Capítulo 28: 99 de 100..

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Nada interesante luego. Viejos insoportables y materias extremadamente aburridas. Bah, como siempre.. No es nada nuevo en la secundaria, la verdad.

Cuando salimos de clases con Male, estábamos hablando de uno de nuestros programas favoritos: "Desafío Fashionista", pero de Latinoamérica, y nos encontramos a Gian esperándome afuera del aula. Con mi amiga lo saludamos y luego me despedí de ella para ir a casa con Gian.

- De qué hablaban? - dijo curioso y divertido Gian -.

- Cosas de mujeres - respondí haciéndome la interesante -.

- De ropa? - dijo Gian, siguiéndome el juego -.

- Algo así.. - dije y él rió -.

- Cuando vamos a salir de nuevo? - me preguntó luego de un pequeño silencio -.

- Cuando vos me invites - respondí sonriendo -.

- Y si te invito a que salgamos hoy? - me dijo -.

- Yo te preguntaría antes a dónde. Porque si es un lugar en el que me pueda dormir fácilmente, no voy. Si es algo interesante, de una que voy - dije y ambos reímos -.

- Bueno.. Y si te invito al Bowling hoy venís conmigo? - me dijo, haciendo que mi cara se ilumine con una sonrisa -.

- Obvio que voy.. Siempre y cuando no tengas miedo de que te gane - dije desafiándolo -.

- No, vos tendrías que tener miedo.. Mirá que soy muy bueno, eh - me dijo de la misma manera -.

- Vos serás muy bueno, pero yo soy la mejor - sentencié, dejándolo callado por un par de segundos, pero con una sonrisa en el rostro -.

- Bueno, vamos hoy y comprobamos cuál de los dos es mejor, no? - me dijo -.

- Dale.. A que hora querés que vaya para tu casa, considerando que ya son las 6 de la tarde.. - dije -.

- Venir para mi casa? - dijo - No querés que te toque el timbre y salís de tu casa? Mirá que mi vieja te va a ametrallar a preguntas, eh - dijo, haciendo que ambos riéramos -.

- Bueno, vos tocás el timbre de mi casa, yo salgo y ahí nos vamos para allá. Pero a qué hora? - le pregunté -.

- A las 7 p.m. está bien? - me dijo -.

- Si, dale - dije mientras estábamos llegando a nuestra cuadra -.

- Bueno - y me dió un beso en la mejilla -, nos vemos en un rato - dijo y se cruzó hacia su casa -.

- Nos vemos! - grité mientras yo abría mi puerta y él también lo hacía -.

Me adentré en mi casa, saludé a mi hermana y mi mamá y tomé mi merienda con ellas mientras Cami nos contaba como le había ido en la escuela. Día bastante mas interesante que el mío: Hizo dos goles jugando al Fútbol (si, a ella también le gusta. Y es gracias a mi. Yo se lo inculqué, perras), su seño tiene ataques de histeria y todos se ríen por lo bajo..

Cuando acabé de merendar, subí y me lavé los dientes en el baño. Me fui a mi cuarto y me cambié de ropa. Me puse una calza negra con unas Converse y una musculosa con una remera pupera encima. Me dejé el pelo suelto y me puse un poco de brillo labial. Preparé una cartera chica y sencilla en la que llevaría lo básico: documentos, dinero, el celular, las llave de la casa, el perfume, el labial y el desodorante por si a algún estúpido se le ocurre pasarse de la raya conmigo o con Gianluca. O por su alguna perra se acercaba a mi Gian. Oh-si, esa perra quedaría destruída. Mas bien con los ojos destrídos, ya que el desodorante iba a dejarla casi ciega. Por perra mal parida y necesitada de.. Mejor no termino la oración..

El vecino de enfrenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora