Prohibido enamorarme {Partes 1, 2 y 3}

Capítulo 22

- Bien alumnos, el tiempo ha terminado voy a empezar a recoger sus exámenes- la maestra se levantó del escritorio y comenzó a recoger todos los exámenes, cuando llegó al mío... - ¿Lo piensa entregar así señorita?- yo asentí con la cabeza- ¿Vacío? - volví a asentir, y la maestra se me quedo viendo confundida. Estaba bien que siempre sacara buenas calificaciones, pero, ¿siempre hay una primera vez, no?

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Nota de la autora: Aclaro, no les estoy diciendo que reprueben, no vayan a sacar malas calificaciones y me culpen 😂😂 y si lo hacen, huiré en mi unicornio.

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Tomé mi mochila y salí del salón de clases, iba por el pasillo hablando con Thomas sobre libros, cuando un grito interrumpe nuestra plática.

- ¡Ey tú!-volteamos, era Jasmine. Se acercó provocativamente a Thomas, y yo me atravesé en medio de los dos, con ganas de abofetear a esa tipa- Quítate de en medio- yo negué con la cabeza, sonriendo- Y luego te quejas de que todos te llaman estorbo...

- ¡Jasmine! No te permito que la llames estorbo- intervino Thomas.

- Sí, sí, lo que digas, por cierto querida Callie, sé que le dijiste a Cameron lo de mi beso con él- señalo con la cabeza a Thomas- y quiero que sepas, que no lo voy a dejar así como así... Thomas, me harías el favor de irte tengo que decirle algo a Callie- rió- luego hablamos tú y yo.

- Callie, ¿te espero afuera?- dijo Thomas

- No, no, vete, mañana tenemos examen de ciencias, será mejor que estudies- le guiñé el ojo, y el sonrió- ¿Y bien...? ¿Qué es tan importante como para que quieras absorber tanto mi tiempo?

- Cómo si tu tiempo fuera tan importante... Anti-social- rió, y yo me enfadé. ¿Qué tenía esa chica en contra mío?- Te diré un pequeño secreto, qué puede destruya tu vida, pero... Da igual- se acerco a mi oído sigilosamente y me susurró:

« Daniel me besó, y te voy a decir algo más, ese beso suyo, me encantó »

Primero, besando a Thomas, luego besando a Daniel, y para terminar de empeorar la situación, mi vida destrozada. ¿Porqué soy tan estúpida e ingenua? Por algo había dicho que quedaba prohibido enamorarme pero soy la persona mas necia del mundo, he destrozado mi vida una vez mas, por el estúpido amor. ¿Porqué el destino se empeña en hacerme sufrir? No es justo. Simplemente no lo es, no lo es. Tenía el nudo mas inmenso y gigante del mundo en mi garganta, pero no iba a llorar, no debía llorar.

- ¿Qué? La niñita mimada quiere llorar, oww- me di la media vuelta y solté una lágrima, en contra de mi voluntad, lo hice, y cuando empiezo a llorar ya no me detengo- Eres una niña mimada que sin sus papás no es nada, tú sola no te sabes defender- rió. Y entonces me enoje, me enoje de verdad. Y le di la bofetada más fuerte que he dado en mi vida, tanto que hasta a mí me dolió la mano, tanto que la tumbé al suelo, con una marca roja en su mejilla.

- Yo creo que si me se defender- limpié una lágrima de mi mejilla, y me retiré.

¿Qué demonios me ocurría con Daniel? No me debería de molestar lo que hiciera, pero el problema, era que lo amaba. Lo amaba, con todo mi ser y toda mi existencia, era algo que detestaba de mí, era demasiado enamoradiza, entregaba todo de mi, y después me usaban y me destrozaban. Me limpié las lágrimas y fui al auto, ahí estaba Daniel, como siempre el y sus hermosos ojos, provocándoles un brillo aún mayor a causa del sol, era hermoso, pero, al final ¿se había besado con Jasmine, no? Yo lo amo, pero el a mi no. Y eso duele.
-¿Porqué tan tarde, querida Callie?- me preguntó.
- No es de tu incumbencia- le dije fríamente. El puso cara de confundido, así se veía aún más tierno, Dios ¿porqué tenía que enamorarme tan fácil de un chico? Me intentó abrir la puerta, pero aparté su mano y la abrí yo misma. Todo el camino el intentaba hacer plática, mientras yo solo evadía sus preguntas cortantemente. Llegamos y solo subí a mi habitación, fue inconsciente pero me eché a llorar, ¿porque? ¿Porqué a mi? Estaba tratando de no llorar fuerte, pero no podía lanzaba de vez en cuando unos lloriqueos fuertes, la vida no era justa conmigo, no lo era. Y entonces grité, grité muy fuerte, y como consecuencia, me encontré con un Daniel preocupado a mi puerta.
- ¿Qué ocurre Callie?- me cuestionó.
- Vete Daniel, solo vete, no te quiero ver- le dije.
- ¿Porque te comportas así conmigo? ¿Qué diablos te hice?
- ¡Te besaste con Jasmine! ¡No tienes derecho a cuestionarme de mi beso con Thomas, cuando tu andas por la calle besando gente! - en realidad estaba exagerando la situación.
- ¿Que demonios te pasa? ¿Quién te dijo tremenda falacia?- adoraba su lenguaje, era tan... Tan... tan de él. Pero ese no era el punto.
- Me lo dijo la propia Jasmine.
- Ella haría todo por hacerte sufrir, ¿porqué le creerías?
- Porque lo dijo con tanta seguridad...
- Callie eso no es seguro, porque no lo hice, y no siento nada por esa chica, a quien no le he hablado más que una sola vez en mi completa vida, ¿quieres saber de lo que estoy seguro que si hice? ¿Quieres saber de que estoy seguro que siento? - yo fruncí el ceño, iba a abrir la boca para hablar, pero el me callo con un beso, y un beso suyo, era un beso suyo, era como un sueño, un sueño en el que me quedaría a vivir para siempre. Porque el era perfecto, sus besos eran perfectos. Su amor era perfecto. El se aparto y me dijo:
- ¿Notas la diferencia, entre los verdaderos sentimientos y los que jamás han ocurrido?- yo asentí con la cabeza- Callie, yo...- y se marchó, y me dejo ahí confundida, extrañada, y con hambre. El problema es que siempre tengo hambre, sería mejor que bajara a comer, sino me moriría de hambre, y soy muy joven para morir. Bajé y ya estaba servida la comida, así que comí rápidamente y subí a mi habitación. En el buró había un papel, un papel doblado pulcramente en cuatro partes, con una caligrafía hermosa y en cursiva que decía: Para Callie, De Daniel:
« El amor es doloroso y engañoso
Pero, si de eso se trata el amor,
Me encantaría que tú me hicieras sentir ese dolor y ese engaño.
¿Callie, quieres ser mi novia? »
El amor duele, claro, si no lo sabré yo. El amor engaña, por supuesto que engaña. Y que si quiero ser tu novia. Sí, si quiero Daniel, simplemente porque te amo Daniel.
Estúpida, él no te esta escuchando, espera Callie, ¿en serio estas llorando? Pero al menos era de felicidad. Salí de mi habitación corriendo, corriendo hacia la habitación de él, entré sin tocar, y ahí estaba él, parado, esperando mi respuesta, me eché a sus brazos y me hundí en su pecho, mi cabeza cabía perfectamente ahí. Me acerque a su oído y le dije: Si Daniel, si quiero, ¿porqué? Porque te amo.