Capítulo 8: Rubén

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Salimos de clase de Música. Por dios qué asco, ¿a quién le interesaba saber el nombre de ochocientos compositores del Renacimiento? Porque a mí no. Y por lo que tengo entendido, menos a Rush y a Ro, a nadie le gustan las clases de música. Otros años eran divertidas, veíamos alguna película, tocábamos algún instrumento [ehe]. Pero este año, ñeh, solo aprendíamos nombres y conceptos y pollas de esas. Joder, menudo aburrimiento. Menos mal que este es mi último año aquí. Bueno, no sé si estudiaré Bachillerato y, si lo estudio, si lo haré aquí. Todavía no tengo claro cómo me organizaré. Sé que quiero hacer cosas relacionadas con ordenadores, me encanta la informática, pero... ¿Y si no soy lo bastante bueno? ¿Y si no le gusto a nadie y no me sirve estudiar nada que tenga que ver con eso? Estaba hecho un lío, quedaba menos de un año para que mi vida fuera cosa mía, no de mi madre, de mi padrino, ni de nadie más, solo mía.


-Rubén -me llamó Mangel. En realidad se llama Miguel Ángel, pero prefiere que lo llamen Mangel. Igual que yo, que me gusta que me llamen Rubius. Son tonterías, pero nos gusta.

-Estaba pensando.

-¿Tú?¿Pensando? -preguntó asombrado, a lo que yo le respondí con un corte de manga- Debes de tener fiebre.

-Gilipollas.


Seguimos andando hacia clase. No había prisa. Ahora teníamos clase de Sociales y el profesor siempre llegaba tarde. Siempre. No había un dichoso día que llegara temprano. En cierto modo, era mejor, así nos follaba menos la mente con tonterías que no nos servirían para una mierda.


Vimos a Lorena hablando con una chica que no nos sonaba para nada la cara. La analizamos bien y miré a mi amigo con una sonrisa pícara. Él hizo lo mismo. Nos llamaban pervertidos, pero era lo que éramos. Nos conocíamos los culos de las chicas del instituto mejor que ellas mismas [XD]. Ya podéis imaginar por qué. Y no es que no prestemos atención en clase, es solo que en gimnasia nos ponemos a mirarles el trasero a todas. La suerte que teníamos, era que en nuestra clase,todas estaban muy buenas. La parte mala era que, todas con las que me gustaría salir, ya tenían novio... O novia... Sería lesbiana, pero no iba a negar que Melo estaba muy, pero que muy buena. En fin, en temas amorosos no estaba yo muy puesto.


-Rubius -me llamó Luzu-, tío. Hay una pelea en clase.


Mangel y yo nos volvimos a mirar sonriendo. Nos encantaban las peleas. Aparte de intentar ligar, nuestra afición era meternos en peleas. El típico "¡Pelea, pelea!" era mi frase favorita. Puede que esté mal, pero en nuestra clase todos somos una panda de subnormales. Unos por brutos, otros por estar jodidamente locos, como era el caso de Jagger. Él me caía bien, era un buen tío, pero estaba demasiado pegado a Inma. A veces ni siquiera yo podía estar con ella, solo él. Y me molesta mucho.


-Rubén, no te lo digo para que metas cizaña, es para que vayas a ayudar -al escuchar a Luzu, reí.

-¿Ayudar?¿Siendo una pelea? ¿Quién es?

-Inma-al decir su nombre, mi cara cambió. Ella en una pelea no podía ser bueno, no porque no me fiara de que supiera pegar. De hecho, ella hacía boxeo. Rápida y ágil tendría más bien poco, pero fuerte es como ella sola. Una combinación rara para ser boxeadora, pero bueno. Si no, con lo que come y lo poco que se mueve cuando está fuera del gimnasio, estaría como una ballena. Volviendo al tema, no me preocupaba que no le fuera a dejar la cara morada a la otra, sino todo lo contrario. No quería que la expulsaran por pegar a alguien. Para ella era muy importante tener un historial impecable.La conocía desde hace dos años que vino nueva al instituto y, aunque pareciera paradita, tenía una mala leche impresionante-. Y es con Jordi...


Mierda, joder. Maldito cobarde, querer pegar a mi mejor amiga... Le iba a partir la cara a ese capullo.

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