El beso la estaba dejando fría, no estaba sintiendo nada. Y para colmo Steven había empezado a participar activamente en ese intercambio de saliva. Pensaba que después de eso tendría que beberse un trago de algo muy fuerte. Aunque solo fuera pa calentarse.
De repente alguien la cogio por la cintura y la arrastró por la discoteca hasta llegar a una puerta de hierro. Steven había quedado muy desconcertado y enfadado.
Viviana observó donde estaban, era una terraza enorme.
Dan la arrincono contra la pared al lado de la salida y gritó frustrado.
-¡Eres mi mujer! ¡No puedes andar besandote con cualquiera!-
-¡Y tú si puedes dejar que un zorron te meta la lengua hasta la campanilla!-
-¡Eres mía!-
-¡Y tú eres el gilipollas de mi marido!-
-¡Un puto mes para poder verte y estar contigo estaba muy triste!-
-¡Oh si muy triste! ¡Vete a la mierda!-
Y pasaron de estar discutiendo a estar besándose como posesos. Manos tocaban por todas partes y Viviana sentía que volvía a estar bien. Su cuerpo que se había quedado helado con Steven ahora ardía.
No eran conscientes de nada hasta que ella sintió que algo que invadía su cuerpo.
-¡Dan estamos en una terraza! Cualquiera puede vernos.- Protestó.
-Sabes que no me importa. Ahora solo quiero estar dentro de ti.- Dijo él apretandola aún más contra la pared y embistiendo más rápido y más fuerte.
Cuando ambos llegaron casi juntos al climax Dan se alejó un poco y ella se sintió vacía.
Emilia salió para avisarles:
-Vivi Steven te esta buscando y esta furioso.-
Dan dio un puñetazo a la pared mientras sentía su corazón romperse. Ella no había mandado todo al carajo para quedarse con él, había salido como alma que lleva al diablo para correr a encontrarse con ese idiota.
Dio otro puñetazo a la pared haciéndose daño en los nudillos.
Emilia y Viviana se pusieron medio escondidas en un rincón con una botella de cerveza cada una. Fingieron charlar animadamente como si llevaran un rato ahi.
Steven las vio y se dirigió a ellas a grandes zanjadas, Emilia haciéndose la graciosa dijo:
-Siento habertela robado campeón pero tenía algo urgente que contarle.-
-¿Y pretendes que me crea que tú has tenido la fuerza suficiente para apartarla de mi lado? ¿Y que habéis estado todo el tiempo aquí?- Preguntó él.
-Aja.- Contestó Emilia.
Steven iba a protestar, pero Blanca los encontró y se acercó casi corriendo. Parecía asustada.
-¡Vivi! Por fin te encuentro. Tu hermana debió de caerle mal la bebida o la cena que esta toda mareada y ha vomitado un montón de veces. La he dejado en los baños. ¿Podremos irnos a casa?-
-Si claro. De todas maneras la noche no esta resultando lo que yo esperaba.- Contestó Viviana.
Steven salió disparado a los baños para buscar a Sara y Blanca fue detrás sin fijarse si Viviana la seguía.
Aprovechó para darle un gran abrazo a Emilia para agradecerle su ayuda.
-Y dile a Dan lo de mi hermana.-
-Mandale un mensaje le alegrará. Yo os aconsejaría que os dejéis, os estáis haciendo daño.-
-Lo pensaré. Hasta el próximo fin de semana amiga.- Después de decir eso se dio prisa en ir al encuentro de su hermana. Ya la esperaban en la puerta.
Steven llevaba en brazos a Sara. Realmente aparentaba estar mal. Y Blanca estaba muy asustada por Sara.
-Blanca quedate esta noche en casa, mañana si Sara sigue así la llevamos al médico.- Pidió Viviana.
-Dormiré con ella.- Dijo Blanca.
Y ya no dijeron nada más.
Una vez que llegaron a la mansión vieron que estaban todas las luces encendidas. Los efectos del sedante debían haber pasado ya.
-¡Mierda! ¡Me cago en la puta! ¡Si entramos por la puerta nos pillan!- Exclamó Viviana.
Steven pidió explicaciones y Sara con voz débil le explicó.
Ella no se quedó a escuchar, procurando no ser vista fue hasta la caseta del jardinero para coger la escalera gigante que usaba para podar las palmeras del jardín.
La colocó y comprobó aliviada que llegaba justo hasta el balcón de la habitación de su hermana. Le pidió a Blanca que subiera primero. Ella iría después para ayudar a Sara a subir y Steven el último por si necesitaba ayuda. Le parecía un plan genial Para no ser descubiertas.
-Te parecerá bonito escaparte y obligar a tu hermana a seguirte.- Reprochó él.
- Yo no la obligue a venir. Le di a elegir. Ahora si no vas a ayudar, si solo te vas a quejar largate.- Dijo ella enfadada.
Blanca ya esperaba arriba, pero él no se fue. Cogio a Sara como si fuera un fardo y subió la escalera sin fijarse si su novia lo seguía.
Ya en la habitación de su hermana preparó un baño de agua muy caliente para Sara.
-Blanca tu ve a mi habitación, te bañas tranquila, coges uno de mis pijamas y vuelves aquí.- Le pidió a Blanca. -Y tú espera fuera.- Ordenó a Steven.
Cuando estuvieron solas Viviana desnudó a su hermana y la metió en la bañera, con cariño la ayudó a bañarse para que se sintiera mejor. Se dio cuenta que parecía que Sara había subido algún que otro kilillo y empezó a sospechar lo que podía estar mal en su salud. No hablaría con ella en ese momento, esperaría a que descansara bien, le esperaba una charla con su hermana mayor.
La secó, le puso el pijama, le secó el pelo y la acostó en la cama. Después de taparla le dio un beso en la frente.
-Quédate con ella en lo que yo me ducho.- Ordenó Viviana a Steven.
Cogio un pijama de pantalón corto de Sara y volvió al baño. Se quitó el vestido corto de polipiel y lo dejó en el cesto de la ropa sucia. Se dio una corta ducha y salió, Blanca ya la esperaba.
-Si me necesitas estaré en el cuarto de la televisión.- Dijo Viviana.
-¿No vas a dormir?- Preguntó Blanca.
-No quiero encerrarme en mi cuarto todavía. Estaré ahí cualquier cosa me avisas.-
No se molesto en hablar con Steven, no quería ni mirarle a la cara.
Antes de ir al cuarto de estar pasó por la bodega y cogio una caja de botellas de ron, luego fue a la cocina para buscar un vaso y una botella de cocacola de la nevera.
Estaba dispuesta a coger una buena borrachera para adormecer todos sus sentidos.
También buscó en su cuarto unas sábanas de seda blanca para taparse y su pendrive de música.
Una vez que tenía todo lo que necesitaba se encerró en la enorme estancia, fue hasta el equipo de sonido y puso su música. Con el volumen bajito para no molestar.
Se preparó un cubata se sentó en los enormes cojines del suelo y se puso a hablar con Dan por mensaje.
Una horas después ya llevaba dos botella de ron, había discutido horrible con él y se sentía pésimo.
Steven llegó junto a ella, se sorprendió de que no se hubiera ido. En silencio se sentó a su lado y se sirvió otro cubata. Otra hora más y Viviana estaba casi borracha, aguantaba bien el alcohol, sin embargo Steven ya estaba completamente ebrio. Y tenía mucho que reprocharle a su prometida.
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Locura Desenfrenada
Roman d'amourViviana esta feliz con su vida. Ama su profesión. Pero de repente ve como su pasado regresa a ella recordandole cosas que debían estar enterradas. Daniel ha regresado para luchar por ella. Y no se irá sin recordarle lo mucho que se amaron. ¿Consegui...