Dueños del Tiempo

Capítulo 9/1: Dueños del tiempo.

Capítulo 9/1.
Dueños del Tiempo.

02 de Septiembre del 2007

Mónica.

Estaba completamente decidida, ya eran treinta días los que había estado sola en mi casa pues cuando Aurelio y Lilo se fueron dijo según Lilo que el volvería y hasta el momento lo sigo esperando.

No sé qué les pasa por la cabeza, todos piensan lo mismo de dejarme sola en la casa, ya me aburrí, no sé con quién platicar o qué hacer, hoy quería salir de casa o hacer algo diferente.

Estaba a punto de llamar a Isidro para reclamarle pues ni Aurelio había pensado en hablarme y es que en realidad lo tienen muy ocupado en los negocios y eso es una muy buena señal.

Doña Alba ha estado hablando algunas veces conmigo por qué hasta Víctor se vino a la ciudad y la señora está tan sola como yo en este momento, solo espero que todo esto salga muy bien.

Tomé el teléfono y le marque a Isidro.

Uno..., dos..., tres timbres y no me contestaba en realidad llevo varios minutos tratando de comunicarme con él y no me contesta.

Suspiré cansada de esto y mire por el gran ventanal de mi habitación, deberían ser alrededor de las 10 de la mañana, el sol estaba muy fuerte y los pajaritos cantaban.

Tome de nuevo el teléfono ahora marcándole a Guadalupe.

Uno..., dos..., tres timbre y nada, aventé el teléfono a la cama, enserio esto me estaba desesperando necesitaba hablar con alguien o me volvería loca encerrada en estas cuatro paredes que cada vez siento que quieren robarse todo mi oxígeno, ya me acabe todos los libros que tengo, todas las películas, todos los álbumes de fotos ya los vi ya recorrí no sé cuántas veces el jardín y ya nade millones de veces en la alberca.

Suspiré enojada y una brillante idea se vino a mi cabeza.

Corrí a mi closet a sacar la ropa que me podría hoy pues todavía andaba en pijama, me decidí por un conjunto de suéter color negro y falsa gris que llegaba arriba de mi rodilla. Me quité mi pijama rápido, pero recordé algo muy importante. Sin importarme que las cortinas de mi ventanal estaban abiertas corrí de nuevo a los cajones de mi peinador donde tengo mi ropa interior, busque un conjunto coqueto sin tirantes y de color negro, ya con todo listo me vestí con mucha prisa quitándome la ropa interior que llevaba y poniéndome una nueva luego tome el suéter me lo puse luego la falda, tomé mis botas negras que llegan por debajo de mi rodilla me las puse muy rápido y corrí al peinador. Cepille mi cabello lentamente pues podía dañarlo, luego me hice un medio chongo. Tomé polvo y me puse un poco en mi cara, luego rubor dándole color a mis mejillas y cogí el rímel pasando una capa por mis pestañas. Estando lista agarré el labial guindo que estaba sobre el peinador y pinte mil labios.

Ya lista del todo volví a mi closet y saque una pequeña maleta color marrón, agarré de mi peinador todo lo indispensable y luego camine al closet por algo de ropa, blusas, vestidos sencillos, zapatos y unas pijamas para dormir sin olvidar la ropa interior.

Estaba vez estaba decidía por todo así que me aseguré de llevar los conjuntos más lindos que tuviera.

Teniendo todo listo cerré mi maleta y me eche un vistazo por última vez. Tome el pequeño bolso que tenía en el buró y revise que todo estuviera, saque mi pequeña pistola del cajón y la guarde en el bolso, también mi labial y celular ya todo listo salí de la habitación.