Locura Desenfrenada

EPILOGO:

Viviana no podía dormir. Dan y ella habían pasado la noche hablando como las dos personas adultas que eran en ese momento de sus vidas.
Su mente era un cúmulo de emociones y sentimientos. Recordar tantas cosas de su pasado la había echo recordar lo mucho que había amado a su marido. Su historia había sido una locura si. Pero en ese tiempo juntos los lazos que habían construido eran demasiado fuertes para que el tiempo pudiera destruirlos.
Y allí estaba quince años después mirando como Daniel dormía y preguntándose que hacer.
Un suave toque a la puerta la sacó de su debate interno.
Se puso una bata y fue a abrir. Claudio estaba delante de ella con un aspecto horrible. Tenía ojeras y la ropa que siempre llevaba impecable estaba arrugada y descolocada.
-¿Por qué no me lo dijiste?- Preguntó él con la voz rota de dolor.
-¿El que?- Preguntó ella a su vez.
-Que estabas casada.-
-¿Por qué crees que solo quería una relación esporádica? ¿Por que crees que no me implicaba más? ¿Y como te has enterado de esto?- Volvió a preguntar.
Entonces él le acercó un recorte de un periódico que ella leyó avidamente.
Era una entrevista de Dan en la que decía que iba a recuperar a su esposa.
-Solo dime una cosa, para saber si puedo luchar por ti. ¿Le sigues amando?-
Viviana pensó pero la respuesta se la dio su corazón.
-Nunca pude olvidarle. Sigo amandolo.-
-Entonces encantado de conocerte.- Se despidió Claudio sin intentar tocarla.
Ella entró en la habitación y despertó a su marido que la miró con el ceño fruncido.
-Ya sé lo que quiero. Y te quiero a ti. Continuemos esta historia donde se quedo hace quince años.-
-¡Aleluya mujer!- Exclamó feliz él.
Después la besó como si no hubiera mañana. Aunque si lo había. Un mañana feliz y pleno porque por fin estaban juntos.