Locura Desenfrenada

CAPITULO 7:

Steven nunca se hubiera atrevido a hablar con Viviana de sus sentimientos. Pero estaba muy borracho y eso le desinhibia. Así que a pesar de llevar una hora en silencio decidió que solo tendría ese momento para decirle las cosas.
La agarró por la barbilla y se dispuso a soltar todo lo que le carcomia.
-¿Por qué eres incapaz de verme como alguien digno de ocupar tu corazón? Eres egoísta, alocada y despreocupada. Pero al mismo tiempo tienes un gran corazón, pero solo para los demás nunca para mí. Cuando mi padre me dijo de nuestro compromiso me emocioné y vine hasta tu casa con ilusión. ¿Y qué hiciste tú? Tratarme con desprecio como si tú fueras un ser superior y yo un imbecil. Me trataste como si te estuviera destrozando la vida y nunca pensaste como me podía sentir yo.-
Viviana estaba sin palabras, lo cierto es que nunca había pensado como se sentía él, siempre le había tratado mal y Steven nunca se había quejado. Siempre tratandola con la educación y respeto que ella no tenía.
Tragó saliva y por primera vez no se retiró de su contacto, ni apartó la mirada.
Después de un silencio no incómodo él siguió hablando:
-Ese beso que me diste hoy me gustó. Pero ahora estoy enfadado porque por culpa de tu actitud han pasado cosas. Cosas que no te voy a decir, pero quisiera saber si ahora mismo te diera un beso tú me corresponderías.-
-Inténtalo.- Dijo ella sabiendo que al día siguiente se arrepentiria de lo que sucediera allí.
Steven la cogio en brazos y ella abrazó su cintura con sus piernas. Luego él se abalanzó sobre su boca. Viviana no protestó, solo intentó disfrutar.
Se sorprendió a si misma apretandose aún más contra él, debía estar muy borracha porque empezaba a sentir calor. ¿Dónde estaba ese frío que sintiera antes?
Una corriente de aire se instaló en sus pechos desnudos y la piel quedó erizada, pero enseguida unas manos calentaron esa zona. Jadeo buscando más.
-¿Dime que sientes cuando te toco, cuando te beso?- Preguntó Steven.
-Calor, mucho calor.- Contestó ella.
-¿Quieres que sea delicado?- Volvió a preguntar él.
-No, no quiero que me trates como si fuera cristal, quiero que me arañes, que me muerdas. Marca tú el ritmo pero no seas delicado.-
-Te haré gritar.-
"Vaya con el inglés estirado, va a resultar que si es un hombre" Pensó ella. Pero ese fue el único pensamiento coherente que pudo hilar porque lo que quedaba de noche él no la dejó pensar.
-¡Viviana!-
Esa voz que la llamaba, la reconocía, pero se oía lejana aunque enfadada.
La sacudieron y despertó de repente. La cabeza le iba a explotar y veía borroso, enfocó a su izquierda primero y vio el cuerpo desnudo de Steven. "Mierda" pensó.
Luego miró a su derecha y vio a su padre, entonces buscó la sábana para tapar su desnudez.
-Ven.- Dijo su padre.
Ella avergonzada se enrollo aún más en aquel trozo de tela y siguió a su progenitor hasta el pasillo.
-¿Me puedes explicar que pasó anoche?- Preguntó Braulio intentando controlar el enfado que sentía.
Viviana intentó recordar pero de lo poco que se acordaba no era para contárselo a su padre.
-¿ehh no?-
-¿Cómo que no?- Volvió a preguntar su padre en un tono más alto.
-Papá por favor no chilles. Solo recuerdo que íbamos a ver una película, pero empezamos a beber y no recuerdo nada.-
-¿Me estás diciendo que ese cabron te emborrachó para aprovecharse de ti?-
-No pasó nada que yo no quisiera que pasara. Esto es culpa de los dos.-
-Si ni siquiera te acuerdas.-
Una idea le llegó a su cabeza y se apresuró en entrar en el cuarto de estar pero no vio por ningún lado lo que buscaba. Volvió a cerrar la puerta y se aporreo la cabeza con la puerta.
-¡Mierda y más mierda!- Exclamó golpeándose.
-¿Qué pasa hija?- Preguntó asustado Braulio.
-Me he dado cuenta papá que no usamos protección como pude ser tan idiota.- Respondió ella, de repente se acordó de Dan, se sintió inmensamente culpable. También recordó que con él tampoco usó protección, volvió a golpearse con la pared y sin saber porque se puso a llorar.
-Soy una idiota, una idiota.- Dijo pensando que lo peor que le podía pasar era quedarse embarazada y no saber quien era el padre de la criatura.
Su padre la abrazó y evitó que siguiera dándose cabezazos.
-Tranquila hija, te llevaré al hospital para que te den una pastilla del día después. Ve a ducharte y vestirte, te esperaré en la entrada en media hora. Que suerte de que se me olvidaran unos papeles importantes.-
Mientras ella iba a arreglarse él se encargó de su prometido. Después de despertarle le dio una charla sobre responsabilidad y sobre todo le dejo bien claro que estaba decepcionado con él.
Pero Steven no se arrepentía de lo sucedido, al contrario se alegraba porque había descubierto a una Viviana apasionada y entregada. Todo lo contrario a lo que aparentaba en su día a día.
Lo único malo es que ahora tenía unas terribles dudas, había otra persona en su vida y ahora no sabía a cuál elegir.
Eligiera lo que eligiera tenía que hacerlo pronto.
Por eso se marchó sin desayunar ni hablar con su prometida, necesitaba estar solo para pensar.
Viviana se puso un vaquero negro y una camiseta rosa, no se maquilló. Antes de bajar fue a ver si su hermana se sentía mejor pero aún dormía y Blanca también.
Le mandó un mensaje a Dan dejando que la culpa hablara por ella.
"Siento haber besado a Steven, siento haber intentado hacerte daño. Se que te engañé y me duele. Creo que no somos lo suficientemente maduros para tener una relación. Nos hacemos daño."
"No te atrevas a dejarme. Soy capaz de hablar con tu padre. Te quiero." Esa era la respuesta de Dan.
"Tú también me engañaste Dan."
"Solo fue un beso. Me muero si me dejas"
Viviana se echó a llorar desconsoladamente, lo suyo había sido algo más que un beso.
Incapaz de seguir de pie resbaló por la pared hasta quedar sentada.
"Te quiero, no creo que pueda dejarte. Pero tengo miedo." Respondió ella.
"Me haces feliz, es la primera vez que me dices te quiero"
Ese fue el último mensaje. Braulio subió a ver porque su hija tardaba.
Y cuanto la vio en el suelo echa un ovillo llorando deseó haberle partido la cara a Steven. La ayudó a levantarse y a caminar.