Capítulo 33: Lorena

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Volvimos a tirar y tuve que besarme con Alex. Varias veces después, me tocó con Alex otra vez. Luego me tocó con Cheeto y, como se contaba por pareja... Me refiero, si me toca la primera vez con alguien de la pareja, la siguiente vez que me toque con esa pareja, aunque sea la otra persona, tengo que hacer el siguiente... ¿Paso? ¿Se le puede llamar así? A la cuarta me tocó otra vez con Cheeto, que asco... Es buena gente y había comprobado que besaba de puta madre, pero sentir su barba me dio mucho asco. ¿Por qué diablos me tenía que tocar morrearme con él?


Durante todo el juego hubo mucho salseo. Creo que todos acabamos besando a todo el mundo. De hecho, estuvimos alargando el juego para besarnos con todos. Y la mayoría sabía a alcohol de una manera increíble, aunque, claro, estando en un botellón, ¿qué coño me esperaba? Puede que sabor a menta... Vale, no sé por qué me estaba haciendo efecto la cerveza, si no llevaba ni un vaso todavía.


Una vez, la botella apuntó a Inma y a Mangel. Rubius vio como los dos se daban un buen beso y tuco que ir a vomitar. Eso fue la hostia. Luego, cuando Rubius y Leo se besaron, Inma puso una cara de pervertida que no podía con ella. Yo empecé a reírme como una loca con eso. Casi empezaba a llorar de la risa. En serio, la cara de Inma fue genial...


Pasaron como dos horas y media o así haciendo esta tontería. Era muy divertido. Lo malo era cuando te tocaba besarte con uno que no lo hacía tan bien. Aunque seguro que los que me habían besado pensarían que lo había hecho de culo, no he besado a nadie en mi puta vida.


Ya había pasado el tercer morreo de la pareja de Inma con la de Rubius, así que tuvimos que pensar algo más. A JP se le ocurrió la fantástica idea de que los dos se quitaran algo de ropa y se sentaran abrazados, a lo que me entró mucho miedo. No quería estar abrazada a Cheeto o Alexby sin camisa. No era por nada, sino porque a la siguiente nos tocaba hacer eso.


-No, tío, no seas tan hijo de puta -pidió Inma a JP, pero, como a él le encantaba picar a la gente, pues... Se tuvieron que joder.


Rubén se quitó la camiseta negra que llevaba y la colocó a su lado, en el suelo. Inma se puso detrás del coche para que no la viéramos, lo cual era un absurdo, porque la verían otra gente. Como le daba mucha vergüenza, gritó que no lo hacía y se puso detrás de Rubén para que la "protegiera".


-Venga, yo te tapo -dijo Rubius a nuestra amiga. Ella cedió con muy mala idea. Se quitó la camisa y se abrazó a su amigo por detrás, para que nadie le viera nada. O al menos eso decía ella, porque toda la espalda se le veía.


Luego tuve que hacer eso con Fran. Lo pasé bastante mal. Me daba tanta vergüenza que no sabía ni qué decir. Fran era muy mono, todo había que decirlo, pero no sé. Dios, apuesto a que estaba más roja que un tomate. Él me miró y se rió. Yo me reí también, aunque no sabía bien de qué.


-Lorena -me llamó-, ¿sabes que me gustas un montón?


Todos se echaron a reír. Yo estaba muy, pero que muy, roja. Más incluso que antes. Y eso ya era mucho. Intenté ignorar eso y seguir con el juego. Lo malo era cuando había que besar a alguien y tenía que ir por la vida sin camisa. Menos mal que había cogido un sujetador de encaje negro que era muy bonito [Insertar carita pervertida].


Después de aquel intercambio de saliva, algunos ya decidieron irse a su casa. Yo también pensé que lo mejor sería irme a casa. Mi madre sabía que quería venir de botellona y me había tenido que escapar por la ventana. Como me hubieran pillado, estaba muerta... Me despedí de mis amigos y me fui de camino a casa, cuando escuché que alguien me llamaba.






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