Dueños del Tiempo

Especial de navidad: Mónica tres años.

Especial de navidad: Mónica tres años.
¡Feliz Navidad Familia Robles!

24 de Diciembre de 1991

La casa de la familia Robles como cada año estaba muy adornada para las vísperas de la Navidad. Desde cuadras antes de llegar podrías notar la gran casa adornada por fuera con muchas luces de colores que brillaban y se hacía notar entre todas la de la colonia.

La familia Robles es una de las familias que mejor festejan una Navidad desde que nacieron sus hijos el mayor Isidro de nueve, luego Guadalupe de siete y la más pequeña Mónica de tres años.

La casa siempre se veía muy alegre durante estos días y es que los niños llegaron a darle toda esa luz que la casa necesitaba.

—Maaaamá. — gritó Isidro desde las escaleras bajando apresurado con su pijama térmica de naves espaciales puesta.

— ¿Qué pasa Isidro? — pregunto la madre saliendo de la cocina con un delantal puesto que llevaba una frase al frente "Mamá Sexy Chef".

— ¿Dónde estás? — preguntó el niño

—En la cocina. — gritó de nuevo la mamá.

Isidro corrió por el pasillo entrando a la cocina corriendo.

En la cocina se encontraba la madre preparando unas galletas de chocolate para la merienda, en una silla junto a la mesa estaba sentada la menor de los hijos. Mónica tenía puesto un delantal como el de su madre pero con distinta frase "Hija Princesa Chef", su pequeño pelo entre rubio y castaño tenía restos de harina y su cara estaba algo blanca.

— ¿Qué están haciendo? — investigó Isidro caminado hacia Mónica.

—Galletas para mañana mi amor. — contesto la mamá acomodando lo último en la bandeja.

—Isi. — hablo la pequeña niña.

—Aquí estoy Moniquita. — Isidro sacudió el cabello de Mónica, esta tiro una carcajada.

—Cárgame. — pidió enseguida e Isidro hizo lo que su hermana le pedía.

La saco de la silla cargándola lo que su cuerpo aguanto y la bajó al suelo.

—Cada día estás más grande mi pequeña rubia, ¿Qué  irá a ser de ti cuando está grande?— se preguntó tomando la mano de su hermana.

—Va a ser una niña muy linda hijo, y para mí que entre Guadalupe y Tú  serán unos hermanos muy sobreprotectores que no dejarán de andar detrás de ella. —la madre sonriendo viendo a sus hijos.

—Yo no dejaré que ningún hombre la lastime mamá. Ella es mi rubia solamente mía y de nadie más. — Isidro abrazando a su hermana mientras Mónica reía.

—Quiero ver el pino. — exigió Mónica, a duras penas se le entendía lo que decía pues aún era muy pequeña pero la familia ya estaba acostumbrada y entendían cada día más lo que decía.

— ¿Puedo llevarla? — preguntó Isidro y su madre asintió.

Los niños salieron de la cocina tomados de la mano caminando hacia la sala que estaba a dos habitaciones de la cocina.