Dueños del Tiempo

Especial: Tú, mi vida.

Especial.
Tú, mi vida.

Nota de Aurelio:
Tú, mi vida, tú eres todo lo bueno que tengo en la vida, tú eres quien me eleva al cielo, tú eres quien me trae de regreso, si tú te vas ¿que haré solo?, ¿que haré yo sin tus besos?, tú, mi vida, tú me has enseñado a amar sin tenerte en la mía, ya no te vayas mas, ya no mas mi vida..

¿Es difícil entenderlo? Te ama, Aurelio.

Armando.

- ¿Has visto a Mónica? - Grito las palabras, la música esta muy fuerte. Chacota sirve un vaso de wiski y me lo entrega.

- No, pero tampoco he visto a Luciana así que yo creo andan juntas.

Trató de no pensar mal, trato de calmar mis celos un poco.

- Iré a buscarlas - digo rápido tratando de dar un paso pero Víctor me detiene.

- Ella esta bien Armando, te aseguró que lo esta.

Parece que ahora nos gritamos, los invitados están concentrados en bailar que no se dan cuenta, ni siquiera se si escuchan lo que decimos.

- ¿Porqué abría de estar mal? - vuelve a hablar, yo ruedo mis ojos viendo los suyos.

- Tu hermano tampoco esta.

- ¿Y?

Le doy un trago a todo el liquido, este quema mi garganta.

- No confió en él..

- ¿Y en tú esposa tampoco? - pregunta y yo asiento.

- En ella sí, pero Mónica es débil al estar alado de Aurelio, ella misma me lo a dicho.

Víctor me quita el vaso y sirve otro poco del liquido amarillo.

- Mónica sabe lo que hace, no va a cometer el mismo error dos veces.

Un frío recorre mi cuerpo, ¿dos veces, un error?

- ¿Disculpa?, ¿No va a cometer el mismo error dos veces? - pregunto ahora yo.

Víctor parece titubear, si no supiera algo de psicología no notaria el temblor en su mandíbula.

- Sí, el error dos veces de enamorarse de él, de creerle lo que dice.. - habla algo calmado - Mónica es inteligente no pasara nada malo. Ya no mas cosas malas en nuestras vidas..

Yo enarco mis cejas.

- ¿Seguro?

Él deja el vaso en la mesa y asiente.

- Conozco a Mónica de meses antes que tú y creeme que cuando se propone algo hace hasta lo imposible para cumplirlo, ella te ama, no hara nada malo el día de su boda.

- Bien - respondo bajo, tal vez podría sentirme aliviado, tranquilo o algo así. Mónica ahora era mi esposa y yo siempre le he dicho que confió en ella, ¿porqué no abría de hacerlo ahora?.

***

- ¡Basta ya Aurelio! - grito fuerte, no me importa que algún guardia venga a ver que pasa. La cara de Aurelio cambia, su mirada esta clavada en mi, sus ojos están rojos, sus manos están hechas puño en mi espalda, sus brazos aprietan mi cuerpo contra el suyo.

- Basta ya tú Mónica, basta de que juegues conmigo, de que vengas me ilusiones y luego te vayas como si yo no tuviera sentimientos, ¡¡¡Los tengo, tengo un montón de sentimientos!!! - grita ahora él, yo trato de alejarme pero sus brazos me lo impiden, es mucho mas fuerte que yo - ¡TE AMO!, ¡TE AMO Y TE AMARE TODA LA VIDA!