Capitulo 12

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Me aparté y bajé la mirada, estaba llorando a mares.

- Se que no me amas como yo a ti, pero quería intentarlo una vez, sólo una vez, sentir tus labios junto a los míos- y se fue.

Estaba lloviendo, y no había forma de llamarle al chofer no teniendo teléfono, así que decidí caminar.

Me dolía mucho mi estómago, demasiado, casi no podía caminar, estaba completamente mojada, llorando, Thomas enamorado de mi, debía de ser una broma, una muy pesada, el es mi mejor amigo, y lo quiero como MI MEJOR AMIGO, esto no podía ser cierto, el dolor en mi estómago aumentó y aumentó, tanto que ya no podía caminar, me tiré al suelo y ahí me quedé, llorando, bajo la lluvia, con un inmenso dolor de cabeza, mareada, confundida, desorientada, MAL.

Todo se estaba volviendo negro, cuando escucho una voz masculina y abro los ojos para encontrarme con un chico de cabello entre castaño y negro, alto y delgado, con una camisa de mezclilla arremangada hasta los codos y un pantalón negro.

- ¿Qué haces tirada en el suelo?

- No puedo levantarme- dije con voz débil y entrecortada, seguía llorando, la verdad no me importaba quien fuera, solo quería llegar a mi casa.

- ¿Te ayudo? Mi nombre es Diego- dijo con acento español.

- Te lo agradecería, el mío es... - todo se tornaba negro, pero me esforzaba por mantenerme consciente aunque eso provocara mas dolor en mi cabeza- Callie.

Me cargó y me llevo a su auto, me ayudo a sentarme y luego empezó a manejar.

- ¿Quieres que te lleve a tu casa?

- Sí, solo ve al residencial "Dorado", en el centro de la ciudad, número #12

- Ah, sí se donde queda...- dijo mientras manejaba, veía todo borroso, todo difuminado, mi cabeza me dolía demasiado, es como si tuviera un kilo de rocas encima de ella, mi estómago igual, no me sentía bien, nada bien, estaba demasiado mareada- Llegamos- dijo Diego,tardé en entender lo que decía pero mire por la ventana, y enseguida reconocí mi casa.

- Por ahí debe... debe haber un señor, el jardinero- me faltaba el aire- dile que venga, y que me lleve adentro...

- Claro- se bajo del auto cubriéndose con su chaqueta de la lluvia.

- Señorita Callie...- dijo el jardinero- permítame llevarla adentro- me saco del auto, me cargo y empezó a correr hacia adentro de mi casa...

A lo lejos escuche un "¡Que te recuperes!" De parte de Diego... traté de decirle gracias... pero todo se volvió aun más borroso, y escuche un gran zumbido, cuando por fin entramos a la casa, el jardinero subió las escaleras para dejarme en mi habitación, y justo cuando íbamos entrando, Daniel iba saliendo, y me vio, y yo lo vi, y luego ya no vi nada más, todo se tornó negro.

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Cuando me desperté, mi cabeza martilleaba un montón, volteé hacia mi sillón, y allí estaba ¿Daniel? ¿Qué hacia él allí? Estaba durmiendo... Trate de despertarlo llamándolo, pero las palabras no salían de mi boca, así que opté por moverlo del brazo. El se sobresaltó y me dijo:

- Por fin despiertas, el doctor esta por llegar, ¿qué te paso si estabas muy bien cuando hablamos?

- Yo...- pero me empezó a doler más mi estómago y mejor me quedé callada.

Enseguida llegó el doctor, seguido de mis padres.

- Gracias por cuidarla Daniel- dijo mi padre

- De nada señor, los dejo solos- y se fue

El doctor hizo cosas... ¿Qué hacen los doctores? ,e tomo el pulso, la presión, los latidos del corazón, y cosas así, hasta que al final me dijo:

- Estás muy enferma, es gripe, pero no una gripe normal, esta gripe es de un nivel muy alto, es lo que te provocó la incapacidad de hablar y te quedaras afónica por unos dos días más, también tienes una fuerte infección en el estómago, que te provocó las nauseas, el dolor en el estómago, los mareos y en fin, estarás tomando medicamentos por dos semanas y no saldrás de tu casa en cuatro días- recogió su botiquín y se fue.

Genial, ahora por mojarme bajo la lluvia, había recibido una enfermedad de alto riesgo, me quedaría en casa cuatro días, me perdería dos días de clases, y sin la ayuda de Thomas, no podría recuperar los apuntes, pero estaba Deph, ella era mi amiga. Mis padres se fueron, gracias a Dios, porque pensé que me darían una buena regañada, pero no pasó.

Tomé uno de mis tantos libros y me puse a leer, lloré leyendo, eso me pasa seguido, me encanta como los escritores te meten en su propio mundo, se apoderan de tus emociones y juegan con ellas de una manera impresionante. Luego tome mi bloc de dibujo, y empecé a dibujar a mi personaje literario favorito, tomé mi cuaderno de historias y me puse a escribir, arranqué las hojas donde había escrito sobre que iba a aplastar a Daniel, porque tenía que intentar llevarme bien con él.

Después de todo, me canse y tome mi iPhone... que estaba descompuesto gracias a la lluvia... Y recordé cuando Thomas me contaba acerca de su nuevo iPhone, cuando discutíamos sobre quien era más hipster... TODO SE HABÍA CONVERTIDO EN RECUERDOS... Abrí mi cajón y tomé otro celular que mis padres me habían comprado, y me puse a navegar por las redes sociales, y me di cuenta de que sin Thomas, no tenía nada que hacer, me aburría, esas carcajadas que solo el me sacaba, no las volvería a tener jamás. Había perdido su amistad, su confianza y simplemente, lo había perdido a ÉL para siempre...

Prohibido enamorarme {Partes 1, 2 y 3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora