden.- Gruñó Steve, yo sólo sonreí. Y salto por la ventana.

Los minutos se hicieron eternos. En un segundo ya se llevaban a Fury al hospital y demasiados agentes para mi gusto estaban en el apartamento de Steve. Yo solo estaba sentada en un sofá. Esperando que mi capitán apareciera.

En eso oí la conversación de la teñida y otra agente.

- Es la hija de Tony Stark. Es toda una princesa..- Dijo la teñida.

- Pero por lo visto anda con el Capitán Rogers.- Respondió la otra.

- No lo creo, El capitán es demasiado para una niña mimada.- Ambas voltearon a verme y yo como buena niña quise acercarme a saludar, y gritarles hasta del mal que se iban a morir, pero me detuvieron del brazo.

- Te sacaré de aquí.- Era Steve; solo lo abracé y él me envolvió en sus brazos. Salimos de ahí y me tomó me la mano. Podía imaginarme la cara de las idiotas esas, así que sonreí victoriosa. Varios agentes nos escoltaban.

- Se puede decir por qué sonríes, luego de todo esto? - Me mira con el ceño fruncido.

- Nada.! No me hagas caso.- El tenía razón, no debí hacer tal cosa.

Llegamos a la clínica y tal cual, estaba resguardadas por agente. Steve esperaba apoyado del cristal y yo estaba sentada en el suelo con mi cabeza entre mis manos. En eso me sobresalto al ver a una Natasha correr desesperada. Me levanto de golpe y me posiciono a su lado en el cristal.

Los doctores hacían todo, apareció Hill. Y ahí estábamos los 4 esperando... en eso todo pasa rápido y lo que no me imagine....Fury fallece.

Hill se aleja, Natasha se queda parada viendo a la nada. Yo me tape mi rostro con mis manos y Steve posicionó sus brazos a mi lado atrayéndome a él. No podía creer lo que acababa de ocurrir.