"Escuela sexual" | En edición |

''¿Una beca?" #4

Cuando ya tenía todo fui a los vestidores para ponerme el uniforme, no podría estar de ropa. Al llegar vi a las del grupo de gimnasio, me sentía de cierta forma agradecida, ya que su "uniforme" era mas vulgar que el normal.

Estaba buscando mi salón, en donde estaría ahí 6 meses. Me perdí entre tanto edificio, pero con ayuda de la intendente, logré llegar.
Me encontraba nerviosa otra vez, toque la puerta y todas me miraron de inmediato, hasta que la profesora me indicó que pasará (si, ella también es mujer.)

-¿Eres nueva aquí? -Me preguntó la profesora.-
-Sí, soy es mi primer día.
-Bien, sientáte al lado de Valería. -Val alzó la mano y yo fui con ella-
-Al parecer el destino nos a juntado. -Me dijo ella.-
-Síi, ya lo he notado.
-¿Quieres estar conmigo en el descanso? -se acercó a mi-
-Claro. -No tengo más amigos.-

No había notado en que clase estábamos, hasta que oí la palabra "sexo". Era la clase de sexología. ¿Acaso eso es normal?
Cuando sonó el timbre de descanso, todas se ordenaron en una fila para salir; Valería y yo nos fuimos hacia una banqueta, donde estaríamos ella y yo, no me daba tanta confianza porque parece psicópata, pero era mi única amiga.

-¿Acaso no vamos a desayunar?
-En la preparatoria no se desayuna, hasta la clase de modales, ahí nos dan ensalada y agua.
-Eso esta mal, no es una escuela de modelaje para estar delgadas, ¡no hay ninguna chava que se vea mas de 45 kilos! -Exclamé molesta.-
-Son las reglas de los directores
-¿Tu sabes porque son así?
-No, nadie lo sabe, por lo general casi nadie de las alumnas habla con ellos, nunca salen de su oficina. Aunque, una chica por cada bimestre tiene la suerte de una beca.
-¿Una beca? ¿De qué? -¿Como rayos es eso?, pensé.-
-Sí, al inició del semestre los directores buscan a una alumna de salón en salón, cuando se deciden por una, se las llevan y nadie las vuelve a ver por aquí.
-Eso no me parece una beca -dije con miedo- ¿Cómo que nadie las vuelve a ver?
-Pues, si la es, la última que se fue era mi amiga, les manda una carta a su familia cada semana reportando que esta bien.

Mientras Valería seguía hablando, escuché mi nombre, cuando mire a ver, era la asistente de la dirección en busca mía.

-Señorita Russel, la llaman en dirección. -Habló la asistente.-
-¿Y para qué? ¿No que estaban muy ocupados?
-No realmente... -Puso su mirada en otro lugar.-, la quieren en diez minutos en dirección.

Se fue sin decir más.
¿Y ahora que será?