Química Perfecta {Larry Stylinson} [M-PREG]

❁Capítulo 16

DEDICADO A ESTA HERMOSA: @Directioner2372010xv
Gracias por el apoyo<3

No podía dejar de vomitar. Éstas eran las terribles consecuencias de un viaje en avión más un embarazo.

Un embarazo.

No podía creerlo aún. Esto era lo peor que me podía pasar. Yo pensaba que el que Louis rompiera mi corazón era lo peor. Pero no era nada peor que el que yo estuviera embarazado.

¡Mierda! ¡Yo soy un maldito hombre! ¿¡Cómo esto era posible!? ¿¡Por qué a mí!?

Recostado de la taza del inodoro no podía dejar de llorar —a parte de vomitar. Mi vida era una tragedia total. Y estaba huyendo de todo sin saber qué haría solo.

Así es. Solo. Porque a Louis no lo pretendía volver a ver. ¿Acaso se merecía él que yo me quedara a su lado luego de haberme arruinado la vida así? Definitivamente no. Yo he sido controlado y maltratado por un hombre por años... No quería caer otra vez. No quería sufrir más. Ya era suficiente. ¿Cuándo llegaría mi "y fueron felices para siempre"? Creo que nunca.

Tocaron la puerta del baño y yo me sequé las lágrimas con apuro. Bajé la palanca y me fui. El señor que entró me miró feo, pero no le tomé importancia y me fui a sentar.

—¿Por qué lloras? —Sami preguntó al verme hinchado, lágrimas escapando mis ojos de repente y sin permiso. Fue pura casualidad que nos haya tocado los asientos uno a lado del otro.

La mamá notó la pregunta que me hizo Sami y me miró avergonzada.

—Disculpa... ¡Sami! No molestes al chico. Mira la película —señaló la pequeña pantallita que transmitía una película de Tinkerbell.

—No se preocupe. Y, Sami, es complicado —sonreí falsamente, sólo para tranquilizarla. Ella me brindaba paz de alguna manera. Ella era el tipo de persona que deseaba tener como amiga. A pesar de su corta edad se veía que era tranquila y se portaba muy bien, además era muy inteligente.

Samantha se quedó viendo mi collar fijamente. De verdad parecía gustarle mucho. No la culpaba, a mí también me encantaba, y era muy masoquista al seguir usándolo porque Louis me lo había dado.

—¿Fue él? —preguntó y yo fruncí el ceño un poco—. Él... ¿Él te lo dio?

—¿Quién? —tragué duro.

—El chico que te siguió pero no vino contigo. —se refería a Louis. Fruncí los labios y asentí sin decir nada—. Lo amas, ¿cierto?

Su pregunta me sorprendió un poco. La mamá de Samantha le llamó la atención, pero yo quise seguir hablándole.

—¿Por qué lo dices?

—Por la forma en la que lo mirabas. Así miraba mi mamá a mi papá. Y porque llorabas cuando hablabas con él. Le pregunté a mi mami una vez por qué lloraba. Ella me dijo que cuando amas mucho a alguien y lloras por él es porque te importa mucho. ¿Él se portó mal? —Sami me miraba con sus grandes ojos miel mientras yo derramaba lágrimas. Vi a su madre por un momento y estaba boquiabierta literalmente.

—Sí se portó mal. Pero estaré bien, Sami. Tú también lo estarás. Nunca llores por nadie, sé fuerte siempre —susurré y ella asintió.

—Yo sé que estaré bien. Mi mami también me dijo que a pesar de que esté triste, siempre todos tenemos un motivo para seguir viviendo. Ella me dijo que yo era el suyo. Yo le pregunté que qué significaba eso. Ella me dijo que me iba a amar y cuidar por siempre. ¿Y cuál es tu motivo? —la pequeña dijo inocentemente. Su mamá se puso a llorar y la abrazó fuertemente. Sami la miró pero no dijo nada y cerró los ojos para disfrutar el abrazo de su mamá.