CAPITULO 19:

1.9K 98 0
                                    

Viviana sabía que Sara tenía razón. Pero no podía dejar de desobedecer a su corazón por el miedo a su padre. Quizá pasarían años antes de que se descubriera todo. Y tal vez cuando se enteraran sería demasiado tarde para separarlos.
-Hermanita, me comí mis crepes. Y como sigas en babia me como los tuyos.- Dijo Sara.
-Cometelos se me quitó el hambre.- Dijo acercándole el plato, ella se pidió otro café más.
-¿Has ido al ginecólogo para saber como esta el bebe?- Preguntó Viviana.
-No la verdad es que no. Me ha costado asimilar que estoy embarazada.- Contestó Sara.
Viviana sacó una tarjeta de su monedero y llamó a la clínica de los padres de Blanca para concertar una cita.
-Tenemos la cita dentro de hora y media así que espabilemos, quiero ir al hotel palace para encargar el catering de la boda.- Dijo Viviana.
-Si que te has dado prisa en pedirme la cita con el médico.- Comentó Sara y su hermana pensó que no se veía feliz con su embarazo, se acordó de su madre y deseó con todas sus fuerzas que Sara no se pareciera a ella.
Llegaron puntuales a la clínica, ambas estaban nerviosas. Se sentaron en la sala de espera hasta que las llamaron.
Antes de la ecografía el ginecólogo hizo el historial médico de la embarazada, fecha de la última regla etcétera.
-Bueno señorita, mientras yo termino de anotar vaya usted a desnudarse de cintura para abajo y colocándose en la camilla.- Pidió el doctor y Viviana se levantó para ir detrás de Sara.
Quería ayudarla, aunque para eso ya estaba la enfermera.
Cuando el ginecólogo se reunió con ellas les explicó en que consistía la ecografia vaginal.
Después de unos instantes pudieron ver en el monitor el bebe, Viviana se emocionó, esa cosita tan pequeña era tan perfecta que era imposible no amarla.
En ese momento odio a su madre, ¿Cómo podía ella detestar a sus hijas? No lo entendía.
-Señorita tiene casi tres meses de embarazo. Debe empezar cuanto antes a tomar el refuerzo vitaminico, aunque el bebe este bien debe tomar cuanto antes las vitaminas.- Explicó él a la futura mamá.
Sara solo pudo asentir, lágrimas silenciosas caían en cascada. Viviana la ayudó a levantarse y después de preguntarle si estaba bien la dejó en el cambiador para que se aseara y colocara la ropa.
Mientras tanto ella cogió las recetas y salió hasta la recepción a pagar la consulta.
-Dice el doctor que vuelva en quince días.- Dijo Sara aún visiblemente emocionada.
-Pediré la cita.-
En silencio fueron hasta el coche para ir a una cafetería a tomar algo.
Viviana pensó en la boda de su hermana, ya tenían los vestidos, ya tenían la cita concertada para probar la comida del catering e elegir el menú. Le faltaba la decoradora para el jardín y conocía una, buscó su número de teléfono y llamó para concertar una cita.
-Me pillas mal. Mi secretaria se acaba de despedir. Estoy desesperada.- Explicó la decoradora y organizadora de fiestas.
-Si te consigo una secretaria ¿Decorarás el jardín para la boda de mi hermana? Eres la mejor y te quiero a ti.-
-Echo.-
-Tendrás noticias mías esta tarde-noche. La boda de mi hermana es este fin de semana.- Dijo colgando.
Suspiró y se pasó la mano por la cara. Siempre tan impulsiva como siempre, ¿Por qué no aprendía a pensar antes de hablar?
-¿Estás loca? ¿Dónde vas a conseguir una secretaria?- Preguntó Sara.
Viviana bufo, en eso justamente pensaba cuando su telefono sonó.
Miró el identificador y como no conocía el número se dio prisa en cogerlo.
-Viviana tienes que venir al polígono industrial de "el pajar". Dan esta fuera de si, la herida se ha abierto y no atiende a razones.- Dijo Chuky desesperado.
-¡Mierda y más mierda! ¡Mándame la ubicación por mensaje enseguida salgo para allá.-
-Hermana ¿Qué pasa? Te has puesto pálida.- Preguntó Sara.
-Es Dan me necesita.- Contestó memorizando la calle donde estaban, recordó que justo en la esquina había una tienda de pelucas. Pidió a su hermana que la esperara que volvía enseguida.
Corrió hasta allí y compró dos pelucas, una negra y otra pelirroja. Vio una optica en la acera de enfrente y entró a comprar gafas de sol. Compró dos pares idénticos.
Después volvió donde Sara la esperaba.
-Te llevaré a la parada de taxi para que cojas uno que te lleve a casa. Dan se metió en un lio y tengo que ayudarle.- Explicó Viviana
-Iré contigo, nada me hará cambiar de opinión. ¿Dónde vamos?-
-El pajar. Polígono industrial.-
Eso dio muy mala espina a Sara, mientras se dirigían a toda velocidad hasta alla se entretuvo con su móvil.
A pesar de que su hermana estaba excediendo los límites de velocidad no dijo nada.
Media hora después aparacaba derrapando. Habían muchos coches y se oía jaleo.
Viviana se agachó, se hizo un moño muy tirante y se colocó la peluca roja. Luego las gafas de sol nuevas.
-Luego te explico.- Dijo a su hermana saliendo del coche.
Miró alrededor y vio a Chuky y a Toro.
Para evitar que Dan se volviera a celar llamó a Chuky.
-¡Estás loca! ¡Has traído a tu hermana!- Exclamó Chuky.
-¿Y qué querías que hiciera? Estaba conmigo cuando llamaste. Ahora pon a alguien a vigilarla que voy por el imbecil de mi marido.-
Él llamó a un chico rubio de aspecto rudo para que vigilara a Sara.
-¿Ves la chica del coche? Vigilala. Y cuidala.- Ordenó Chuky.
-Lo harás con tu vida, si a ella o al bebe les pasan algo acabaré contigo.- Amenazó Viviana.
-Hazle caso hermano, es la mujer del sombra.- Presentó chuky.
-Ohhh le aseguro jefa que protegere a su amiga si pasa algo. Me llaman el dedos largos.- Dijo el chico mostrando un revolver que tenía escondido debajo de la chaqueta de cuero.
-Más te vale.- Murmuró antes de dirigirse al tumulto para saber que era lo que pasaba.
Dan estaba pálido y se agarraba el hombro que sangraba abundantemente. Una chica se escondía detrás de él, se veía asustada e indefensa. Pero aún así sintió celos, deseó poder ahogarla solo por estar tan cerca de su hombre.
Se acercó furiosa. No sabía lo que iba a pasar, solo sabía que ella enfadada era impredecible.

-----------------------------------------------------------

La de la foto de este capitulo es Viviana. En el siguiente pondré a Dan.

Locura DesenfrenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora