El vecino de enfrente

Capítulo 29: "Pedazo de caramelito te estás comiendo.."

Subí a mi habitación luego de reírme un rato sola al lado de la ventana. Ojo, fue una risa silenciosa para que no me escuche nadie. Pero cómo no reírme? Si hubieran visto esa cara de desorientado.. Esa cara de nabo.. Es indescriptible esa sensación de satisfacción al vengarme de de esa manera con él. Bueno, me fui de foco. Le estaba contando que.. Qué les estaba contando? Ah, ya me acordé. Subí a las escaleras, me dirigí a mi habitación, me acosté en mi cama y me costó dormir, ya que no podía parar de pensar en lo lindo que estaba Gian en el Bowling. Parecía imposible lo perfecto que estaba. Ese pelo que te dan ganas de acariciar, esos ojos con los que te mira y te hipnotiza, esa sonrisa con la que te sonríe y te atonta.. No estaba dormida, pero él era un sueño. Otra vez me fui de foco.. Como les contaba: Tampoco pude dejar dormir a mis compañeras de casa, ya que no podía parar de reír por la venganza que llevé a cabo, que por cierto, era muy necesaria. Una cucharada de su propia medicina no le venía nada mal. Fue un mano a mano. Un ojo por ojo, diente por diente diría mi mamá.

Por fin pude dormir y al otro día me levanté a las 10:00 a.m.. Era viernes.. No daba como para levantarme más temprano. Viernes. Ya era viernes. Que lindo suena. El segundo mejor día de la semana, después del sábado. En viernes empieza la joda.. Y en sábado continúa la caravana.

Me levanté con el pijama y me fui a desayunar a la cocina directamente. Por qué vestirme, si en un rato me bañaría y me tendría que volver a cambiar? Al re pedo lo iba a hacer. Y gastar energía en pelotudec** no era de mi agrado. Menos en un viernes.. La flojera reina en este día de la semana. Bah, como en todo el fin de semana.

Saludé a mi mamá y nos preparé unos café con leche a cada una. Nos sentamos en la mesa y comimos unas tortas fritas mientras escuchábamos la radio.

Terminé y me fui a lavar los dientes al baño de arriba. Cuando acabé, me metí a bañar y tardé unos 15 minutos. Salí y ahora si: me vestí como debía, es decir, no unos pantalones anchos y una remera también ancha hasta la rodilla con los que asustaba hasta a el espejo de mi pieza. No: Me puse unos pantalones cortos azules con estrellitas blancas y una musculosa blanca, ya que hacía mucho calor. Abajo, me calcé unas Crocs negras con blanco.

Preparé mi mochila para la escuela y luego bajé a ayudar a mi mamá a hacer la comida. Hicimos unos bifes con puré de papas. Camila ya se había levantado y estabamos comiendo. No se por qué, pero se me ocurrió revisar el WhatsApp, y en el grupo de mi curso anunciaron que se suspendían las clases por falta de agua. Me levanté de mi silla y empecé a saltar y a gritar como una loca, ganándome como respuesta las miradas de mi mamá y mi hermana. Pero no eran miradas normales, eran miradas como diciendo: "Qué te pasa, loca? De qué manicomio te escapaste, bolud*?". Les expliqué por qué festejaba y ellas lo hicieron conmigo. Zafar de un día de colegio es un regalo del cielo. Es ahorrar 5 horas de aburrimiento para utilizarlos cosas más importantes e interesantes: mirar tele o comer chocolates.

Después de unos segundos, alguien tocó la puerta. Ni idea quién podría ser.. Yo abrí y del otro lado estaba Gian, saludándome con un beso en la mejilla y dejándome helada.

- Hola Caro, te venía a decir que no hay clases. Capas que ya sabías, pero preferí venir igual -.

- Si, ya sabía, pero te agradezco que hayas venido hasta acá - dije mientras le sonreía -.

- Igual, no tuve que caminar tanto, vivo enfrente - dijo y ambos reímos. Pero alguien interrumpió mi risa: Mi mamá. Apareció a mi lado y le empezó a dar charla a Gian -.

- Holaa - dijo mi mamá -. Vos sos el famoso "Gianluca"? He escuchado MUCHO sobre vos - e hizo énfasis en el "mucho" -.

- Holaa - dijo algo nervioso Gian -. Ah, si? - y me miró sonriente -. Bueno, yo vivo en esa casa - dijo señalando su casa -.

- Si, he cruzado un par de palabras con tu mamá. Me cayó muy bien la verdad. Una mujer muy simpática - dijo mi mamá -.

- Es una mujer con carácter, pero es buena - dijo orgulloso Gian -.

- Se le nota que tiene personalidad fuerte.. Yo soy igual - dijo mamá, y a mi me dejaron tocando el violín | Tranquilos, es una expresión. Quiere decir algo así como que me dejaron afuera de la conversación. | -.

- Vos sabés mi nombre, pero yo no sé el tuyo.. - dijo Gian -.

- Carmen me llamo - dijo mi mamá -.

- Reunión familiar? - apareció mi hermana entre mi mamá y yo. Miró a Gian y le guiñó un ojo. Pendeja atrevida. *10 años tiene, 10 años* pensé -.

- Pero qué decis? Atrevida - le dije y me pegó en el brazo -.

- Bueno, yo me voy yendo.. - dijo Gian -. Un gusto conocerlas Carmen y.. -.

- Camila - dijo mi hermana -.

- Carmen, Camila y Carolina. Todas con C - observó Gian y mi mamá rió -. Bueno, ahora si. Nos vemos - dijo Gian y nos dió un beso en la mejilla a cada una -.

- Chau Gian - dije mientras él cruzaba la calle hacia su casa -.

Cerré la puerta y mi hermana me dijo:

- Pedazo de caramelito te estás comiendo, eh! -.

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Holaaa! Cómo están?

Espero que les guste el nuevo capítulo! Y de ser así, por favor no se olviden de votar y comentar!
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Besoss

Romi