Locura Desenfrenada

CAPITULO 3:

Viviana no se había librado de la bronca de sus padres, se habían colado en su cuarto dándole una charla sobre responsabilidad y cuidar a su hermana pequeña. No añadió ni una sola palabra para evitar que le dijeran más cosas.
Lo único que hizo fue suspirar sonoramente cuando por fin la dejaron sola.
Se arrepentía de haber suspendido su último año de instituto, le hubiese gustado estar en ese momento en la universidad estudiando lo que tanto le gustaba y alejada de sus padres.
Como algo insólito decidió sentarse a estudiar y adelantar trabajos. Quería mejorar las notas y distraerse un poco.
Hasta que su móvil sonó avisando de un mensaje:
"He hablado con Emilia, mañana irá a tu casa para que todos piensen que es verdad nuestra versión. Por cierto te echo de menos"
"Estás loco, como una puta cabra, no sé como haremos para mantener esto en secreto. ¿Hablaste con chuky?"
"Quede con él en el centro comercial en una hora. Espero tener todo es bajo control tranquila."
"¿Cómo voy a estar tranquila si me he casado con el hijo del peor enemigo de mi padre?"
Viviana dejó de contestar mensajes y también de estudiar había perdido la concentración.
Dan se rindió, sabía que ella no le respondería más, estaba confuso e irritado.
¿Qué demonios había pasado para que en una sola noche terminara casado, con una cabaña en medio de ninguna parte y un cadillac? Lo peor era que aunque su "mujer" quisiera para él iba a ser imposible seguir como si nada, porque ahora tenía esos sentimientos intensos que no sabía si iba a poder dominar. Toda su corta vida se la habían pasado evitándose o torturandose con bromas absurdas y ahora al haber despertado con ella, haberla tenido y descubrir que era perfecta para sus brazos no quería dejarla marchar nunca. Y si la tierra ardía como el infierno por culpa de sus padres el se quemaría encantado, porque al contrario que ella él no tenía miedo a su padre.
No sabía si se había enamorado esa noche o llevaba enamorado toda la vida de Viviana, pero tenía claro que lucharía.
Viviana se asomó al balcón de su cuarto, ya no podía estudiar, ahora solo podía pensar en Dan.
Pensó que pasaría si le dijera a su padre que se sentía atraída por el hijo de su enemigo. Se preguntó si cancelaria el compromiso con Steven y la dejaría libre para estar con su "marido". Dios que extraño resultaba llamarlo así. Y a su corta edad. Se rió a carcajadas con dieciocho años tenía un esposo y un prometido. Que absurdo todo.
Tenía la certeza de que el infierno se congelaria antes de que su padre la dejara amar a Daniel Balenciaga.
Se entristeció y una sonrisa triste asomó en su rostro, los Balenciaga y los Ventura serían siempre enemigos y no había cabida para el amor.
Sintiéndose fatal bajó a la cocina para beberse un zumo de naranja fresquito. Su hermana la vio y la siguió.
-¿Dónde te metiste anoche? Estabas hablando con Antonio y luego desapareciste.- Preguntó Sara curiosa.
"Así que hablé con el chuky y luego me debí marchar con él para reunirme con Dan. Pero ¿por qué? ¿Qué me dijo para yo irme con él? Si hasta anoche yo los odiaba a los dos." Pensaba Viviana confundida.
-¡Ey! ¡Hermanita! Te estoy hablando.- Protestó Sara poniendo voz infantil.
- Perdón, no tengo muchas ganas de hablar estoy cansada y enfadada porque por tu culpa papá nos castigo y me chafo los planes.- Dijo evadiendo la pregunta de su hermana.
Pero la mejor amiga de ambas entró en la cocina y gritó:
-¡De mí no te escapas! ¡Ahora mismo me vas a decir porque me ponías los cuernos con la cursi de Emilia! ¡Yo soy tu mejor amiga no ella!-
-Por dios no te vuelvas loca. Solo fue un acercamiento con alguien que fue mi amiga.- Protestó Viviana intentando irse de la cocina.
- ¡Ella se convirtió en nuestra enemiga al pasarse al bando de Dan!- Siguió exclamando la amiga loca.
- Ya eso no importa, eso son tonterías infantiles, el próximo curso estaremos en la universidad y dejaremos todo esto atrás. ¿Crees que nos importará los bandos que hicimos? Ahora perdonarme voy a hablar con papá.-
Cuando Viviana se marchó Sara miró a Blanca y se encogió de hombros.
-¿Qué le paso a tu hermana anoche? Es como si hubiese madurado de repente. Tengo que averiguar que le pasa.- Dijo preocupada Blanca.
- No lo sé, pero no te lo dirá, su mirada hoy es muy distinta. No es la misma chica que salió anoche de marcha con nosotras.- Señaló Sara que había notado un cambio en su hermana.
Viviana llegó a la puerta del despacho de su padre tocó y esperó a oír que le daba permiso para entrar.
- Papá sé que estoy castigada pero ¿puedo recibir visitas?- Preguntó ella, prefería avisar de que venía Emilia para evitar problemas. Su padre esa vez se había enfadado de verdad.
-¿Quién vendrá? - Preguntó a su vez Braulio.
-Emilia.-
-Vale no hay problema, he oído que es una chica muy responsable a lo mejor se te pega algo. Pero ¿no seguirá en contacto con esa odiosa familia Balenciaga?-
- Creo que no papá. Bueno me voy a estudiar.- Después de contestar ella se apuró en salir de allí. Sentía como si le hubiera caído encima un vaso de agua fría. ¿Qué pasaría si su querido padre se enteraba que acababa de emparentar con esa familia que tanto odiaba?