Callie
Vaya día. Estaba dentro del salón, dando clases, mientras tenía 40 pares de ojos fijados en mi rostro esperando a que diera la clase.Pero, no tenía una clase preparada. Oh. ¿Qué debería hacer? ¿Mentir? ¿Decirles qué no hay clase, porque me olvidé de prepararla?
A los diez minutos, estaba decidida a decirlo. Pero, como si hubiera escuchado mi llamado, Dylan entró corriendo por la puerta con 40 hojas de papel en las manos.
-¡Examen sorpresa! Espero disculpen que haya tardado tanto, la copiadora no funcionaba.-Fruncí el ceño confundida. Le agradecí por lo bajó y sostuve las ojos en mis manos.
-Gracias... Um, este examen cuenta la mitad de su calificación, espero hayan prestado atención a las clases pasadas, porque si no, bien, tendrán un 50.
Después de entregar una a cada persona. Salí hacia el pasillo esperando que Dylan aún no se haya ido. Para mi suerte, se encontraba recargado en la pared con la mirada fija en un arreglo de flores al lado de mi puerta.
-Dylan... Gracias. Muchas gracias.
-No agradezcas. Sabía que después de todo lo de ayer, no tendrías tiempo para preparar la clase. De hecho pensé que te ausentarías. Por eso yo me preparé.
-Sí que piensas en todo, eres maravilloso.-Le sonreí pero no me atreví a abrazarlo, o a darle un beso en la mejilla. Las palabras de Daniel de la noche anterior estaban atascadas en mi cabeza. ¿Aferrarse a mí? Eso es lo que quiero, ¿no? ¿Pero que hay de Dylan?
-Sólo soy maravilloso.
-¿Perdón?-Dije confundida.
-No, "Te amo, eres maravilloso", pero "Eres maravilloso"-Dijo riendo irónicamente. Tenía el ceño fruncido. Estaba asustada. ¿Lo había hecho enojar?
-Sí... Sí te...
-¿Amo?-Dijo completando la frase que yo no pude articular.-Deberías entrar y revisar tu clase, ¿sabes? Pueden estarse copiando.
-No, ellos pueden esperar... En realidad les afecta a ellos, no a mí, así que...
-Tú y yo no tenemos nada más de que hablar.
-¿Te veo a las 7:00 en el café?
-No. Estaré ocupado.
Fruncí los labios.
-¿Haciendo qué?
-Quemando un arreglo de flores.
-Dylan, ¿hablas de eso?-Dije señalando el arreglo al lado de mi puerta.-¿Me lo compraste? No, no lo tires. Es hermoso, es sólo que no había querido mencionarlo, te veías molesto, pero en realidad es hermoso. Es el mejor regalo que me has dado.
Dije riendo.
-Entonces no te gustan mis regalos. Pero esa cosa sí.
-Dylan, estás extraño, ¿qué sucede? Y me gustan tus regalos, pero este es hermoso.-Dije agachándome hacia él.
-La tarjeta, Callie.
El arreglo tenía una tarjeta con una caligrafía hermosa. Oh, no.
La abrí.
Callie: Aferrarse a algo puede ser difícil, pero vale la pena, no importa si mi mano sangra, no te dejaré ir, prefiero lastimarme de esta forma, que lastimarme estando lejos de ti.
-Daniel.-Yo...
-Mis regalos no te gustan, no me amas, Daniel se quiere aferrar a ti, no preparas tu clase y tengo que trabajar por ti... Vaya novia que tengo.
No pude evitar molestarme. ¿Qué está diciendo? Me levanté y le di una bofetada.
-Tú me pediste ser tu novia. Y acepté porque eras tierno y te quería. No quiero tener una relación enferma de nuevo.
Dije caminando de vuelta al salón. El me sostuvo por la muñeca.
-Me estás lastimando, Dylan.
-La tarjeta, ¿la conservarás?
-Yo...
Me la arrebató y la rompió en mil pedazos. Tomó el arreglo de flores y se dirigió al balcón. ¿Qué demonios?
Lágrimas mojaban mis mejillas, en cualquier momento iba a explotar. Este no es el Dylan que conozco. Este no es el Dylan que quería.
El sol iluminó mi rostro y me lo cubrí con las manos. Dylan tomó el arreglo y lo lanzó directo al suelo. Tres pisos de alto y el arreglo murió.
-¡Qué demonios!
-No lo necesitas, te puedo comprar miles de esos, Callie.
-¿Qué te hace pensar que los quiero? ¿Quién demonios eres y que hiciste con Dylan?
Dije mientras volvía a mi salón. Y el no me perseguía. Dylan no se aferró a mí.
Y esa fue la diferencia. Y esa fue la gota que derramó el vaso. Y desde ahí el infierno se desató.
ESTÁS LEYENDO
Prohibido enamorarme {Partes 1, 2 y 3}
RomanceCallie es una chica común y regular, aunque su familia no sea igual. Los últimos años de su vida se ha dedicado a la preparatoria. Sufrió una decepción amorosa que la dejó destrozada, y el único que ha estado ahí ha sido su amigo Thomas. Callie trat...