Capítulo 31/2: Mónica despertó.

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Capítulo 31/2.

Mónica despertó.

Armando.

Los ojos de Mónica estaban abiertos. No se movían, sólo veía el techo.

La enfermera sacó rápidamente a su familia de la habitación. Puse mi mano frente a su vista moviéndola a los lados y los ojos de ella la seguían.

Efectivamente ella estaba despierta.

—Mónica, soy el doctor Armando, ¿me escuchas? —le pregunte sin dejar de mover mi mano.

—Si...—susurró ella levantando su mano derecha y llevándola frente a su rostro. Sus ojos ahora veían su mano.

— ¿Sabes por qué estás aquí? —le volví a preguntar desconectando los chupones de su pecho.

—No... No lo tengo muy claro...—dijo moviendo su mano derecha y luego levantando la izquierda.

—No te muevas mucho. —acerque una lámpara a sus ojos y vi una de sus pupilas con una pequeña mancha blanca.

— ¿Ves con claridad?

—No, veo algo oscuro. —Volvió a hablar algo ronca. La vi dudoso por lo de su visión, su voz era normal por el tiempo que duró entubada. — ¿Qué me paso? —

—Tuviste un accidente hace un mes, estuviste en coma todo este tiempo. —contesté bajando su mano derecha.

Ella me vio con atención.

—Yo escuche muchas veces tú voz. —

—Cada día que venía a verte te hablaba y te daba los buenos días. Que hayas estado en coma no quiere decir que no escucharás lo que te decíamos. —respondí.

Mónica estaba confundida, su rostro tenía una extraña mueca. Sus labios estaban muy pálidos. Volvió a levantar su mano pero ahora toco su vientre. Esperé su expresión pero no hizo ninguna.

— ¿Recuerdas algo? —le pregunte.

—No, no recuerdo nada. —volví a checar sus ojos.

—Me quiero levantar. —intentando sentarse en la cama. Rápidamente la regreso a la posición anterior.

—No te muevas mucho, no sabemos aún las consecuencias que hayas tenido. —dije volviendo a acomodar su cabeza bien. —Te preguntaré algunas cosas y necesito que me respondas con lo que recuerdes, ¿está bien?

—Si...

Tomé la pequeña tabla que tenía en el buró apuntando un par de cosas.

— ¿Sabes cómo te llamas? —pregunté primero.

—Sí, Mónica. Usted así me llamo. —yo sonreí.

—Antes de haberte llamado así, ¿recordabas que así te llamas? —ella movió su cabeza despacio.

—No, tengo todo muy borroso.

—Muy bien, es normal así que no te asustes. Estuviste un mes así y no vas a recordar varias cosas hasta dentro de unos días con pequeños estímulos. ¿Sabes si tienes familia? —ella volvió a mover su cabeza.

—No lo sé, no recuerdo nada más que su voz hablándome. —contestó muy despacio y luego tosió.

—Está bien, tranquila. Mandaré a la enfermera por agua. —dije presionando el botón para llamarla.

—Traiga agua por favor. —Solté el botón y volviendo mi vista a Mónica.

Sus ojos eran muy lindos, unos ojos que demostraban mucha confusión y recorrían todo el techo con miedo.

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