CAPITULO 22:

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Chuky escolto a las dos muchachas hasta el coche. Se alegró de ver que a él ya lo esperaban con el todoterreno para poder seguirlas.
Se subió al Nissan Patrol en el lado del conductor y fue todo el camino detrás de ellas a una distancia prudencial.
Braulio esperaba nervioso a sus hijas, llevaban prácticamente todo el día fuera eso lo ponía nervioso.
Las esperó en la entrada dando vueltas como león enjaulado.
Su esposa se burlaba de él, aún continuaba borracha. Y para evitar molestias inoportunas había mandado a sus suegros de vacaciones. Les había pagado un viaje a Francia con hotel incluido para no tenerlos pululando por la casa.
Se habían marchado protestando porque sus nietas no se habían molestado en preocuparse por ellos ni verlos. Aunque habían estado en la misma casa.
Respiró aliviado cuando los vio marchar.
Y por fin oyó a sus pequeñas en la entrada, reían por algo que él no sabía que era.
-Hasta que por fin llegáis.- Dijo queriendo sonar enfadado.
-Papa ¿Crees que una boda se organiza sola? Hay mucho que hacer.- Protestó Viviana.
-Además se empeñó en llevarme al ginecólogo para ver a su sobrino.- Añadió Sara.
-Mi nieto.- Murmuró Braulio dándose cuenta por primera vez que su pequeña niña llevaba un bebe en su vientre.
Lo peor no era que se hubiera acostado con el prometido de su hermana, lo peor era que iba a tener que vivir una vida adulta antes de tiempo. Toda su juventud perdida.
Lo que no sabía es que Sara consideraba que ya hacía tiempo que había perdido su vida.
Inconscientemente llevó las manos a la barriga de Sara y la miró a los ojos.
Le regaló una disculpa sincera.
-Perdóname hija por como te trate.-
-Disculpas aceptadas. Ahora disculpame quede con Steven para cenar.- Informó Sara.
Braulio la dejó ir. Entonces miró a su hija mayor. Se sintió orgulloso de ella.
-Estoy orgulloso de ti hija. Espero que sigas haciendomelo sentir.-
Viviana sintió como le estrujaban las entrañas, sabía que cuando se enterara de su relación con Dan se sentiría algo más que defraudado.
Le abrazó para que no viera las lágrimas en sus ojos.
-Eres un buen padre papá. Te quiero mucho. Quiero que lo sepas.- Le dijo para que cuando llegara la hora de la verdad él tuviera claro que no había fallado como padre.
Le dejó allí plantado y se fue a su habitación. El móvil empezó a vibrar en el bolso, lo cogió y comprobó en el identificador de llamadas el número. No lo conocía. Se preocupó por si era Blanca.
Se apresuró en contestar.
-Viviana soy Laura. La chica que conociste antes. Me gustaría mucho hablar contigo.-
-¿Cómo sabes mi número y mi nombre?-Preguntó preocupada.
-Se todo de ti. Pero tranquila tus secretos estan a salvo conmigo. Soy hermana de gato y prima de Blanca.- Informó ella para tranquilizar a Viviana, como vio que no le contestaba siguió hablando.
-¿Por favor podría verte?- Preguntó de nuevo.
Viviana aceptó no muy convencida y esperó que le dijera el lugar de reunión.
-He venido a ver a mis tíos y estoy en la urbanización ¿te apetece ir al club dentro de veinte minutos?- Preguntó  de nuevo Laura.
-¿El club?- Preguntó a su vez Viviana sorprendida.
Accedió a verse con ella en la cafetería del club, la verdad no veía a esa muchacha de barrio en ese lugar de pijos. Sería divertido.
Aviso a su padre que salía un rato y fue a coger su coche para dirigirse allí. No tenía ganas de andar.
Cuando llegó Laura ya la esperaba y para su sorpresa no parecía nada fuera de lugar. A pesar de su falda vaquera pasada de moda y ese escotado top blanco.
Se volvió a sorprender cuando la abrazó, pero más se sorprendió de la corriente de calor que sintió cuando sus brazos se juntaron. Otra vez esa conexión tan parecida a la que tenía con Sara.
¿Qué era lo que la unía a esa desconocida? No era normal que la sintiera tan cercana sin conocerla.
-Gracias por venir Viviana, en principio no tenía pensado decirte nada, pero quiero que lo sepas. Tú y yo somos hermanas. Mi madre tuvo un noviazgo con tu padre pero se enamoró del hombre que me crió y dejó a Braulio. Hace tiempo me confesó la verdad, solo algunas personas lo saben.-
Decir que Viviana estaba sorprendida era poco, habría esperado cualquier cosa menos eso. No sabía que decir y Laura mal interpretó su silencio. Pensó que no la creía.
-Mi madre no tiene porque mentir. Preguntale a tu padre por Fanny Segura a ver que te dice. Además podemos ir a un laboratorio a encargar una prueba de ADN.-
Viviana la miró a los ojos y supo que no mentía. Así que para tranquilizarla le cogió la mano para después decirle:
-Creerte te creo, pero no puedes pretender llegar y soltarme una bomba como esa y que no me quede en shock. Si quieres podemos hacer la prueba para estar seguras, date cuenta que solo te conozco de hace unas horas.-
-De acuerdo, pero será mañana en la clínica de mis tíos, ahora tengo que ir a una entrevista de trabajo.- Explicó Laura.
-¿A estas horas?- Preguntó extrañada Viviana.
- Es de camarera en un club. No veas como me jode tener que trabajar de eso teniendo mis estudios y títulos. Soy  auxiliar administrativa y directora administrativa. Pero cuando digo a que barrio pertenezco me cierran las puertas.- Informó Laura.
A Viviana se le prendieron los focos, tenía que buscarle secretaria a la decoradora. Así que sin perder tiempo la llamó.
-Hola mi prima estudió administrativo y busca trabajo. Es perfecta.-
-Joder que genial te veo en el club de tu urbanización en dos horas más o menos.-
Viviana se emocionó y le explicó el plan que había trazado, no esperaba la negativa de Laura.
-No iré a tu casa.- Negó por tercera vez.
-Por favor, déjame regalarte algo de ropa. Quiero tu entrevista sea perfecta. Quiero que te contraten para que puedas salir de ese barrio. Imagina lo que puedes conseguir.- Rogó Viviana haciéndole ojitos.
Al final consiguió que le dijera que si. Así que la guió hasta donde estaba se coche para ir juntas a la mansión.

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La de la foto de este capítulo es Laura. La tercera hermana.

Locura DesenfrenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora