Dueños del Tiempo

Capítulo 48/1: Conflictos.

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Capítulo 48/1.
Conflictos.

Mónica.

- ¿Lista? - me pregunta Armando y yo asiento acariciando su hombro con mi mano libre, mientras, caminamos de la mano por el pasillo del hotel. Victor y Luciana van a unos cuantos pasos más adelante de nosotros, ellos traen cargadas a las mellizas, y detrás de nosotros camina Aurelio junto con Sebastián e Iker quien parece ya estar descansado.

Después de la plática que Aurelio y yo tuvimos, y de ese pequeño beso escuchamos como tocaron la puerta de la habitación, la modista ya había llegado con Ramón, ahora solo tenían que hacer los últimos arreglos del vestido, probármelo y luego alistarme de nuevo por algo corrido que este mi maquillaje para la ceremonia.

Pudo decir millones de veces que me arrepiento de lo que hice, puedo decirlo muchísimas veces, pero mi mente y mi corazón me dicen lo contrario. Con tan solo estar a unos centímetros de él, siento que soy frágil, mi cuerpo tiembla, mi mente solo está clavada en su respiración. No puedo fingir, no puedo fingir no quererlo por qué lo hago, por qué lo quiero y por qué cada instante se me hace más difícil estar lejos de él. Un beso, un sencillo y tierno beso fue el que pasó. No algo tan grande como en su boda, no eso que me atormenta cada día que tomó a Armando de la mano. Hace algunos minutos fue a buscarme a la habitación, mis pies dolían, habíamos caminado mucho antes para la serie de fotos que nos tomarían junto con las mellizas y otras junto a Aurelio. Mis pies ahora se hinchan un poco más, lo bueno de casarse en la playa es que decidimos que no importaba andar descalzos por la arena, era arena, arena suave.. Solo en ocasiones tendría que ponerme los zapatos, solo en ocasiones lo haría por qué Pato en realidad ya no me deja soportar algunos tacones. Además que los tacones se encagan en la arena y se me dificulta caminar.

La ceremonia de civil está por empezar, veo a Doña Alba sentada en una de las sillas blancas Tiffany, sé que de un lado de ella irán Aurelio y Sebastián, detrás de ella hay más sillas vacías, esta ceremonia quisimos hacerla más privada, muchísimo más familiar así como será la de bautizo. Nadie sabía quién era el padre de las mellizas, nadie sabía que su padre era aquel hombre que se había casado hace cuatro meses con otra mujer y en realidad, aún no era el momento para que lo supieran. El juez a llegado desde hace un rato, ya deben de ser casi las cuatro de la tarde, esta ceremonia no era muy tardará, tal vez algunos quince minutos así mismo como el bautizo estaba previsto para las cuatro y media, la ceremonia de la iglesia a las cinco y treinta, teníamos que darle un poco de tiempo a la gente para que llegara. Que se que no será mucha, mis hermanos hicieron algo pequeño todo esto, tal vez la gente más cercana, la de los negocios y alguna que otra que aún no logro reconocer. Estaba nerviosa, demasiado nerviosa para sentir que esto era verdad, ni siquiera se si mi cuerpo tiembla, siento a pato moverse algunas veces, la mano de Armando aprieta muy fuerte la mía. Pero después, cuando ya estamos en la mesa donde está el juez todo parece ir más rápido, sus palabras son muy veloces, la mano de Armando aún sigue apretando la mía, siento que el tiempo corre demasiado pronto, el juez dice algunas palabras y luego extiende una hoja, Luciana y Víctor la firman como primeros testigos, luego mis hermanos pasan a lado de Armando, ellos también firman. No sé si esto es solamente los nervios que me están carcomiendo, Armando toma la pluma y firma la hoja, después me la entrega a mí y doy un leve suspiro, me inclino un poco sin voltear hacia atrás, no lo haré, no quiero hacerlo. Aún sintiendo que su mirada penetra mi piel, firmó rápido y dejo caer la pluma en la mesa. De un momento a otro todos aplauden, mientras Armando me ve con una sonrisa abrazándome, el juez también aplaude y me extiende la hoja donde ahora se comprueba que oficialmente estoy casada por el civil con Armando Tamez Salas.