Química Perfecta {Larry Stylinson} [M-PREG]

❁Capítulo 25

DEDICADO A: NissyNava Gracias por leer❤️

Narra Louis

Tan pronto llegué al aeropuerto de Washington, fui hacia un lugar que quedaba muy cerca de alquiler de autos. Solicité un auto por una semana, aunque no sabía si era necesario más o menos tiempo.

La empresa me entregó un SUV en color negro y me sentí conforme. Subí mi equipaje al coche y luego empecé a conducir.

Todos celebraban porque era Navidad. Mi Navidad estaba siendo una mierda, pues no estaba con quien yo amaba, pero pronto lo dejaría de ser porque lo encontraría.

Puse en el GPS del celular la dirección que Liam me había mandado, que es donde se encontraba Harry en este momento. Tenía entendido que era en una fiesta, en una de las casas de Fraternidad cerca del campus.

Había un terrible tráfico y era una mierda, pues se supone que todos deberían estar en sus hogares festejando en vez de estar retrasándome. 

Pero el tráfico no me dio más opción que ponerme a pesar y sobre-pensar. Mi mente iba a explotar. ¿Qué haría cuando viera a Harry? ¿Lo besaría? ¿Lloraría? En mi mente todo estaba color rosa: él se lanzaría a mis brazos y me besaría con sabor a "te extrañé tanto". Pero luego una luz oscura opacaba mi sueño y todo se volvía gris: Harry me miraría con odio.

No sabía cómo mierda iba a convencerlo para que se regresara conmigo a Londres. No quería que lo viera como una obligación, ya que ha de tener amigos y estar felizmente estudiando su carrera. Probablemente su vida estaba mucho mejor en Washington, una de las razones por las cuales ha decidido estar allá.

Pero Harry debe ver el peligro que corre su bebé sin alguien profesional que lo cuide, y yo soy el único que sabe de esto, soy el único que lo puede ayudar. Además, mi abuelo también está desesperado por encontrarlo, pues quiere someter a Harry y al bebé como una rata de experimento. Yo no puedo permitir eso. No si es a la persona que amo.

De pronto vi que estaba pasando la Universidad en la que Liam y Harry estudian, o sea que estaba cerca. Mis manos temblaban y no podían sostener bien el volante. Mi corazón aceleraba rápido de los nervios. ¿Cómo estará Harry? ¿Se vería aún más alto? ¿Su cabello estaría más largo? ¿Cargaría una gran barriga? ¿Sus ojos verdes esmeralda me verían con la misma intensidad de antes? Calma, Louis, sólo han sido cuatro meses. Me dijo mi consciencia.

Supe que había llegado cuando vi una casa con música a todo volumen a las 1:23 a.m. No había donde estacionarse, así que me aparqué algo lejos. Me bajé del auto, y no estaba nevando, pero corría un viento heladísimo, que me hacía temblar todavía más.

Metí mis manos en mis bolsillos y caminé hasta la puerta de aquella casa. Para mi sorpresa —y no tanta—, estaba abierta, y sólo desde afuera podía ver un montón de jóvenes bailando. Recé por que Harry no fuera uno de esos borrachos.

Nadie notó mi presencia en la casa cuando entré, a excepción de una chica que me miró coquetamente y me ofreció uno de esos vasos rojos con licor. Fruncí los labios y la rechacé.

Crucé entre toda esa gente sin dejar de mirar sus rostros con la esperanza de encontrar a Harry. Tenía vergüenza de preguntar, además de que todos estaban borrachos y probablemente no sabrían.

Busqué por todo el lugar, en la cocina y en el baño incluso, pero no lo veía. No eran demasiadas personas, eran unas 60, pero noté que había un segundo piso y subí.