Prohibido enamorarme {Partes 1, 2 y 3}

Tercera parte. Capítulo 7.

Callie

No podía ser él. No. Me solté de la mano de Dylan y la posé en mi pecho. Mi respiración estaba agitada y sentía un nudo en la garganta. ¿Qué demonios...?

-¿Callie?

-No... Tengo que irme, ya es de noche. Adiós.

Dylan me tomó de la mano pero me solté al instante. Susurré un ligero "Lo siento", y volví por donde lo había visto.

Seguía en el suelo. Y era él. Era imposible no reconocerlo. Pero estaba llorando. Y yo estaba llorando también. Y estaba temblando y el también. Y mi corazón palpitaba muy fuerte y estoy segura que el de él también.

No podía verlo así. Y el no podía verme así.

Salí corriendo de ahí asustada y desorientada. Esto no estaba bien. Él estaba ahí, triste y solo, pude haber ido, abrazarlo y decirle que lo extrañaba. Pero estaba actuando por instintos, y mi instinto solo me permitía pensar en la ansiedad que tenía en esos momentos.

-¿Callie?-Una voz conocida habló a mis espaldas. Giré mi cabeza y Victoria estaba sentada en una banca con un helado en las manos y dos rodillas ensangrentadas.

-No... No puede ser. ¿Tu también? Necesito un respiro.-Mi respiración se agitaba más y más hasta el punto en el cual me sentía sofocada. ¿Esto era un sueño? ¿Acaso me estaba volviendo loca?

-¿Qué haces aquí? ¿No ibas a verte con...?

-¿Con quién? No iba a verme con nadie. Solo estaba tomando un café con mi novio y luego... Y luego Daniel me vio y lo ignoré, pero... el estaba ahí, ¿porqué estaba ahí? ¿Qué haces tu aquí? Oh, estoy perdiendo la cabeza. ¿Porqué sangras?

-¿Tú novio?

-Sí. Tengo novio. Su nombre es Dylan y estaba tomando un café con el. Necesito encontrarlo.-Me limpié las lágrimas con la palma de mi mano desesperada.

-¿Y Daniel? Tú... ¿Lo ignoraste? ¿Le rompiste el corazón? ¿¡Dónde está!?-Victoria me tomó por los hombros y me sacudió. Me solté de sus brazos y me tiré en el suelo.

¿Qué demonios? Todo daba vueltas. Me tapé los ojos con mis manos y dije "Lo siento" diez veces seguidas.

-Sólo quiero tener otra vida y dejar todo lo demás atrás.-Dije aún con lágrimas en los ojos.

-Daniel, eso es lo que me importa. Pensé que serías buena persona y te tomarías el tiempo de hablar con él. ¿Sabes que arriesgo su trabajo al venir aquí? ¿Sabes que quería asegurarse de que estabas bien? ¿Sabes qué sus padres lo van a matar por venir? A pesar de que ya sabía acerca de tu partida, al enterarse de lo que tu padre te hizo vino corriendo hacia ti y tu le destrozaste los sentimientos en la cara. Eres una mala persona, Callie. No mereces su amor. ¿¡Porqué demonios se enamoró de ti!?

-No. No. No digas eso.-Me levanté y la tomé con fuerza por los hombros.-¿Enamorado, dices? ¿Dónde está?

-Donde esta es lo que a mí me debe importar.-Dijo remarcando el mí.-Tú aléjate de él, ¿de acuerdo? Tuviste tu oportunidad, pero escogiste a tu novio. Déjalo ir y el te dejará ir. Pero no lo vuelvas a contactar si luego vas a querer ignorarlo. Sólo logras lastimarlo. Ahora voy a ir a buscarlo y tu te quedarás aquí o con tu novio o en tu casa, no me importa, solo manténte alejada.

Mis labios temblaban de la ansiedad. No tenía palabras y no podía detenerla. Pero me dolía. Me dolía tener que dejarlo ir. Me dolía lo estúpida que había sido al ignorarlo y salir huyendo.

Pero tenía novio.

-Cuida de él. Ámalo como yo no pude, ¿de acuerdo?-Las palabras me controlaban y se pronunciaban solas en mis labios.-No dejes que lo lastimen.

-Ya lo lastimaste tú, más de eso ya no se puede, ¿no crees?

Salí corriendo y por un momento todos los recuerdos vinieron a mi mente; su cabello rubio, sus ojos, sus labios sobre los míos, nuestras citas, cuando lo vi por primera vez, la última vez, en el aeropuerto, en España, las fotografías, las rosas, el balcón... Todo vino de repente.

Ojalá no hubiera recordado nada.

•••
Victoria

Nunca debí dejarlo ir. No debí dejárselo a Callie. Lo iba a lastimar y le iba a romper las esperanzas. Justo como ahora.

Me dirigí al café lo más rápido que pude y lo vi al instante. Estaba en el suelo con la cabeza ente las rodillas en una esquina de la calle. Cualquiera pensaría que acaban de romper con él en medio de la calle. Y la situación no es tan diferente.

-¿Daniel?

Su cabeza se levantó lentamente.

-No me veas así.

-No importa. Verte llorar, verte reír, no importa.-Le tomé la barbilla y lo miré fijamente.

Sólo lo iba a confundir más, pero este era el momento. Tal vez... Tal vez era el momento de recuperarlo y volver a lo que éramos antes.

Tal vez...

Sus labios se acercaron a los míos y correspondí al beso al instante, ¿qué estaba haciendo? No lo sabía. Pero extrañaba sus labios, y lo extrañaba a él. Y nadie me iba a detener. Lo iba a recuperar.

Lo iba a recuperar.