Dueños del Tiempo

Capítulo 40: Planes.

Capítulo 40.
Planes.

24 de Septiembre del 2008

Aurelio.

Tantos días han pasado desde la última vez que la vi. Tantos días me he culpado de todo el daño que pude causarle cuando ella sólo quería un poquito del amor que nos tenemos aún.

Todo eso me hace despertar cada madrugada pensando en su sonrisa y en sus palabras. Mónica es todo lo bueno que yo tengo en la vida, ella y mis hijas son todo lo que amo pero también todo lo que no puedo tener.

Los planes de Don Cleto parecen irá la perfección. Esta empezando la venta de ganado, junto con alguna mercancía de cocaína de por medio. Parece que así es como va a burlar a la policía, realmente es inteligente. En cuanto a Ximena su estómago apenas y se está notando, hace unos días le dijeron que sería un niño. Don Cleto se puso muy feliz de saber que su primer nieto sería niño.

En cuanto a otro de los planes que tenían es que me casar con Ximena y parece que ese no se les a borrado de la mente por que apenas ayer me lo volvieron a recordar. Yo no quiero casarme, no quiero hacerlo por que siento horrible que Mónica vaya a tragarse el cuento de que soy feliz con Ximena cuando en realidad no lo soy. Su familia me trata bien, de eso no tengo queja pero no me siento bien aquí. Yo necesito estar junto a Mónica, eso es lo que yo necesito pero no puedo hacerlo.

Ahora tenemos que salir a las dos de la tarde de casa para ir a un centro comercial a escoger el smoking que usare en la boda. Pensé que esto sería el próximo año pero no. Quieren que la panza de Ximena sea pequeña, que no se noté mucho y así poder hacerle creer a la sociedad que no pasa nada.

Tonto si la gente piensa eso, el bebé nacería cuatro meses antes... Pero bueno.

Lo bueno aquí es que logre hacer un amigo, su nombre es Sebastian y es amigo de Ximena también así que él me acompañara a todas las vueltas necesarias para la boda. No se en cuanto tiempo será la fiesta, no me lo han dicho pero quieren que ya tenga el traje preparado así que tengo que obedecer y comprarlo de una vez.

Reviso la hora en mi reloj de pulso, Sebastián ya tardo demasiado quedamos media hora antes aquí en la casa para irnos juntos y que unos guardias nos siguieran hasta la tienda. Ximena ya me dijo como quiere que sea el traje y aunque esté en desacuerdo por una extraña razón quieren que sea así. Yo la verdad no tengo ánimos para escoger uno. En cambio si me fuera a casar con Mónica hasta con gusto podría escoger uno pero ese no era el caso así que la verdad no tenía ánimos de hacerlo. Veo un carro aproximarse por el jardín y se que ese es el carro de Sebastián, un mustang color negro del año realmente ese carro es bellísimo.

Sebastián viene de una familia muy rica, parecer ser que son socios de los Letrán pero él es el que ahora está al mando. Aunque en verdad no se ensucia las manos en esto, a él le gusta más gastar el dinero que sus padres le dan.

—¿Listo amigo?.—me pregunta con su excelente a centro venezolano. Bajando la ventanilla de la puerta del acompañante.

—Pensé que me dejarías plantado.—digo cruzando mis brazos y él ríe.

—Siempre tan exagerado, pareces una novia enferma de celos.—dice abriendo la puerta por dentro.

Yo la tomo con mi mano derecha.

—Es muy preocupante que me compartes con una de ellas, conozco a tú novia y se que estoy actuando como ella.—digo entrando al coche y haciéndole una señal a los hombres que me asignaron.

—Esta bien, me descubriste pero no vayas a decírselo a ella por que ya sabes como se pone si lo sabe.—dice y yo asiento.

—No lo sabrá, necesito a mi amigo vivo el que me ayudara a emborrachare el día de esa absurda boda.—digo y él palmea mi hombro.