Locura Desenfrenada

CAPITULO 36:

-Viviana, me llamó el director de tu instituto y me ha explicado que te ha pillado dos veces en una situación comprometida con Daniel Balenciaga. Él cree que estáis desatados y que podríais tener problemas si seguís por ese camino. Te lo voy a decir una única vez, aléjate de ese chico.- Dijo Braulio bastante molesto.

-Papá el director es un exagerado, se pone a sacar conclusiones que no son. No tengo nada con Daniel.- Mintió ella desesperada porque la creyera.

-No intentes inventar excusas ni nada parecido. Quiero que te alejes de ese muchacho o me veré obligado a intervenir. Una sola llamada más de tu director y te irás a Londres a terminar el instituto. ¿Quedó claro?- Preguntó él.

-Pero papá...- Intentó protestar Viviana.

-Papá nada, agradece que estoy muy ocupado porque si no iba yo mismo para allá a averiguar qué está pasando. No quiero más llamadas del instituto ni más rumores.- Amenazó colgando.

Viviana resbaló hasta el suelo llorando, no podía permitir que su padre se enterara de su relación con Dan, los separaría y su corazón no podría soportarlo.

Sara entró en su antigua casa para visitar a su hermana, no había tenido tiempo de verla desde que llegara de luna de miel. Y como sabía que Braulio no estaba aprovechó para hacer la visita.

Entró en la cocina porque oyó sollozos, corrió hacía su hermana preocupada y la ayudó a levantarse del suelo. Viviana le contó lo que le sucedía entre hipidos.

-Dan y tú estáis desatados, parecéis dos conejos en celo. Tenéis que tener mucho cuidado hermana. Las mentiras tienen las patas muy cortas. Además sabes que cuando se entere papá se desatará el infierno en la tierra.- Decía Sara.

-Lo sé pero no quiero dejarle, le necesito.- Protestó Viviana sintiendo que no faltaba mucho para que su mundo se derrumbara.

Los días pasaban rápidamente y ellos cada día se hacían más inseparables, Dan aprovechando que Braulio no estaba aprovechaba para dormir con Viviana en su habitación. También estudiaban juntos en la gran biblioteca de la casa de ella. Incluso habían conseguido aprobar el trimestre con muy buenas notas.

Como habían decidido marcharse a su cabaña unos días de vacaciones, Viviana preparó algunas cosas para llevar. Esta vez no irían en coches separados. Puso unos legging en la cama junto con un blusón para vestirse. Pero no pudo llegar a hacerlo porque Dan entró en su cuarto, como aún era temprano se acostaron en la cama a charlar de sus cosas.

Él masajeaba su espalda desnuda al mismo tiempo que le regalaba tiernos besos.

No se dieron cuenta cuando la puerta se abrió golpeando la pared. Solo se sobresaltaron cuando una voz grave y enfadada habló:

-Sabía que mi hija me estaba ocultando cosas. Ahora ya no me las ocultará más. Esta relación se ha acabado. Te lo advertí Viviana. Te irás a Londres a terminar el instituto y no volverás hasta que termines tu carrera de dirección de empresas en la universidad.-

Por suerte Daniel estaba vestido, así que se levantó y se acercó despacio al enemigo de su padre.

-Por favor señor no nos separe, no deje que la mala relación que tiene con mi padre afecte a nuestra relación. Si se siente más tranquilo dejare todo pero no me aleje de ella porque ella es toda mi vida.- Suplicó Dan tragándose su orgullo.

-No permitiré esta aberración. No quiero. Esta locura se acaba aquí.-

Viviana se había vestido rápidamente y también se acercó a su padre, se arrodilló y con lágrimas en los ojos suplicó: