Capítulo 48: Samuel

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Cuando Inma se dio cuenta de lo que había dicho, se tapó la boca con la mano y miró a Jordi con culpa. Él reaccionó como todos pensábamos que reaccionaría, cogiendo la silla más cercana y tirándola contra la pared con muy mala idea.


-Jordi, lo siento, no quería decir eso -se disculpó la chica. El "melenas", como le llamábamos mis amigos y yo, se acercó a ella y la agarró del brazo, haciéndole daño. Siempre hacía lo mismo, era muy predecible este chico.

-Si sigues sintiendo eso, mejor me lo dices claro y no me besas, ¿sabes?


La soltó y salió del aula. Ella lo siguió corriendo y lo intentó parar, pero no lo consiguió, así que se puso delante y colocó sus manos sobre el pecho del enfadado.


-Me gustas, enserio. No sé por qué he dicho eso, pero te prometo que no es la verdad.


Ellos siguieron discutiendo. Era tan aburrido que, aunque nos interesara lo que dijesen, nos centramos en Rubén. Mangel estaba a su lado, dándole ánimos. No entendía bien, ¿Rubius al final quería a Inma también? ¿O no? ¿Para qué tanto lío amoroso? O se lo dice claro o no. Después de que esto pasara por mi mente, la angustia se apoderó de mí. Yo tampoco le había dicho nada a Guille sobre lo que sentía por él. Yo era el menos indicado para hablar de este tema.


Se me ocurrió hablar con Inma y contarle lo mío con Guille. Estaba en la misma situación que yo. Más o menos. En realidad no se parecía en nada, pero apostaría cualquier cosa que ella era la perfecta para escucharme. Estaba seguro que ella no contaría nada y me comprendería a la perfección. A los chicos no les podía contar porque eran amigos de Willy también, y de seguro que se lo dirían. A Amara, que antes era mi mejor amiga, no se lo podía contar tampoco porque era la actual novia del moreno de ojos achinados.


Cuando regresaron a clase, nos miraron y se fueron cada uno a su sitio. Jordi tenía la cara mucho más relajada, parecía incluso feliz. Inma, por el contrario, estaba algo triste. Su vista estaba fija en algún punto de la pared. A saber lo que estaba pensado. Igual en lo que acababa de pasar con Rubius, o puede que en lo que habían hablado el melenas y ella... O en el examen del martes que viene. Era el último día de clase del año y teníamos un examen. ¡Bravo!


Todos estábamos en silencio, mirándonos lo unos a los otros. El único ruido que había era la gente pasando por los pasillos.


-¡Turn down for what! -escuchamos gritar a Chus desde el fondo del pasillo. Ella era la única que conocía que podía estar feliz en todo momento, por muy mal que estuvieran las cosas.


Al entrar y vernos tan callados a todos, Melo, Rush, Curri, JP, Ro y Chus se sorprendieron un poco. No abrieron la boca y se fueron a su sitio. Fueron entrando los demás de nuestra clase y ya se animó esto un poco. Menudo momento más incómodo, esos minutos en silencio. No estaba seguro de si habían sido minutos de verdad, o solo segundos y me lo había parecido a mí.


Cuando todo estaba inundado de gritos por parte de unos y otros, yo me acerqué a Inma, que además estaba sentada en mi grupo de mesa. Ella, Mangel y Curri. Me senté delante suya (mi sitio era la mesa dela izquierda de donde estaba sentado, justo enfrente de Mangel) y le sonreí.


-¿Te encuentras mejor? -pregunté. Yo recibí una breve respuesta, un simple "sí"- Si no te molesta, quisiera hablar contigo. Vamos, que aquí no, los dos solos. Y que nadie se entere. Es que tengo que tratar un tema contigo, es algo complicado.

-Vale, ¿en el segundo recreo te parece bien?

-Sí, claro.


En menos de dos horas estaría contándole a alguien, por primera vez, lo que sentía por mi mejor amigo. Ahora no estaba seguro de si haría bien o no confiándole mi secreto.



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