Capítulo 10: Dos Bombones Que Se Parten

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*Ahí está, ahí está, ahí está* pensé cuando lo ví.

¡Estaba en presencia de Gianluca Totti! Okay.. Todos se preguntarán con quién estaba.. *Sólo; es nuevo en la ciudad y en el colegio..* pensarán. Pobres inocentes. Pues la respuesta es no. No estaba sólo. Estaba muy bien acompañado, por esa perra llamada Dalia. Él la abrazaba por la cintura y ella también lo abrazaba por la de él.

Instantáneamente apreté mi mandíbula y mi cara comenzó a tornarse colorada de ira. Sentía la sangre caliente recorrer mis mejillas. Male pareció notar esto, ya que decidió correrme de ese lugar y me llevó al baño. Entré en él y me lavé la cara con agua de los lavaderos, sin decir palabra. Ninguna de las dos decía nada. Mi amiga sabe bien que cuando estoy enojada, cualquier palabra puede hacerme explotar aún peor.

Cuando salimos de los baños del colegio, vimos a Sol, que recién ese día había vuelto de Uruguay.

- ¡Solchi! - exclamó Male corriendo hacia ella para abrazarla - ¡Te extrañé mucho! -.

- ¡Solchita! - dije acercándome a ellas para también abrazar a la recién llegada -. Te extrañamos demasiado, amiga -.

- ¡Yo también las extrañé mucho, chicas! - dijo Sol - pero a vos, Caro, te noto rarísima. ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? -.

- Lo que pasa es que le gusta un pibe que está mas fuerte que las gambas de Leo Messi y él se la chamuya a otra. Es corta - dijo tan seca y dura mi amiga.

- 1°: el pibe no me gusta. Solamente es lindo. 2°: es su problema si quiere meterse con una puta barata, que según Martín, todos los días está con un chabón nuevo. 3°: No te metas con Leo Messi ni sus gambas, porque él es mio, completamente mío. Esto puede terminar feo de lo contrario - respondí.

- Si claro. Como digas y mandes.. Cada vez que lo ves se te cae el calzón. Digo.. La baba - dijo burlándose de mí y riéndose.

- Que lindo lo que decís, eh. Me hace pensar que con amigas como vos, para qué carajo quiero enemigas ¿no? - dije a Male, que seguía riéndose de mí y mis reacciones.

- Bueno. Se me calman la dos, recién llego y ya están discutiendo. No, así no - dijo Sol haciéndose la ofendida y haciéndonos reír a las tres, olvidándonos de Gianluca y todo el drama de adolescentes y sus hormonas.

Fuimos hasta la galería, para ir al salón de clase. Pero ahí estaba él, con su NOVIA DESABRIDA.

- Sol, disimuladamente, mirá para tu derecha, que ahí está Gianluca, el nuevo vecino y nuevo dueño del corazón de Caro - dijo Male, haciéndose la romántica.

- ¡¿DONDE?! ¿DONDEESSTAELCHABONQUELEHAROBADOELCORAZONAMIAMIGA? - dijo la hija de.. (*Ssshhh* dice el público prediciendo las palabras de la autora) Sol prácticamente gritando. Dejemos el insulto y dejémoslo en Sol, que se dio vuelta desesperadamente como si su vida dependiese de ello.

- ¡Callate loca sacada de manicomio! - dije susurrando.

- Bueno, ya entendí. Es ese que está con la rubia de ropa excesivamente exhibicionista, no? - Dijo Sol, sorprendiéndome con su predicción.

- Si. ¿Cómo sabes? - dije atónita.

- Fácil. Por varias cosas: 1. es el más lindo que está en la galería. 2. esa rubia tiene toda la pinta de perra. Del tipo de perra que supuse. 3. Cuando llegaste a la galería, sus ojos se clavaron en vos. Se nota que a pesar de chamuyársela a ella, es a vos a quién come con la mirada - dijo Sol, sorprendiéndome aún más. *Naah, esta piba está borracha* pensé.

- Nada que ver. No seas gila, Sol. ¿Vamos a clase? - dije haciéndome la desentendida y cambiando de tema. En el fondo yo sabía que él me miraba, pero prefería auto convencerme de que no era así, para no acabar desilusionada y con el corazón roto. 

- Dale - dijo riendo y triunfante la recién llegada de Uruguay. *Tengo que conseguirme amigas nuevas. Unas que no me conozcan tan a la perfección* pensaba.

En el camino al aula, ella nos contó un poco del hermoso país que visitó. Nos contó cada detalle del lugar y no se le pasó contarnos de ese tal ''Nicolás''. Hasta nos mostró fotos de él. Nada mal, a decir verdad. Ella lo había conocido en la playa y siguieron en contacto, pero ella dudaba volver a verlo.

Entramos al aula, nos sentamos y tocó la campana de ingreso. La profesora de Geografía entró y la clase transcurrió normal. Luego de 80 minutos sonó de nuevo el timbre para salir al recreo.

Salí al patio y ahí estaba él. Al parecer la puta, digo, Dalia, se había ido a su secundaria. Él estaba charlando con otro chico, que la verdad no era tan feo.. Su cara me sonaba. ¡Si! Ese pibe venía a la secundaria hace un tiempo, y se llamaba Roberto. No.. ¿Rogelio? No, nada que ver. ¿Rodrigo? Rodolfo. No, ese tampoco. ¡RAMIRO! Ahí está. Ramiro, así se llamaba. Le decían Rama y era muy lindo la verdad. Un poco atrevido y rebelde, pero lindo. Igualmente, Gianluca era hermoso, Ramiro no lo alcanzaba. Noté que me miraban y justo en ese momento llegó Male a mi lado, ella también lo notó.

- Como te miran, mi vida - dijo Male burlándose.

- ¿Y cómo sabes que no te están mirando a vos? ¿Eh? - respondí, aunque yo sabía que me estaban mirando a mi.

En ese momento, esos dos bombones que se partían comenzaron a acercarse a nosotras. *Se están acercando, se están acercando, se están acercando* pensé, con las pulsaciones a mil y con las piernas temblando.

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¡Holaaa! ¿Cómo están, gente? Espero que muy muy bien, y de no ser así, hay que ser positivos y salir adelante. Yo conozco a gente que está saliendo de cosas jodidas y los admiro. Me incluyo, porque no estoy en mi mejor momento. Pero bueno, a seguir remándola..

Bueno, acá les dejo el nuevo capítulo. Espero que lo disfruten mucho y muchísimas gracias por leer la novela, votarla y comentarla. Me es de gran ayuda y me alienta a seguir. Saber que a alguien le gusta mi novela, me dan ganas de seguirla..

¡Besosss!

Romi

El vecino de enfrenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora