Un mes había pasado Viviana castigada llendo del instituto a casa y con dos gorilas pegados con pegamento a ella todo el día. Estaba a punto de volverse loca y todo por culpa de su hermana.
Dan en ese mes había echo lo posible por acercarse a ella pero con aquellos guardaespaldas siguiéndola a todas partes imposible hacerlo.
Sara estaba cada día más triste y apagada, se perdía en su mundo y tardaba en volver a la realidad.
-¿Ves Sara? Si hubieses sido más cuidadosa ahora no estaríamos castigadas. Necesitas salir y distraerte. Mírate si hasta pálida estas.- Regañaba Viviana pero como no la hacía caso optó por dejarla sola y salió de su habitación para irse a la suya a coger sus cosas para encerrarse en la biblioteca a estudiar. Últimamente esa era su lugar favorito de la casa.
Pero ahi estaban esos dos orangutanes esperando por ella.
-¡Dios! ¿Me tenéis que seguir hasta en mi casa? ¡Qué agobio! ¡Iros a dar una vuelta!- Exclamó agobiada.
-Ordenes de su padre señorita.-
Lanzó un juramento y se encerró en su cuarto dando un portazo.
Cogio lo que necesitaba y volvió a salir mirando mal a los hombres y bajó las escaleras a saltos deseando perderles de vista.
Pasó por la cocina cogio varios batidos de chocolate y barquillos, despues fue a la biblioteca y volvió a cerrarles la puerta a los escoltas dejándolos fuera.
No supo cuanto tiempo pasó pero se llevo el susto de su vida cuando levantó la mirada de su libro de historia y vio allí a su padre mirándola.
-Sigue así hija mía que cuando vuelva de mi viaje de negocios te levantaré el castigo.- Dijo Braulio.
-Gracias papá ¿pero podrías ser bueno y levantarme ahora el castigo? Necesito salir.- Preguntó Viviana sonriendo dulcemente.
-No, es una prueba, si los guardaespaldas y los abuelos me dicen que has seguido portandote así de bien te levantaré el castigo.-
-¿Los abuelos? ¿Y no te lo puede decir mamá?-
-Mamá vendrá conmigo necesita distraerse. Así que mañana llegan los abuelos. Hoy tu hermana y tú os quedáis solas. Pero habrán guardaespaldas para vigilaros.-
-No tendrás queja de nosotras.- Prometió Viviana dándole un beso y cruzando los dedos.
"Tonto, no me hubieses dicho que te ibas y no me hubiese enterado. Aprovecharé que es viernes pa salir de fiesta. Me voy a volver majara aquí dentro" Pensó Viviana ideando un plan.
Primero fue al dormitorio de sus padres y tomo prestadas las gotas de dormir de su madre. En ese momento bendijo la manía de la cocinera de preparar la comida del personal de la casa en una olla grande y marrón.
Ya en la cocina vació todo el frasco en la sopa que iban a cenar.
Sonrió satisfecha y después que sus padres se fueran avisó a Blanca para que fuera a su casa en cuanto pudiera.
Entró por último en la habitación de su hermana para explicarle su plan.
-Hermanita linda y preciosa, prepárate, ponte linda. Esta noche fiesta.-
-¡Estás loca! ¡Si los escoltas nos pillan papá nos mete de por vida en un internado!- Exclamó Sara.
-Lo tengo todo bajo control, he echado dormidina en la sopa de los empleados. Así que si quieres divertirte un rato, arreglate. Si no me voy sola.- Después de decir eso se marchó a su cuarto para prepararse.
Sara aprovechó para llamar a Steven para que las acompañara. Aunque sabía que eso molestaría a su hermana.
Dos horas más tarde las tres chicas salían con precaución de la mansión. El plan de Viviana había funcionado.
Cuando vio a Steven se puso de mal humor y miró a Blanca y a Sara.
-¿Quién de vosotras llamó a ese imbecil estirado?- Preguntó rabiosa.
-Hermana por dios es tu prometido, pensé que te alegraría verle.-
-Así que le llamaste tú Sara. Parece más tu novio que el mío.-
Sara bajó la cabeza para mirar el suelo avergonzada, Blanca le cogio la mano y se la apretó.
Viviana dio un rápido y corto beso a su prometido en la mejilla y se subió a la parte trasera del Mercedes deportivo gris plateado. Blanca se sentó a su lado y Sara desconcertada se sentó en el asiento del copiloto.
-Discoteca "el bosque".- Ordenó Viviana mientras se ponía el cinturón de seguridad.
-¿Otra vez nos vas a meter en una discoteca infernal?- Intentó protestar Steven, pero su novia le echó tal mirada asesina que desistió de decir nada más.
Cuando entraron dejó a los tres sentados en una mesa y fue a pedirles unos cubatas. Para ella se pidió una botella de baylis, sabía lo que había pasado la última vez que había bebido pero necesitaba desesperadamente divertirse.
Se prometió que esa vez no se emborracharia, se reunió con Emilia a la cuál había llamado para quedar.
Estuvieron charlando animadamente compartiendo la bebida.
Hasta que vio algo que la hizo romper la promesa que acababa de hacerse. Se dio la vuelta para ir a buscar más alcohol pero su amiga la miró preocupada y le pidió:
-No hagas locuras Vivi.-
-No te lo prometo Emi.- Y después de decir eso la dejó alli plantada para dirigirse a la barra. Desde allí siguió observando a la persona que no esperaba ver tan bien acompañado.
"A eso podemos jugar dos querido esposo" Pensó ideando un nuevo plan.
Apuró la botella y la dejó para buscar a su prometido.
Seguían en el mismo sitio donde los había dejado.
-Steven, ¿vamos a bailar?- Preguntó intentando sonar sexi.
-¿Pretendes que baile esta música?- Preguntó él a su vez sintiendo rechazo.
-Por favooor. Nunca te pido nada.- Suplicó estirando su mano hacía él.
A regañadientes Steven la siguió y ella le guió lo mas cerca posible de Dan y sus amigos.
Esperó el cambio de canción y empezó a sonar "Dile".
Seductoramente empezó a mover las caderas, a hurtadillas observó que Dan estaba empezando a enfurecerse. Entonces sin parar el ritmo se agarró al cuello de Steven y puso su boca en su oído, le provocó soplandole un poco y luego le susurró:
-Nunca nos hemos besado...-
-¿No pretenderas que te bese delante de tanta gente?- Preguntó espantado.
-Es tu momento de demostrar que soy tuya.-
-No tengo que demostrar nada.-
Viviana empezaba a estar muy molesta con ese muchacho, por dios no tenía sangre en las venas o podía ser gay. ¿Y de verdad pretendía su padre casarla con eso?.
Entonces antes de enfadarse más se lanzó por su boca como si fuera una leona en celo.
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Locura Desenfrenada
RomanceViviana esta feliz con su vida. Ama su profesión. Pero de repente ve como su pasado regresa a ella recordandole cosas que debían estar enterradas. Daniel ha regresado para luchar por ella. Y no se irá sin recordarle lo mucho que se amaron. ¿Consegui...