Sara les miraba con el ceño fruncido. No le gustaba nada que su hermana se hubiera enamorado de Dan. No creía que esa relación fuera buena para ella, estaba convencida que solo le haría daño.
Por eso se acercó y les interrumpió:
-Viviana papá esta a punto de llegar, mamá esta allá dentro y también tu ex-prometido.- Su voz sonó más dura de lo que pretendía. Sabía que si hablaba así a su hermana lo único que haría sería enfurecerse.
Cosa que pasó, porque Viviana saltó defendiendo su relación.
-¿Pero tú de que vas? ¿Me echas en cara que Steven este allá dentro? Cuando eras tú la que se acostaba con él, eres tú la que carga un bebe de él. No yo. Eres tú la que se va a casar y yo como buena persona estoy organizando esa boda, cuando lo que tenía que a ver echo es mandarlos a paseo a todos. ¿Y sabes qué? Me importa una mierda que papá se entere de lo mio con Dan. Que se entere. Me merezco ser feliz.-
Dan orgulloso de su mujer la agarró por la cintura y la pegó contra su pecho. Se prometió a si mismo no dudar de ella nunca más.
Sara contraatacó, puso voz dulce y ojitos tristes.
-Lo sé hermanita, sé que ese te hace feliz y le quieres. Algún día te tocará llegar junto a papá y defender lo que tenéis. Pero no ahora que papá y mamá están tan enfadados, decepcionados y tristes por mi metedura de pata. Por favor hermana entra conmigo.-
-¿Metedura de pata? Perdóname Sara pero creo que lo tuyo con Steven es algo peor que una metedura de pata. Si tu hermana hubiese estado enamorada de Dan y deseando casarse con él ¿Qué hubiese pasado? Si tienes conciencia úsala antes de juzgar a los demás.- Dijo Dan bastante molesto con su cuñada, porque al fin y al cabo eso eran.
Viviana fue al rescate no quería que pelearan.
Puso las manos en el pecho de Dan y le dijo:
-Cariño nos vemos luego. Ve tranquilo.-
-De acuerdo, Emilia y Gato te recogerán a las ocho. Te quiero.- Aceptó Dan.
-No yo te quiero más, encima del capó de un coche y rodeados de árboles.- Bromeó Viviana en el oído de Dan.
Él la besó dulcemente y luego murmuró en su oído:
-Está noche serás mía, dormiremos juntos.- Ordenó Dan deseando tenerla para él solo.
Observó el vaivén de sus caderas mientras se alejaba y sonrió. Sentía que cada día que pasaba la amaba más.
Se iba a montar en su coche cuando noto que una mano pequeña se posaba en su hombro, sonriente se dio la vuelta. Pensaba que era Viviana.
Pero su sonrisa se congeló cuando vio a Sara.
-Que sea la primera y la última vez que tu me hablas así. Que estés con mí hermana no te da derecho a opinar sobre mi vida y menos cuando os he echo un favor. Como me cabrees más te vale que cuides tus espaldas. En el mundo en que te mueves hay muchos Judas.- Después de decir eso Sara volvió a entrar en el hotel.
Antes de entrar en el comedor puso su mejor sonrisa.
No querían que notaran que estaba molesta, pero lo estaba y mucho. Debían de ser también las hormonas del embarazo.
La siguiente hora la pasaron eligiendo lo que restaba de menú. Después fueron a la imprenta para hacer las tarjetas de invitación para los invitados.
Viviana eligió que las tarjetas fueran azul cielo con ángeles dorados. Y detrás los nombres de los novios y la dirección de la mansión. Aunque los pocos que iban a asistir a la boda ya conocían el lugar.
-¿Qué falta ahora?- Preguntó Sara agobiada, Steven le cogió la mano para darle ánimos.
Viviana empezaba a estar harta de los gestos de cariño de esos dos. Pero sobre todo la estaba cansando las miradas de suficiencia que él le lanzaba.
-Queda ir al estanco por los puros y los cigarros. De eso seguro Steven entiende más, puede ir él. Y nosotras a la tienda a buscar los detalles que ahi que entregar.- Contestó Viviana esperando que Steven se perdiera calle abajo y las dejara por fin solas.
-¿No podemos ir todos?- Preguntó Sara.
-Así ahorraríamos tiempo, estás cansada. Mamá hace rato se fue pero recuerda que quiere ir con vosotros de visita a las oficinas de papa. Para que te sientas tranquila quedamos en media hora en esa cafetería.- Explicó Viviana señalando un bar.
Al final de mala gana Sara accedió, en quince minutos habían elegido las figuras, Sara estaba irritable y no quería colaborar.
Así que su hermana eligió unos angelitos como los de la tarjeta de invitación. Encargó el grabado y pidió cuarenta, esperaba que sobraran. No esperaban mas de veinticinco invitados.
Dio dinero extra para que los enviaran a casa de su padre. Así evitaría agobios.
Fueron a la cafetería a esperar a Steven y mientras Sara se bebía un enorme batido de chocolate ella aprovechó para llamar al salón de belleza y pedir cita para las doce del día siguiente. Llamó también a la tienda para hacer la última prueba del vestido. Para terminar pidió cita al estudio fotográfico para el álbum de boda.
-Mañana a las once prueba del vestido, a las doce peluquería y a las cinco el montaje fotográfico.- Informó Viviana.
-Dios cuantas cosas para tan poco tiempo.- Protestó Sara.
-Dile al pinguino de tu novio que espero tenga traje para mañana hacer el reportaje.- Dijo mirando la hora. -Bueno hoy ya elegimos la comida y Helen esta con la preparación del jardín y para la visita a las oficinas podéis ir vosotros solos. Pedir un taxi. Yo me voy.- Añadió Viviana.
-Vamos hermana ¿te vas a pasar todo el día enfadada conmigo? Siento haberme portado así, pero no me gusta Dan para ti.- Protestó Sara.
Viviana no contestó solo le dio un beso en la mejilla y le recordó que pidieran un taxi.
Cuando llegó junto a su coche mandó unos cuantos mensajes. Primero a Emilia:
"No me busques hoy, he echo un cambio de planes. Nos vemos luego, chao Emi."
Después a Dan:
"Cariño no quedes con nadie para cenar, hoy cena romántica solo nosotros dos, en tu apartamento de soltero."
La respuesta de Dan no se hizo esperar:
"Espero que llegue esta noche pronto. Gato esta en el edificio que te habra la puerta"
"Le diré a Emilia que me esperen"
Luego entró un mensaje de Blanca:
"Quiero hablar contigo últimamente ni te veo"
"Tengo ganas de verte, centro comercial Plenilunio, alrededor de veinte minutos. Tengo aún que llegar. Estoy por la calle Alcalá. En el garaje donde tengo el coche. Si llegas antes espera."
Esa fue la contestación de Viviana. Después se subió y se puso en camino.-----------------------------------------------------------
En la foto de hoy Gato. Saludos a todos estos lectores silenciosos que no votan ni dicen nada pero sé que estan ahí.
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Locura Desenfrenada
RomantikViviana esta feliz con su vida. Ama su profesión. Pero de repente ve como su pasado regresa a ella recordandole cosas que debían estar enterradas. Daniel ha regresado para luchar por ella. Y no se irá sin recordarle lo mucho que se amaron. ¿Consegui...