Segunda parte. Capítulo 3.

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"Buenas noches, para ti y para Daniel ^^"

Ese fue el mensaje que Victoria me mandó. Me confundí. ¿Habría mandado las fotos a otro número?

-Daniel. Tu y Victoria... ¿Son algo?

-Es mi novia. ¿Porqué?

El corazón me dio un vuelco y mi estómago se retorció. Tragué el nudo que se formó en mi garganta, no debía llorar. No frente a él.

-Ella parece buena chica. Puedo preguntar si... ¿Es tu primer novia?

Miró al vacío como si estuviese recordando algo.

-No, hubo otra chica. Y unas cuantas más. Pero... La única que siempre me importó. Fue, una chica que ya no quiero recordar estoy, tratando de olvidarla.

-Dicen que el primer paso para olvidar es desahogarte. ¿Porqué no me cuentas de ti... Y de esta chica?

Me senté en una banca que estaba frente a nosotros.

-De acuerdo. La historia... Empieza así.

«La chica de cabello moreno estaba vestida con un vestido muy lindo... Me pareció hermosa desde el inicio. Su cabello estaba recogido y tenía un hermoso vestido. No la vi por el resto de la fiesta, así que fui a buscarla. Y, en la cocina, ahí estaba ella. Primero le di esa imagen de chico malo, porque... Ese era yo, antes de que ella me cambiara. Me dio una bofetada, y me enamoré. Subió a su habitación, y la seguí. Ella no se dio cuenta, pero... La seguí. Nos quedaríamos en su casa por unos meses y... Todas las noches iba a su recámara, entraba por la puerta, me sentaba a verla dormir... Era demasiado bella. Pero ella me odiaba y yo... Yo no hacía nada para cambiarlo. Descubrí mis sentimientos hacia ella y sé los dije y... Todo fue hermoso por unos momentos hasta que...»

El celular de Daniel sonó. Lo abrió rápidamente y contestó.

-Señora Savender... Victoria no está conmigo, ¿no está en su casa? ¿Pero... Cómo?

Abrí más los ojos, sorprendida.

-Voy... Voy para allá.

Daniel salió corriendo de la banca y se dirigió a su auto, yo lo seguí, pero el iba demasiado rápido y mis zapatos no ayudaban. Se subió a su auto y me subí sin su permiso. ¿Qué estaba sucediendo?

-Daniel. ¿Qué pasa?

-Victoria no aparece. Dicen que salió de su casa en la tarde a comprar algo y no ha regresado. Tengo que encontrarla.

-Daniel, ya es noche, no vas a encontrar nada.

Intentó colocar las llaves para encender el auto, pero chocaron torpemente y se le resbalaron por los dedos. Estaba temblando y, lo acababa de notar, estaba llorando.

-Maldita sea. No, no, no, ¡no!-Salió del auto desesperado y comenzó a correr sin rumbo.

-¡Daniel! ¡Daniel, no!

Se echó a correr. Pero yo no servía para correr. No servía para correr y Daniel era demasiado rápido. Desabroché mis zapatos y los deje en el auto. Salí corriendo, ¿a dónde se había metido?

-¡Daniel!

Daniel estaba en el suelo, tumbado. Lloraba como si alguien se hubiese muerto y se rasgaba los brazos con fuerza.

-¿Qué sucede? ¿Qué demonios sucede Daniel?

-Ella... Ella no está bien... Ella es frágil... Ella me necesita... Ella... Piensa que nunca la amé... No sirvo para el amor... Han pasado ya dos años pero... No la puedo olvidar... No es la primera vez... Ella desapareció sin dejar rastro... Me odio.... ¡Me odio!

Hablaba de Victoria. Se estaba rasgando los brazos demasiado fuerte, no tardaban en sangrar. Le aparté las manos de los brazos y lo obligué a verme a los ojos.

-¿Quién es ella? ¿Hablas de Victoria?

El me vio con aquellos hermosos ojos, su cabello rubio resplandecía bajo la luz de la luna. Parecía tan puro... Tan inocente.

-No... Ella... Ella me odia... Probablemente me odie... No sabe donde estoy ni que fue de mi... La necesito... ¡Dime donde está! ¡Dímelo!-Me tomó de los hombros con furia, estaba fuera de sus casillas. Probablemente demente. Pero, ¿hablaba de mí?

-No sé de quien hablas Daniel, y, me estás lastimando... Suéltame.-Le di una bofetada y me soltó. Acarició su mejilla... Paró de temblar y me miró de nuevo a los ojos.

-Tu tacto. Es... Parecido, lo reconozco... Es... Como el de ella.-Se acercó a mí lentamente, cualquiera pensaría que esto era un seguramente asesinato, pero no había nadie en la calle a esas horas. Me tomó del cabello y lo jaló. Pero no había peluca, ya me lo había pintado.-No. Su cabello no es rubio. Me tengo que ir, voy por Victoria. Adiós.

-¡No! ¡No puedes solo irte así! ¡Daniel! ¡Explícame lo que esta pasando, lo que acabas de hacer! ¿¡De quien hablas!?-Arrancó el motor del auto y desapareció en las sombras de la noche.-Te has volvió a ir... Sin dejar rastro, nunca cambió ¿es cierto? Sólo me conformo con saber que... Probablemente yo era esa chica de la que hablabas...

Me dejé caer en el suelo. Pensando en lo que pudo haber sido sin que Daniel se hubiese ido. Añorando que todo volviese a ser como antes. Derramando lágrimas en vano, porque... El plan seguía en pie.





Prohibido enamorarme {Partes 1, 2 y 3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora