-Callie. ¿Qué haces tú aquí?
-Tú... Me recuerdas.-No pude evitar mostrar mi sorpresa y mi felicidad.
-Claro, ¿pero qué haces aquí?
-Yo...-Una enfermera castaña entró, interrumpiéndome. La pude reconocer como la enfermera que le estaba tomando la mano a Daniel antes de que yo entrara la otra vez.
-¡Kate!-Daniel sonrió ampliamente.
-Hey. ¿Cómo te sientes?-Enseguida sentí como ambos se encerraban en su propia burbuja, como Daniel y yo solíamos hacer. Me sentí apartada, innecesaria, ignorada. Un nudo se formó en mi garganta.
-Bien, mejor ahora que estás aquí.
Carraspeé mi garganta.
-Oh. Siento esto, es sólo que quería hablar con Daniel... No había tenido oportunidad.-Explicó la enfermera.
Yo tampoco. Yo tampoco había podido hablar con el, esta era mi primera vez desde que despertó. Pero no dije eso.
-Ah, entiendo, yo mejor me voy, tienen cosas de que hablar.-Salí de la habitación con expresión firme. No iba a llorar. Pero, apenas cerré la puerta, y me colapsé en el suelo.
•••
Habían pasado mínimo dos horas desde que estaba encerrada en el cubículo del baño. Tenía miedo de que si tal vez saliera, encontraría una imagen que no quería encontrar. Kate parecía buena chica. Parecían pareja. No sabía cuando había sucedido. Tal vez mientras el estaba en coma.
Tal vez antes de que Daniel se accidentara. ¿Pero el no se había accidentado por mí? ¿Por mi cumpleaños? Tal vez todo era mentira, y se accidentó por otra razón.
Las preguntas me ahogaban y el nudo en mi garganta no aminoraba.
Necesitaba algo. Algo que me ayudara a salir del episodio de ansiedad.
Saqué mi celular de mi bolsillo. Mis manos temblaban.
-¿Hola?-La voz de Alex me calmó enseguida.
-Alex... ¿Me quieres? ¿Me recuerdas?
-Callie, ¿dónde estás metida? Te fui a buscar a tu casa y no estabas. ¿Quieres que vaya por ti a algún lugar?
-A España. Ven por mí.
-¿Qué haces allá? ¿Acaso fuiste a...? ¿Con Daniel?
No podía evitar que mi voz se cortara, seguía llorando.
-¿Me quieres? Ya... Ya nadie me lo dice nunca.
-Callie. Te quiero. Pero no hagas una estupidez. ¿Qué pasa? ¿Porqué estás así?
-Daniel... El no me quiere. Y si me quiere... Actúa muy bien. Adiós, Alex.-Colgué.
Alguien tocó a mi puerta. Reconocí las botas grises de Victoria.
-¡Callie! ¡Sal de ahí! ¿Qué demonios te pasó?
Mi corazón palpitaba a mil por hora. Lo había vuelto a hacer, me había vuelto a lastimar, y me había dicho que no lo volvería a hacer. Me mintió.
Mi tristeza, ahora enojó arremetió contra la puerta del baño.
Victoria se alejó rápidamente con expresión sorprendida.
-Tú... ¡Mentiste! ¡Él no se accidentó por mí!-Mis lágrimas caían, pero mi expresión era dura.
-No... Yo necesitaba que vinieras. Tu lo podías salvar. Y lo hiciste.
-¡Lo admites! ¡Vaya hipocresía! ¿Porqué Victoria? ¿En realidad nunca lo dejaste ir? ¿No vas a dejar que me acerque a el? Pues no te preocupes. No me acercaré a el. Pero te digo algo antes de que me vaya. Allá adentro, la enfermera castaña... Kate, te está robando lo que tanto te tiene preocupada.-Le di una bofetada que me dolió más a mi que a ella.
-¡Hey! Te mentí, sí. El se accidentó porque un camión lo chocó a él. Pero lo dejé ir. Por ti. ¿Y así me pagas?
-Entonces pásale esa bofetada a Daniel, y otra de regalo para la enfermera. Diles que es mi regalo por haber despertado.-Salí corriendo del hospital, no sabía a donde ir.
No sabía que hacer. Sin Daniel, ¿quién? Sin su amor, ¿qué?
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Prohibido enamorarme {Partes 1, 2 y 3}
RomanceCallie es una chica común y regular, aunque su familia no sea igual. Los últimos años de su vida se ha dedicado a la preparatoria. Sufrió una decepción amorosa que la dejó destrozada, y el único que ha estado ahí ha sido su amigo Thomas. Callie trat...